Un nuevo hecho de violencia volvió a sacudir la localidad de Villa Mascardi, en la patagonia Argentina.
Un grupo del autodenominado RAM (Resistencia Ancestral Mapuche) atacó, esta vez, a piedras, palos y tiros el puesto de Gendarmería Nacional ubicado en el predio de la cabaña Los Radales de esa localidad, el cual quemaron por completo.
Según la versión dada por el gobierno nacional, los miembros de la fuerza de seguridad federal optaron por “replegarse”, es decir se retiraron del lugar para evitar un enfrentamiento. Literalmente un eufemismo, pues esta “versión oficial” encubre la realidad de que los efectivos “salieron corriendo” porque el mismo gobierno nacional les ordenó no responder ningún tipo ataque de estos grupos pseudo mapuches.
Esta situación no es nueva. Los hombres de la Gendarmería Nacional vienen siendo humillados por el gobierno nacional desde cuando quisieron “colgarle” un desaparecido en democracia, con el remanido caso Maldonado, en momentos que eran oposición.
Sabido es que 55 peritos, entre oficiales y privados, determinaron que Maldonado falleció por “ahogamiento por sumersión en el agua del río Chubut coadyuvado por hipotermia” y que “no se arrastró ni manipuló el cuerpo”. A pesar de ello, desde el gobierno nacional, los grupos de izquierda y los organismos de derechos humanos sigan insistiendo en imponer el relato de la “desaparición forzada”.
Calcando al milímetro los procedimientos judiciales que utilizan en los denominados juicios de lesa humanidad, estos grupos intentaron armarle una causa de “lesa” a la Gendarmería Nacional, con exactamente la misma táctica que emplean en esas causas. La construcción de un relato que repiten como un mantra, la aparición de testigos falsos para imputar a los gendarmes (por lo menos 8, el más famoso fue el flogger devenido en mapuche que afirmó haber visto a los gendarmes llevarse a Maldonado en un camión de esa fuerza), el apoyo incondicional de los organismos de los derechos humanos (incluso uno de esos organismos se constituyó en querellante), la intromisión de grupos políticos en las labores judiciales, desinformación mediática a través de los medios de comunicación oficiales, furibundas marchas en las principales ciudades del país.
Lo que casi no fue difundido es que disipado todo ese fuego de artificio que desplegaron para crear un desaparecido durante la anterior gestión, no solo la causa judicial se archivó sino que la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia le aplicó una multa a los abogados de la querella (que pertenecen a un organismo de derechos humanos) y el Tribunal de Ética del Colegio de Abogados de Córdoba le suspendieran la matricula a uno de ellos por 6 meses, justamente por adulterar prueba, como fue el testimonio del famoso “testigo E”, que mintió ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos para intentar abrir una denuncia internacional y que luego se rectificó ante la Justicia.
Ante esta derrota judicial, que intentan ocultar y tapar en los medios de comunicación, los “proges” reforzaron su ataque contra la Gendarmería Nacional.
No solo recibieron la orden de ser meros “espectadores de lujo” ante los atentados que cometen estos imberbes en el sur del pais, sino que tambien personal retirado de esa fuerza comenzó a ser imputado en causas de “lesa” junto a militares, policías y civiles; en el año 2017 le lanzaron bombas molotov contra un cuartel de El Bolsón; los quisieron involucrar en el caso Rafael Nahuel y recientemente comenzaron a endilgarles casos de gatillo fácil en la custodia de las grandes ciudades. Ahora está nueva humillación de tener que “retirarse” ante el ataque de un par de lúmpenes que se creen revolucionarios.
Está claro que ahora la humillación de moda es la Gendarmería Nacional. Ya se cansaron de humillar a las Fuerzas Armadas y las Fuerzas Policías, a las que pusieron de rodillas y se aburrieron de “pegarles” en el piso. Ahora quieren poner de rodillas a la Gendarmería Nacional, someterla y quitarles su mayor tesoro “la dignidad”.
