En 2018, Brent Underwood compró el antiguo pueblo minero de plata de Cerro Gordo en California por U$ 1,4 millones. Además de las visitas y exploraciones de Brent, mientras intenta decidir qué hacer con su adquisición de vez en cuando, el pueblo fantasma ha permanecido bajo el cuidado del cuidador residente a tiempo completo, Robert Desmaris. Robert ha vivido allí durante 22 años y ahora está solo ya que su esposa tuvo que irse debido a la altitud.
Hace aproximadamente dos años, cuando el sol brillaba y la pandemia de Covid19 comenzaba a ser noticia, Robert decidió ir a ver a su esposa en Arizona y Brent llegó para hacerse cargo de las tareas de cuidado. Desde entonces, el clima se ha deteriorado y una tormenta de nieve ha dejado a Brent aislado bajo metro y medio de nieve.
No tenía agua corriente y los suministros eran cada vez más escasos. La tienda de comestibles más cercana estaba a 42 kilómetros de distancia, pero Brent solo podía llegar hasta donde podía viajar a pie con raquetas de nieve. Derretía nieve para obtener agua y no tenía pan ni verduras. Contaba con la esperanza de que hubiera suficiente arroz y atún enlatado para sobrevivir hasta que la nieve se derritiera.
Como si eso no fuera suficiente para preocuparse, esta ciudad con un pasado violento y sangriento tiene fama de estar embrujada. Cerro Gordo se estableció en 1865 cuando se descubrió plata en el pico del lago Buena Vista. En su apogeo, la ciudad contaba con 4000 residentes, 100 letrinas, 7 salones y 3 burdeles. La plata fue transportada cientos de millas a Las Vegas y se dijo que la plata de Cerro Gordo hizo la ciudad en el desierto. En la década de 1860 era un lugar sin ley con un asesinato a la semana de promedio. El único médico se asustó y se fue y no había ningún sheriff para mantener el control. Para 1900, se habían extraído aproximadamente U$ 17 millones en minerales preciosos de las áreas circundantes.
Brent Underwood actualmente está durmiendo en una habitación que se rumorea que está encantada por los fantasmas de dos niños que murieron después de quedar atrapados allí dentro de un armario. Si bien informa que hasta ahora no se ha encontrado con estos fantasmas, dice que ha experimentado algunos sucesos espeluznantes en Cerro Gordo durante su encierro.
“Las cosas se mueven, veo que se mueven las cortinas, escucho cosas en la noche. Aquí no hay corrientes de aire, pero las cosas caen dentro de las casas”, dijo.
También habla de una luz de un barracón que se sigue encendiendo sola, y recientemente su billetera desapareció durante dos días, solo para reaparecer en el hotel de la ciudad.
A pesar de todo el nerviosismo, Underwood encuentra la ciudad pacífica y hermosa y dice: “cuando miro las noticias y veo lo caóticas y terribles que son las cosas, hay una parte de mí que no tiene mucha prisa por volver a entrar en ese mundo”.
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En 2018, Brent Underwood compró el antiguo pueblo minero de plata de Cerro Gordo en California por U$ 1,4 millones. Además de las visitas y exploraciones de Brent, mientras intenta decidir qué hacer con su adquisición de vez en cuando, el pueblo fantasma ha permanecido bajo el cuidado del cuidador residente a tiempo completo, Robert Desmaris. Robert ha vivido allí durante 22 años y ahora está solo ya que su esposa tuvo que irse debido a la altitud.
No tenía agua corriente y los suministros eran cada vez más escasos. La tienda de comestibles más cercana estaba a 42 kilómetros de distancia, pero Brent solo podía llegar hasta donde podía viajar a pie con raquetas de nieve. Derretía nieve para obtener agua y no tenía pan ni verduras. Contaba con la esperanza de que hubiera suficiente arroz y atún enlatado para sobrevivir hasta que la nieve se derritiera.
Como si eso no fuera suficiente para preocuparse, esta ciudad con un pasado violento y sangriento tiene fama de estar embrujada. Cerro Gordo se estableció en 1865 cuando se descubrió plata en el pico del lago Buena Vista. En su apogeo, la ciudad contaba con 4000 residentes, 100 letrinas, 7 salones y 3 burdeles. La plata fue transportada cientos de millas a Las Vegas y se dijo que la plata de Cerro Gordo hizo la ciudad en el desierto. En la década de 1860 era un lugar sin ley con un asesinato a la semana de promedio. El único médico se asustó y se fue y no había ningún sheriff para mantener el control. Para 1900, se habían extraído aproximadamente U$ 17 millones en minerales preciosos de las áreas circundantes.
“Las cosas se mueven, veo que se mueven las cortinas, escucho cosas en la noche. Aquí no hay corrientes de aire, pero las cosas caen dentro de las casas”, dijo.
También habla de una luz de un barracón que se sigue encendiendo sola, y recientemente su billetera desapareció durante dos días, solo para reaparecer en el hotel de la ciudad.
A pesar de todo el nerviosismo, Underwood encuentra la ciudad pacífica y hermosa y dice: “cuando miro las noticias y veo lo caóticas y terribles que son las cosas, hay una parte de mí que no tiene mucha prisa por volver a entrar en ese mundo”.
PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 14, 2022