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La ciudad de San Francisco, en California (EE.UU.), ha registrado su cifra más alta de muertes por sobredosis accidentales, que han aumentado un 41 % en el primer trimestre de este año, lo que equivale a un deceso cada 10 horas. El dato se conoce en un momento en que la crisis del fentanilo azota la costa oeste del país norteamericano.

Según un informe de la Oficina del Médico Forense Jefe, 200 personas murieron entre enero y marzo en San Francisco, en comparación con las 142 reportadas en el mismo periodo en 2022.

El aumento de las muertes quedó de relieve en enero, cuando la ciudad alcanzó su cota más alta de sobredosis letales durante el periodo registrado, con 82 casos.

El repunte tiene lugar después de que el Gobierno de la ciudad cerrara un centro en el que los usuarios consumían drogas con supervisión médica, y mientras se intensifica la vigilancia policial en el distrito de Tenderloin.