La pregunta de un lector en una de las tres notas publicadas sobre la falta de respeto en los juicios orales, destacándose la de la impúdica familiaridad entre fiscales, “querellantas” y testigos-víctimas (tuteo-voseo) existente en la Mega Causa Zona 5, motiva el presente escrito. El interrogante consistió en: ¿por qué no se unen los abogados defensores y protestan? Ante ello debo decir que 20 años atrás, cuando comenzaron las detenciones, los uniformados tuvimos 2 opciones. Unirnos para cantar el Himno Nacional y rezar, o ver y enfrentar todos juntos la cruel realidad que se nos venía encima. Lamentablemente se eligió la primera, y así a como dé lugar, sin pena ni gloria, algo más de un par de miles de adultos mayores, a los que permanentemente se agregan otros, estamos siendo abusados y muriendo en prisión. A ello se sumaron no pocos traidores y cobardes de cada “gloriosa” fuerza y la indiferente mansedumbre generalizada de la mayoría, que con su silencio resultan cómplices de los terroristas que asolaron el país en las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado. Esos mismos que devenida la democracia continuaron con “su lucha” mutando permanentemente hasta imponer, por ley, los 30.000 jóvenes idealistas, casi patriotas, desaparecidos. No podemos ser necios y negar que se cometieron errores y horrores en la confrontación, y en consecuencia algo salió muy mal. Sobre los abogados defensores, debo decir que pretender que los oficiales den la cara por nosotros y sean contundentes en su accionar es totalmente ilógico y utópico. Esa es nuestra obligación, si consideramos que la imputación es falaz. Ellos viven y sobreviven de un generoso sueldo que les pagan quienes nos querellan, y conviven diariamente rodeados de fiscales, “querellantas” y demás yerbas militantes, que permanentemente juegan sucio para exterminarnos. Cumplen con lo mínimo, copiando y pegando escritos con argumentos que ya fracasaron en otros juicios, pero que son agradables de escuchar. De no actuar así se los considera peligrosos y muy pronto les llega el traslado a otras áreas, menos convenientes del poder judicial. Con respecto a los abogados particulares, estos son un reducido y antiguo conjunto, estigmatizado por ser “defensores de los genocidas”, que difícilmente obtengan otro tipo de clientes una vez que los imputados que quedamos hayamos pasado a mejor vida. Obtener defensa fuera de ese grupo es un imposible, todos los estudios jurídicos, se niegan a tomar estos casos por temor a quedar encasillados de por vida en el tema lesa. En estos años tuve 5 abogados defensores, de los cuales 2 renunciaron, hasta llegar al actual respetable y valiente GONZALO MIÑO. Radicado en Rosario, la gran distancia con Bahía Blanca por supuesto que se hace sentir y juega en contra (debe utilizar y combinar 2 medios de transporte para llegar). No creo que entre los defensores exista uno que haya tenido la oportunidad y el tiempo para leer las 50.000 o más fojas que componen las laberínticas mega causas. Así contradicciones y falacias de los fiscales y testigos-victimas, con los años pasan desapercibidas y por ello es tan difícil conseguir copia de actuaciones que nos favorecen (más de dos años y medio de espera) si es que uno por casualidad se entera de su existencia. La falta de público apoyo de los prisioneros, e inclusive de sus pares, a los precisos y contundentes escritos de MIÑO, que semanalmente publicamos en este portal, es la cabal demostración de nuestro fracaso e individualidad. Estamos totalmente divididos y faltos de espíritu de lucha. Una cosa es ser valiente con juventud, poder y un arma. Otra muy diferente siendo un adulto mayor con el agotamiento propio de la edad y el “ablandamiento” de ilegales años con prisión preventiva. Menos en un desventajoso campo de batalla como es el ámbito judicial, elegido por el enemigo, al que vamos de a uno. Estamos en un horroroso sálvese quien pueda, en el que no se salva nadie. Todo ha sido armado y muy bien aprovechado por las organizaciones radicalizadas que pululan y se reproducen dentro y fuera del gobierno. Estas, mientras pregonan la “memoria verdad y justicia”, paralelamente imponen presión y miedo a través de los “escraches”, moderna versión de los Kristallnacht que en l938 ejecutara el nazismo. Así es frecuente ver en los mismos estrados, al “publico” asistente amenazando a viva voz: “a donde vayan los iremos a buscar”. Mientras, los prisioneros callan, los togados nada dicen porque su conveniencia personal los hacen ciegos, sordos y mudos. Si a la fecha, habiendo transcurrido más de 20 años, y con más de 770 prisioneros muertos no conseguimos unirnos y diseñar alguna estrategia que nos ponga en igualdad ante la ley y el derecho de defensa, muy difícil que lo logremos de acá en más, porque nuestro tiempo se agota.
