Mi sobrina es una de las chicas más hermosas que he visto en mi vida. Puedo decir que tiene un cuerpo excepcional porque la he visto desnuda desde bebé hasta… la última semana. También puedo decir que es la chica más salvaje que he visto porque la he visto fliteando con muchos chicos, demasiados chicos, incluidos mis amigos e incluso nuestro vecino.
Hasta donde yo sé, Akisha me visitaba porque es muy posible que decida estudiar psicología en la universidad de Edward Waters (Y tal vez sea bueno, ya que me ha vuelto loca).
Vivo con mi espso, Oscar, y mis dos hijas que comparten una habitación, todos en el segundo piso de la casa. En la planta baja, además de la cocina, la sala familiar y el comedor, tenemos un estudio donde guardamos cosas que hace años deberíamos haber tirado a la basura. Oscar acomodó el lugar, puso una cama inflable y un velador, para los siete días que Akisha pasaría con nosotros.
Mi sobrina comenzó a trabajar como modelo a los 14 años en comerciales de pequeños negocios y empezó a ganar dinero con los días de escuela, por lo que su pasión por vestidos es superior a su necesidad de respirar. Ella suele usar ropa diminuta todo el tiempo. En casa, usaba faldas cortas, blusas sin mangas, camisola y ropa suelta, etc.
Oscar, por suerte, siempre ha sido un hombre muy decente. Cuando Akisha andaba con ropas demasiado poco apropiadas, trataba de retirarse y una vez que entra en la cama, no sabe lo que sucede a su alrededor y es difícil despertarlo. Así que mi sobrina solía traer a sus pretendientes a la puerta de casa hablando en una hamaca que tenemos en el jardin hasta altas horas.
No me malinterpreten, no soy de la policía de la moda, pero hubo otro incidente en el que me levanté a medianoche a tomar agua y me encuentro a esta chica (Akisha tiene 18 años) y a un sujeto (creo mayor que yo) nadando desnudos en nuestra piscina.
Está bien… todos hemos hecho cosas asi en nuestra juventud, pero ¿a las tres de la mañana y con los vientos del huracan Ian sobre nuestras cabezas? No, estoy bromeando. El caso es que Akisha me vio, me saludó agitando su mano y siguió jugando a Tarzán y Jane en mi piscina.
Despues de que el hombre se fue (Nada impresionante, tuve que mentirle a mi esposo cuando le conté) decidí hablar con Akisha, solo para decirle que recordara que su tio y sus primas vivian en la misma casa y que podría crear confusiones. Cuando entré en la improvisada habitación, estaba aún desnuda y hablando con otros dos hombres en Skype.
Dije (Y me sentí muy estúpida): “Ponte una bata, Akisha. Te va a dar una pulmonía…”
No es mi vida, es mi sangre, pero no se si me corresponde actuar en estas instancias pensando que, cuando quise tocar el tema con mi cuñada, la madre de Akisha, ella me confesó: “Mi hija tiene más de un novio… diría que más de dos… o más de tres…”
Akisha decidió asistir a la Universidad de Pepperdine, en California, a dos mil quinientas millas de distancia. ¡Gracias, Dios, gracias!
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Por Vida Bolt.
Mi sobrina es una de las chicas más hermosas que he visto en mi vida. Puedo decir que tiene un cuerpo excepcional porque la he visto desnuda desde bebé hasta… la última semana. También puedo decir que es la chica más salvaje que he visto porque la he visto fliteando con muchos chicos, demasiados chicos, incluidos mis amigos e incluso nuestro vecino.
Hasta donde yo sé, Akisha me visitaba porque es muy posible que decida estudiar psicología en la universidad de Edward Waters (Y tal vez sea bueno, ya que me ha vuelto loca).
Vivo con mi espso, Oscar, y mis dos hijas que comparten una habitación, todos en el segundo piso de la casa. En la planta baja, además de la cocina, la sala familiar y el comedor, tenemos un estudio donde guardamos cosas que hace años deberíamos haber tirado a la basura. Oscar acomodó el lugar, puso una cama inflable y un velador, para los siete días que Akisha pasaría con nosotros.
Mi sobrina comenzó a trabajar como modelo a los 14 años en comerciales de pequeños negocios y empezó a ganar dinero con los días de escuela, por lo que su pasión por vestidos es superior a su necesidad de respirar. Ella suele usar ropa diminuta todo el tiempo. En casa, usaba faldas cortas, blusas sin mangas, camisola y ropa suelta, etc.
Oscar, por suerte, siempre ha sido un hombre muy decente. Cuando Akisha andaba con ropas demasiado poco apropiadas, trataba de retirarse y una vez que entra en la cama, no sabe lo que sucede a su alrededor y es difícil despertarlo. Así que mi sobrina solía traer a sus pretendientes a la puerta de casa hablando en una hamaca que tenemos en el jardin hasta altas horas.
No me malinterpreten, no soy de la policía de la moda, pero hubo otro incidente en el que me levanté a medianoche a tomar agua y me encuentro a esta chica (Akisha tiene 18 años) y a un sujeto (creo mayor que yo) nadando desnudos en nuestra piscina.
Está bien… todos hemos hecho cosas asi en nuestra juventud, pero ¿a las tres de la mañana y con los vientos del huracan Ian sobre nuestras cabezas? No, estoy bromeando. El caso es que Akisha me vio, me saludó agitando su mano y siguió jugando a Tarzán y Jane en mi piscina.
Despues de que el hombre se fue (Nada impresionante, tuve que mentirle a mi esposo cuando le conté) decidí hablar con Akisha, solo para decirle que recordara que su tio y sus primas vivian en la misma casa y que podría crear confusiones. Cuando entré en la improvisada habitación, estaba aún desnuda y hablando con otros dos hombres en Skype.
Dije (Y me sentí muy estúpida): “Ponte una bata, Akisha. Te va a dar una pulmonía…”
No es mi vida, es mi sangre, pero no se si me corresponde actuar en estas instancias pensando que, cuando quise tocar el tema con mi cuñada, la madre de Akisha, ella me confesó: “Mi hija tiene más de un novio… diría que más de dos… o más de tres…”
Akisha decidió asistir a la Universidad de Pepperdine, en California, a dos mil quinientas millas de distancia. ¡Gracias, Dios, gracias!
PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 16, 2022