El fenómeno del terrorismo del lobo solitario es interesante porque desafía a intentar comprender la motivación de una persona para cometer un acto delictivo violento sabiendo las graves consecuencias.
El rasgo principal de cada terrorista lobo solitario es la capacidad de sacrificarse por una causa mayor para avanzar en su posición. Estas causas son a menudo políticas, como lo demuestra el ejemplo de Vera Zazulich, una mujer rusa que intentó asesinar a un gobernador local que trató duramente a los activistas estudiantiles.
Teniendo en cuenta el hecho de que los terroristas solitarios siempre actúan en nombre de una determinada idea o movimiento, también es razonable suponer que poseen una determinada identificación de grupo.
Cuando sienten que su grupo está en peligro o está siendo tratado injustamente, pueden sacrificarse para tomar represalias. Finalmente, también existe un factor de fuerte reciprocidad, que conlleva el deseo de castigar a quienes no cumplen con las reglas del grupo. Por lo tanto, el terrorismo de lobo solitario siempre está impulsado por el deseo de un individuo de castigar o tomar represalias.
Los ataques terroristas de lobos solitarios ocurren todos los años, uno de los más recientes es el tiroteo en la mezquita de Christchurch en 2019.
El tirador llamado Brenton Tarrant transmitió en vivo su ataque a la mezquita, donde mató a más de cuarenta personas. En su manifiesto, Tarrant afirmó que en su acto estaba motivado por el deseo de vengar a las víctimas blancas de los ataques terroristas islamistas en Europa. Además, como supremacista blanco, se opuso a la inmigración masiva y decidió llevar a cabo un ataque como una forma de mostrar a los musulmanes que no era seguro para ellos vivir en países históricamente de mayoría blanca. El ejemplo de Tarrant muestra su fuerte identificación grupal con los supremacistas blancos y la posterior disposición a sacrificarse para castigar y tomar represalias.
El fenómeno del terrorismo del lobo solitario es interesante porque desafía a intentar comprender la motivación de una persona para cometer un acto delictivo
violento sabiendo las graves consecuencias.
El rasgo principal de cada terrorista lobo solitario es la capacidad de sacrificarse por una causa mayor para avanzar en su posición. Estas causas son a menudo políticas, como lo demuestra el ejemplo de Vera Zazulich, una mujer rusa que intentó asesinar a un gobernador local que trató duramente a los activistas estudiantiles.
Teniendo en cuenta el hecho de que los terroristas solitarios siempre actúan en nombre de una determinada idea o movimiento, también es razonable suponer que poseen una determinada identificación de grupo.
Cuando sienten que su grupo está en peligro o está siendo tratado injustamente, pueden sacrificarse para tomar represalias. Finalmente, también existe un factor de fuerte reciprocidad, que conlleva el deseo de castigar a quienes no cumplen con las reglas del grupo. Por lo tanto, el terrorismo de lobo solitario siempre está impulsado por el deseo de un individuo de castigar o tomar represalias.
Los ataques terroristas de lobos solitarios ocurren todos los años, uno de los más recientes es el tiroteo en la mezquita de Christchurch en 2019.
El tirador llamado Brenton Tarrant transmitió en vivo su ataque a la mezquita, donde mató a más de cuarenta personas. En su manifiesto, Tarrant afirmó que en su acto estaba motivado por el deseo de vengar a las víctimas blancas de los ataques terroristas islamistas en Europa. Además, como supremacista blanco, se opuso a la inmigración masiva y decidió llevar a cabo un ataque como una forma de mostrar a los musulmanes que no era seguro para ellos vivir en países históricamente de mayoría blanca. El ejemplo de Tarrant muestra su fuerte identificación grupal con los supremacistas blancos y la posterior disposición a sacrificarse para castigar y tomar represalias.
PrisioneroEnArgentina.com
Diciembre 13, 2022