Entiendo parcialmente y gracias por educarme, pero si se protesta, si los abogados se unen, no les deja a los delincuentes togados, proseguir con estas faltas de ética.
CONCEPTO ILIMITADO, deme un par de días y responderé a su pregunta y a muchas otras que pueda imaginar. No lo haré en este espacio de comentarios, sino directamente con una nota que por supuesto no gustará a muchos pero que es la cruda realidad de lo que viene ocurriendo desde hace casi 2 décadas con este tipo de procesos. Gracias por participar. Cordialmente CLAUDIO KUSSMAN
26 de octubre de 2018. Acá mostramos las amenazas proferidas en el estrado judicial contra 4 prisioneros absueltos. Estos habían sido encarcelados ilegalmente durante 8 años por el vil juez DANIEL RAFECAS. Mentalmente destruidos (indiferentes al fallo), Orstein y Madrid murieron a poco de recuperar su libertad.
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La pregunta de un lector en una de las tres notas publicadas sobre la falta de respeto en los juicios orales, destacándose la de la impúdica familiaridad entre fiscales, “querellantas” y testigos-víctimas (tuteo-voseo) existente en la Mega Causa Zona 5, motiva el presente escrito. El interrogante consistió en: ¿por qué no se unen los abogados defensores y protestan? Ante ello debo decir que 20 años atrás, cuando comenzaron las detenciones, los uniformados tuvimos 2 opciones. Unirnos para cantar el Himno Nacional y rezar, o ver y enfrentar todos juntos la cruel realidad que se nos venía encima. Lamentablemente se eligió la primera, y así a como dé lugar, sin pena ni gloria, algo más de un par de miles de adultos mayores, a los que permanentemente se agregan otros, estamos siendo abusados y muriendo en prisión. A ello se sumaron no pocos traidores y cobardes de cada “gloriosa” fuerza y la indiferente mansedumbre generalizada de la mayoría, que con su silencio resultan cómplices de los terroristas que asolaron el país en las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado. Esos mismos que devenida la democracia continuaron con “su lucha” mutando permanentemente hasta imponer, por ley, los 30.000 jóvenes idealistas, casi patriotas, desaparecidos. No podemos ser necios y negar que se cometieron errores y horrores en la confrontación, y en consecuencia algo salió muy mal. Sobre los abogados defensores, debo decir que pretender que los oficiales den la cara por nosotros y sean contundentes en su accionar es totalmente ilógico y utópico. Esa es nuestra obligación, si consideramos que la imputación es falaz. Ellos viven y sobreviven de un generoso sueldo que les pagan quienes nos querellan, y conviven diariamente rodeados de fiscales, “querellantas” y demás yerbas militantes, que permanentemente juegan sucio para exterminarnos. Cumplen con lo mínimo, copiando y pegando escritos con argumentos que ya fracasaron en otros juicios, pero que son agradables de escuchar. De no actuar así se los considera peligrosos y muy pronto les llega el traslado a otras áreas, menos convenientes del poder judicial. Con respecto a los abogados particulares, estos son un reducido y antiguo conjunto, estigmatizado por ser “defensores de los genocidas”, que difícilmente obtengan otro tipo de clientes una vez que los imputados que quedamos hayamos pasado a mejor vida. Obtener defensa fuera de ese grupo es un imposible, todos los estudios jurídicos, se