El intento de Stalin de crear una comunidad satélite armoniosa y próspera fuera de las fronteras de Rusia en la isla de Nazino se veía genial… en los papeles. En 1933, miles de ciudadanos de Moscú fueron deportados a una isla en el río Ob de Siberia. En realidad, la idea se basó en el hecho de que Stalin quería reubicar sutilmente a los ciudadanos que consideraba “indeseables” en Siberia y el Kazajstán soviético porque no los quería dentro de las fronteras de Rusia. Por supuesto, ninguna de estas personas sabía el verdadero motivo en ese momento.
El objetivo era que la gente construyera sus propios pueblos autosuficientes, pero no iban a recibir ninguna ayuda externa. Ciertamente iban a morir, y los efectos desastrosos de ser arrojados en medio de la nada con pocos suministros comenzaron a afectar a la “comunidad” casi de inmediato. El gulag disfrazado como un nuevo asentamiento prometedor no estaba listo para albergar a los 3.000 que fueron enviados en barcazas. La gente rápidamente comenzó a morir de agotamiento y exposición, pero aún así, nadie hizo ningún intento de ayudar. Entonces, los ciudadanos tuvieron que luchar contra el hambre a su manera…
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En un recuento gráfico de las condiciones de la isla, un testigo escribió: “La gente moría por todas partes. Se estaban matando entre ellos. En la isla había un guardia llamado Kostia Venikov, un joven. Se enamoró de una chica que había sido enviada allí y la cortejaba. Él la protegió. Un día tuvo que ausentarse por un tiempo y le dijo a uno de sus compañeros: ‘Cuídala’, pero con toda la gente allí, el compañero no pudo hacer mucho. La gente atrapó a la niña, la amarraron a un álamo, le cortaron los senos, los músculos, todo lo que podían comer, todo, todo…. Tenían hambre, tenían que comer. Cuando Kostia regresó, todavía estaba viva. Intentó salvarla, pero había perdido demasiada sangre”.
Los deportados desesperados comenzaron a construir balsas rudimentarias para escapar de la locura. Pero estas balsas se hundieron casi de inmediato. Los que estaban a bordo generalmente se ahogaban y cientos de cadáveres comenzaron a aparecer en las costas de Nazino. Cualquiera que lograra cruzar el río perecía en el desierto implacable de Siberia o era perseguido por los guardias por diversión.
De las 6.000 personas que finalmente fueron enviadas a la isla de Nazino, solo 2.000 sobrevivieron. Estos fueron enviados a un campo de trabajo cercano, donde muchos más sucumbieron a las duras condiciones. En última instancia, fueron solo una pequeña parte del gran número de personas que murieron durante las purgas de Stalin. La experiencia de aquellos en “Cannibal Island” es un horrible recordatorio de los peligros de la dictadura.
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El intento de Stalin de crear una comunidad satélite armoniosa y próspera fuera de las fronteras de Rusia en la isla de Nazino se veía genial… en los papeles. En 1933, miles de ciudadanos de Moscú fueron deportados a una isla en el río Ob de Siberia. En realidad, la idea se basó en el hecho de que Stalin quería reubicar sutilmente a los ciudadanos que consideraba “indeseables” en Siberia y el Kazajstán soviético porque no los quería dentro de las fronteras de Rusia. Por supuesto, ninguna de estas personas sabía el verdadero motivo en ese momento.
El objetivo era que la gente construyera sus propios pueblos autosuficientes, pero no iban a recibir ninguna ayuda externa. Ciertamente iban a morir, y los efectos desastrosos de ser arrojados en medio de la nada con pocos suministros comenzaron a afectar a la “comunidad” casi de inmediato. El gulag disfrazado como un nuevo asentamiento prometedor no estaba listo para albergar a los 3.000 que fueron enviados en barcazas. La gente rápidamente comenzó a morir de agotamiento y exposición, pero aún así, nadie hizo ningún intento de ayudar. Entonces, los ciudadanos tuvieron que luchar contra el hambre a su manera…
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[/ezcol_1half_end]En un recuento gráfico de las condiciones de la isla, un testigo escribió: “La gente moría por todas partes. Se estaban matando entre ellos. En la isla había un guardia llamado Kostia Venikov, un joven. Se enamoró de una chica que había sido enviada allí y la cortejaba. Él la protegió. Un día tuvo que ausentarse por un tiempo y le dijo a uno de sus compañeros: ‘Cuídala’, pero con toda la gente allí, el compañero no pudo hacer mucho. La gente atrapó a la niña, la amarraron a un álamo, le cortaron los senos, los músculos, todo lo que podían comer, todo, todo…. Tenían hambre, tenían que comer. Cuando Kostia regresó, todavía estaba viva. Intentó salvarla, pero había perdido demasiada sangre”.
Los deportados desesperados comenzaron a construir balsas rudimentarias para escapar de la locura. Pero estas balsas se hundieron casi de inmediato. Los que estaban a bordo generalmente se ahogaban y cientos de cadáveres comenzaron a aparecer en las costas de Nazino. Cualquiera que lograra cruzar el río perecía en el desierto implacable de Siberia o era perseguido por los guardias por diversión.
De las 6.000 personas que finalmente fueron enviadas a la isla de Nazino, solo 2.000 sobrevivieron. Estos fueron enviados a un campo de trabajo cercano, donde muchos más sucumbieron a las duras condiciones. En última instancia, fueron solo una pequeña parte del gran número de personas que murieron durante las purgas de Stalin. La experiencia de aquellos en “Cannibal Island” es un horrible recordatorio de los peligros de la dictadura.
PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 4, 2022