Prueba de ello es el absoluto silencio en que se sumergió el gobierno nacional ante la gravedad de los hechos sucedidos hace dias en el sur del pais, dado que todos los ataques sucedidos en Villa Mascardi siempre fueron contra predios privados, siendo que ahora fue contra la propia Gendarmería Nacional. No solo no salieron a respaldar a esa fuerza, sino que desde el mismo gobierno nacional se “defiende” y se “protege” a este grupo de pesudo mapuches. La titular del INADI, El Vicepresidente del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas y hasta el piquetero oficialista y amigo del Papa han salido a respaldar el accionar de este grupo y el ataque sistemático al pueblo mapuche por parte de la Gendarmería Nacional. Sin dejar de mencionar que el titular del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación retiró al Estado nacional como querellante en la causa penal por usurpación de tierras que le iniciaron a este grupo.
No olvidemos que estos pseudo mapuches ya han usurpado más de 40 hectáreas en el sur del país y reclaman más de 1.000 hectáreas más, entre ellas 304 hectáreas que son propiedad del Ejército Argentino, la totalidad de un country y varios barrios densamente poblados en la ladera sur del cerro Otto en la ciudad de Bariloche. Que agravian a la bandera nacional, insultan a los símbolos patrios, ponen en jaque la soberanía nacional y en peligro la paz interior. Más aún, fuentes extraoficiales aseguran que en uno de los lugares usurpados estaría escondido “su líder”, prófugo de la justicia chilena. Todo sin que las fuerzas federales de seguridad puedan hacer algo.
Nuestros hombres de la Gendarmería Nacional no merecen este destrato por parte de las autoridades nacionales ni el mutismo de la sociedad. El desamparo es tal en todo sentido, que hasta son objeto del agravio y el desprecio en la vía pública por parte de grupúsculos que odian todo lo que lleve uniforme. Reflexión que tambien hacemos extensible a las fuerzas policiales.
No dejemos que pase lo mismo que con nuestras Fuerzas Armadas, que por acción propia e impropia u omisión, las hundieron en el lodo del oprobio.
Como digo Hannah Arendt “Nobleza, dignidad, constancia y cierto risueño coraje. Todo lo que constituye la grandeza sigue siendo esencialmente lo mismo a través de los siglos.”. Al que le quepa el sayo que se lo ponga.
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Un grupo del autodenominado RAM (Resistencia Ancestral Mapuche) atacó, esta vez, a piedras, palos y tiros el puesto de Gendarmería Nacional ubicado en el predio de la cabaña Los Radales de esa localidad, el cual quemaron por completo.
Según la versión dada por el gobierno nacional, los miembros de la fuerza de seguridad federal optaron por “replegarse”, es decir se retiraron del lugar para evitar un enfrentamiento. Literalmente un eufemismo, pues esta “versión oficial” encubre la realidad de que los efectivos “salieron corriendo” porque el mismo gobierno nacional les ordenó no responder ningún tipo ataque de estos grupos pseudo mapuches.
Esta situación no es nueva. Los hombres de la Gendarmería Nacional vienen siendo humillados por el gobierno nacional desde cuando quisieron “colgarle” un desaparecido en democracia, con el remanido caso Maldonado, en momentos que eran oposición.
Sabido es que 55 peritos, entre oficiales y privados, determinaron que Maldonado falleció por “ahogamiento por sumersión en el agua del río Chubut coadyuvado por hipotermia” y que “no se arrastró ni manipuló el cuerpo”. A pesar de ello, desde el gobierno nacional, los grupos de izquierda y los organismos de derechos humanos sigan insistiendo en imponer el relato de la “desaparición forzada”.
Calcando al milímetro los procedimientos judiciales que utilizan en los denominados juicios de lesa humanidad, estos grupos intentaron armarle una causa de “lesa” a la Gendarmería Nacional, con exactamente la misma táctica que emplean en esas causas. La construcción de un relato que repiten como un mantra, la aparición de testigos falsos para imputar a los gendarmes (por lo menos 8, el más famoso fue el flogger devenido en mapuche que afirmó haber visto a los gendarmes llevarse a Maldonado en un camión de esa fuerza), el apoyo incondicional de los organismos de los derechos humanos (incluso uno de esos organismos se constituyó en querellante), la intromisión de grupos políticos en las labores judiciales, desinformación mediática a través de los medios de comunicación oficiales, furibundas marchas en las principales ciudades del país.