niegan a tomar estos casos por temor a quedar encasillados de por vida en el tema lesa. En estos años tuve 5 abogados defensores, de los cuales 2 renunciaron, hasta llegar al actual respetable y valiente GONZALO MIÑO. Radicado en Rosario, la gran distancia con Bahía Blanca por supuesto que se hace sentir y juega en contra (debe utilizar y combinar 2 medios de transporte para llegar). No creo que entre los defensores exista uno que haya tenido la oportunidad y el tiempo para leer las 50.000 o más fojas que componen las laberínticas mega causas. Así contradicciones y falacias de los fiscales y testigos-victimas, con los años pasan desapercibidas y por ello es tan difícil conseguir copia de actuaciones que nos favorecen (más de dos años y medio de espera) si es que uno por casualidad se entera de su existencia. La falta de público apoyo de los prisioneros, e inclusive de sus pares, a los precisos y contundentes escritos de MIÑO, que semanalmente publicamos en este portal, es la cabal demostración de nuestro fracaso e individualidad. Estamos totalmente divididos y faltos de espíritu de lucha. Una cosa es ser valiente con juventud, poder y un arma. Otra muy diferente siendo un adulto mayor con el agotamiento propio de la edad y el “ablandamiento” de ilegales años con prisión preventiva. Menos en un desventajoso campo de batalla como es el ámbito judicial, elegido por el enemigo, al que vamos de a uno. Estamos en un horroroso sálvese quien pueda, en el que no se salva nadie. Todo ha sido armado y muy bien aprovechado por las organizaciones radicalizadas que pululan y se reproducen dentro y fuera del gobierno. Estas, mientras pregonan la “memoria verdad y justicia”, paralelamente imponen presión y miedo a través de los “escraches”, moderna versión de los Kristallnacht que en l938 ejecutara el nazismo. Así es frecuente ver en los mismos estrados, al “publico” asistente amenazando a viva voz: “a donde vayan los iremos a buscar”. Mientras, los prisioneros callan, los togados nada dicen porque su conveniencia personal los hacen ciegos, sordos y mudos. Si a la fecha, habiendo transcurrido más de 20 años, y con más de 770 prisioneros muertos no conseguimos unirnos y diseñar alguna estrategia que nos ponga en igualdad ante la ley y el derecho de defensa, muy difícil que lo logremos de acá en más, porque nuestro tiempo se agota.
Claudio Kussman
Comisario Mayor (R)
Policía Prov. Buenos Aires
claudio@PrisioneroEnArgentina.com
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“Enfrenta la realidad tal como es, no como era o como deseas que fuera”
Jack Welch Jr (1935-2000)
SE RECUERDA QUE ESTE SITIO ESTÁ ABIERTO A TODAS LAS OPINIONES Y PARECERES,
LOS CUALES SON PUBLICADOS SIN NINGÚN TIPO DE CENSURA.
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59 thoughts on “MEGA CAUSA ZONA 5 Y LA IMPÚDICA FAMILIARIDAD DE FISCALES, “QUERELLANTAS” Y TESTIGOS-VÍCTIMAS (Con video demostrativo de 7 minutos)”
CARUANO8065
Posted On January 25, 2023
REPLY
No les dan bola, flaco. Por eso.
26 de octubre de 2018. Acá mostramos las amenazas proferidas en el estrado judicial contra 4 prisioneros absueltos. Estos habían sido encarcelados ilegalmente durante 8 años por el vil juez DANIEL RAFECAS. Mentalmente destruidos (indiferentes al fallo), Orstein y Madrid murieron a poco de recuperar su libertad.
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 30, 2023