Espiritismo, L’espiritisme, es el término aceptado y usado para la acción de comunicación con los muertos, y con los espíritus, siendo su término genérico “Ocultismo”. Es una doctrina basada en la creencia que los espíritus pueden comunicarse con los humanos mediante un médium, o sea se cree en la existencia y manifestación de los espíritus (Spiritisme [fr]). Es una actualización de las ocultas y viejas prácticas de la invocación de la presencia del alma o espíritu de los muertos. Desde luego que, partiendo de esta creencia, se desplegó un compromiso humanitario y una fuerte moral de aplicación en la dura vida diaria; valores como honestidad, justicia, paz, compasión hacia los desposeídos y solidaridad por los débiles son, entre otros, cualidades y actitudes a desarrollar por las personas que siguen esta línea
El espiritismo sostiene que los espíritus de los muertos, puede, sea positiva o negativamente, afectar en varios aspectos de vida humana, como por ejemplo la salud. Es una creencia popular muy extendida en América Latina.
El respetado intelectual, Hippolyte Léon Denizard Rivail, autor de una veintena de libros sobre la pedagogía en Francia en el siglo XIX y miembro de nueve sociedades científicas, así resumía su incredulidad y recelo: “La persona que estudia a fondo las ciencias se reirá del ignorante. Ya no creerá en fantasmas ni en almas del otro mundo“.El profesor Rivail vivía en un universo en el que la ciencia evolucionaba y se movía entre discusiones sobre la máquina de vapor, el electromagnetismo y la lámpara incandescente. No obstante, se convirtió en el creador de la doctrina espiritista tal como hoy está organizada que, entre otras cosas, cree en la comunicación entre vivos y muertos y en la reencarnación. A los 53 años, en 1857, año en que sucede su conversión, y hasta 1869, este pedagogo francés ya tenía unos siete millones de seguidores en todo el mundo y todo el mérito de la velocidad de difusión recae en él mismo porque pudo darle, un tratamiento científico a los estudios y supo divulgarlos. El detalle de esta transformación, el periodista brasileño Marcel Souto Maior, la cuenta en su libro, recientemente publicado, “Kardec, la Biografía” (ed. Record).Los primeros registros del profesor sobre el espiritismo se convirtieron en “El Libro de los Espíritus” (1857) y, es en ese momento, en el Rivail cambio de nombre y se llamaba Allan Kardec. El espiritismo no es una religión ni se considera como tal, es importante destacar esto y, consecuentemente, no tiene sacerdotes, ni templos, ni se practican rituales. Los encuentros de los espiritistas son considerados como reuniones para entablar comunicación con los espíritus.
El ser humano es un espíritu inmortal que encarna en un cuerpo, es lo que sostiene el espiritismo y, además, asegura que es posible comunicarse con ellos. Otros conceptos considerados válidos en la existencia de los espíritus, es la reencarnación y el karma que, dentro de este contexto, sería la aplicación de la ley de causa y efecto.
Lamentablemente, el espiritismo recibe la desconfianza y a veces el desprecio de la sociedad, porque existen demasiados ejemplos de farsantes y tramposos que se aprovechan de quienes se encuentran vulnerables por la pérdida de un ser querido que, como un mecanismo de defensa, hace que las personas teman creer y produciendo un inmediato rechazo.
Una persona imbuida en la fe católica y cristiana, no puede creer en el espiritismo. Muchas son las razones por las que no puede ser; pero, a la hora de juzgar, respetemos al espiritismo y, por tanto, al espírita que intenta comunicarse con espíritus, para recibir presuntos mensajes.
El espiritismo, independientemente de su atractivo, o no, y como ayuda los individuos a través de este, podemos vincularlo considerarlo sincretismo religioso.
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Espiritismo, L’espiritisme, es el término aceptado y usado para la acción de comunicación con los muertos, y con los espíritus, siendo su término genérico “Ocultismo”. Es una doctrina basada en la creencia que los espíritus pueden comunicarse con los humanos mediante un médium, o sea se cree en la existencia y manifestación de los espíritus (Spiritisme [fr]). Es una actualización de las ocultas y viejas prácticas de la invocación de la presencia del alma o espíritu de los muertos. Desde luego que, partiendo de esta creencia, se desplegó un compromiso humanitario y una fuerte moral de aplicación en la dura vida diaria; valores como honestidad, justicia, paz, compasión hacia los desposeídos y solidaridad por los débiles son, entre otros, cualidades y actitudes a desarrollar por las personas que
siguen esta línea
El espiritismo sostiene que los espíritus de los muertos, puede, sea positiva o negativamente, afectar en varios aspectos de vida humana, como por ejemplo la salud. Es una creencia popular muy extendida en América Latina.
El respetado intelectual, Hippolyte Léon Denizard Rivail, autor de una veintena de libros sobre la pedagogía en Francia en el siglo XIX y miembro de nueve sociedades científicas, así resumía su incredulidad y recelo: “La persona que estudia a fondo las ciencias se reirá del ignorante. Ya no creerá en fantasmas ni en almas del otro mundo“.El profesor Rivail vivía en un universo en el que la ciencia evolucionaba y se movía entre discusiones sobre la máquina de vapor, el electromagnetismo y la lámpara incandescente. No obstante, se convirtió en el creador de la doctrina espiritista tal como hoy está organizada que, entre otras cosas, cree en la comunicación entre vivos y muertos y en la reencarnación. A los 53 años, en 1857, año en que sucede su conversión, y hasta 1869, este pedagogo francés ya tenía unos siete millones de seguidores en todo el mundo y todo el mérito de la velocidad de difusión recae en él mismo porque pudo darle, un tratamiento científico a los estudios y supo divulgarlos. El detalle de esta transformación, el periodista brasileño Marcel Souto Maior, la cuenta en su libro, recientemente publicado, “Kardec, la Biografía” (ed. Record).Los primeros registros del profesor sobre el espiritismo se convirtieron en “El Libro de los Espíritus” (1857) y, es en ese momento, en el Rivail cambio de nombre y se llamaba Allan Kardec. El espiritismo no es una religión ni se considera como tal, es importante destacar esto y, consecuentemente, no tiene sacerdotes, ni templos, ni se practican rituales. Los encuentros de los espiritistas son considerados como reuniones para entablar comunicación con los espíritus.
El ser humano es un espíritu inmortal que encarna en un cuerpo, es lo que sostiene el espiritismo y, además, asegura que es posible comunicarse con ellos. Otros conceptos considerados válidos en la existencia de los espíritus, es la reencarnación y el karma que, dentro de este contexto, sería la aplicación de la ley de causa y efecto.
Lamentablemente, el espiritismo recibe la desconfianza y a veces el desprecio de la sociedad, porque existen demasiados ejemplos de farsantes y tramposos que se aprovechan de quienes se encuentran vulnerables por la pérdida de un ser querido que, como un mecanismo de defensa, hace que las personas teman creer y produciendo un inmediato rechazo.
Una persona imbuida en la fe católica y cristiana, no puede creer en el espiritismo. Muchas son las razones por las que no puede ser; pero, a la hora de juzgar, respetemos al espiritismo y, por tanto, al espírita que intenta comunicarse con espíritus, para recibir presuntos mensajes.
El espiritismo, independientemente de su atractivo, o no, y como ayuda los individuos a través de este, podemos vincularlo considerarlo sincretismo religioso.
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 30, 2023