Un sacerdote jesuita, aparentemente cercano al Papa Francisco, fue acusado de invitar a dos monjas a participar en un trío sexual para replicar las enseñanzas de la “Santísima Trinidad” y ahora enfrenta acusaciones de abuso sexual y espiritual que datan de hace décadas.
Una ex monja afirma que Marko Ivan Rupnik usó su control “psico-espiritual” sobre ella hace unas tres décadas para hacerla ver películas pornográficas y tener sesiones de sexo en grupo que, según él, tendrían un significado religioso.
Rupnik, de 68 años, fue director espiritual de un convento en Eslovenia y ha creado mosaicos para iglesias, incluida una capilla papal en el Vaticano.
La ex monja le dijo al diario italiano Domani que “el padre Marko comenzó a meterse lenta y dulcemente en mi mundo psicológico y espiritual, explotando mis incertidumbres y fragilidad y usando mi relación con Dios para empujarme a tener experiencias sexuales con él”, según el diario Daily Mail.
Dijo que, durante su tiempo en el convento esloveno, entre 1987 y 1994, Rupnik la preparó, tuvo relaciones sexuales con ella y la intimidó para que guardara silencio sobre el abuso.
La ex monja también afirmó que Rupnik le había pedido a ella y a otra monja que hicieran un trío con él, diciendo que replicarían la relación tripartita entre Dios Padre, Jesús y el Espíritu Santo.
Rupnik abusó de hasta 20 mujeres, afirmó la monja, cuya primera denuncia sobre el abuso data de 1994, pero fue ignorada por los seguidores de Rupnik, tanto en Eslovenia como en Roma.
Rupnik
“Fue realmente un abuso de conciencia”, dijo.
Tras una investigación, se descubrió que las afirmaciones de las mujeres sobre Rupnik eran ciertas.
Las mujeres que habían acusado a Rupnik habían “visto sus vidas arruinadas por el mal sufrido y por el silencio cómplice” de la Iglesia, dijo el obispo Daniele Libanori en una carta el domingo.
Instó a los miembros de la Iglesia que ocultaron los crímenes de Rupnik a “pedir humildemente al mundo que perdone el escándalo”.
La Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano excomulgó a Rupnik en mayo de 2020, luego la levantó ese mismo mes y se negó a procesar al religioso, incluso después de que nueve mujeres se presentaran un año después con acusaciones similares.
La congregación, encabezada por jesuitas, dijo que los casos estaban fuera del plazo de prescripción y que eran demasiado antiguos para procesarlos porque ocurrieron principalmente en los años 90.
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Un sacerdote jesuita, aparentemente cercano al Papa Francisco, fue acusado de invitar a dos monjas a participar en un trío sexual para replicar las enseñanzas de la “Santísima Trinidad” y ahora enfrenta acusaciones de abuso sexual y espiritual que datan de hace décadas.
Una ex monja afirma que Marko Ivan Rupnik usó su control “psico-espiritual” sobre ella hace unas tres décadas para hacerla ver películas pornográficas y tener sesiones de sexo en grupo que, según él, tendrían un significado religioso.
Rupnik, de 68 años, fue director espiritual de un convento en Eslovenia y ha creado mosaicos para iglesias, incluida una capilla papal en el Vaticano.
La ex monja le dijo al diario italiano Domani que “el padre Marko comenzó a meterse lenta y dulcemente en mi mundo psicológico y espiritual, explotando mis incertidumbres y fragilidad y usando mi relación con Dios para empujarme a tener experiencias sexuales con él”, según el diario Daily Mail.
Dijo que, durante su tiempo en el convento esloveno, entre 1987 y 1994, Rupnik la preparó, tuvo relaciones sexuales con ella y la intimidó para que guardara silencio sobre el abuso.
La ex monja también afirmó que Rupnik le había pedido a ella y a otra monja que hicieran un trío con él, diciendo que replicarían la relación tripartita entre Dios Padre, Jesús y el Espíritu Santo.
Rupnik abusó de hasta 20 mujeres, afirmó la monja, cuya primera denuncia sobre el abuso data de 1994, pero fue ignorada por los seguidores de Rupnik, tanto en Eslovenia como en Roma.
“Fue realmente un abuso de conciencia”, dijo.
Tras una investigación, se descubrió que las afirmaciones de las mujeres sobre Rupnik eran ciertas.
Las mujeres que habían acusado a Rupnik habían “visto sus vidas arruinadas por el mal sufrido y por el silencio cómplice” de la Iglesia, dijo el obispo Daniele Libanori en una carta el domingo.
Instó a los miembros de la Iglesia que ocultaron los crímenes de Rupnik a “pedir humildemente al mundo que perdone el escándalo”.
La Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano excomulgó a Rupnik en mayo de 2020, luego la levantó ese mismo mes y se negó a procesar al religioso, incluso después de que nueve mujeres se presentaran un año después con acusaciones similares.
La congregación, encabezada por jesuitas, dijo que los casos estaban fuera del plazo de prescripción y que eran demasiado antiguos para procesarlos porque ocurrieron principalmente en los años 90.
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 7, 2023