Lo que casi no fue difundido es que disipado todo ese fuego de artificio que desplegaron para crear un desaparecido durante la anterior gestión, no solo la causa
judicial se archivó sino que la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia le aplicó una multa a los abogados de la querella (que pertenecen a un organismo de derechos humanos) y el Tribunal de Ética del Colegio de Abogados de Córdoba le suspendieran la matricula a uno de ellos por 6 meses, justamente por adulterar prueba, como fue el testimonio del famoso “testigo E”, que mintió ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos para intentar abrir una denuncia internacional y que luego se rectificó ante la Justicia.
Ante esta derrota judicial, que intentan ocultar y tapar en los medios de comunicación, los “proges” reforzaron su ataque contra la Gendarmería Nacional.
No solo recibieron la orden de ser meros “espectadores de lujo” ante los atentados que cometen estos imberbes en el sur del pais, sino que tambien personal retirado de esa fuerza comenzó a ser imputado en causas de “lesa” junto a militares, policías y civiles; en el año 2017 le lanzaron bombas molotov contra un cuartel de El Bolsón; los quisieron involucrar en el caso Rafael Nahuel y recientemente comenzaron a endilgarles casos de gatillo fácil en la custodia de las grandes ciudades. Ahora está nueva humillación de tener que “retirarse” ante el ataque de un par de lúmpenes que se creen revolucionarios.
Está claro que ahora la humillación de moda es la Gendarmería Nacional. Ya se cansaron de humillar a las Fuerzas Armadas y las Fuerzas Policías, a las que pusieron de rodillas y se aburrieron de “pegarles” en el piso. Ahora quieren poner de rodillas a la Gendarmería Nacional, someterla y quitarles su mayor tesoro “la dignidad”.
Prueba de ello es el absoluto silencio en que se sumergió el gobierno nacional ante la gravedad de los hechos sucedidos hace dias en el sur del pais, dado que todos los ataques sucedidos en Villa Mascardi siempre fueron contra predios privados, siendo que ahora fue contra la propia Gendarmería Nacional. No solo no salieron a respaldar a esa fuerza, sino que desde el mismo gobierno nacional se “defiende” y se “protege” a este grupo de pesudo mapuches. La titular del INADI, El Vicepresidente del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas y hasta el piquetero oficialista y amigo del Papa han salido a respaldar el accionar de este grupo y el ataque sistemático al pueblo mapuche por parte de la Gendarmería Nacional. Sin dejar de mencionar que el titular del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación retiró al Estado nacional como querellante en la causa penal por usurpación de tierras que le iniciaron a este grupo.
No olvidemos que estos pseudo mapuches ya han usurpado más de 40 hectáreas en el sur del país y reclaman más de 1.000 hectáreas más, entre ellas 304 hectáreas que son propiedad del Ejército Argentino, la totalidad de un country y varios barrios densamente poblados en la ladera sur del cerro Otto en la ciudad de Bariloche. Que agravian a la bandera nacional, insultan a los símbolos patrios, ponen en jaque la soberanía nacional y en peligro la paz interior. Más aún, fuentes extraoficiales aseguran que en uno de los lugares usurpados estaría escondido “su líder”, prófugo de la justicia chilena. Todo sin que las fuerzas federales de seguridad puedan hacer algo.
No dejemos que pase lo mismo que con nuestras Fuerzas Armadas, que por acción propia e impropia u omisión, las hundieron en el lodo del oprobio.
Como digo Hannah Arendt “Nobleza, dignidad, constancia y cierto risueño coraje. Todo lo que constituye la grandeza sigue siendo esencialmente lo mismo a través de los siglos.”. Al que le quepa el sayo que se lo ponga.
PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 3, 2022