Que les pasa a nuestros gobernantes, que permiten una bandera multicolor que no sé a quién representa, fue izada en la plaza principal de Villa María, provincia de Córdoba, en lugar de estar nuestro pabellón Celeste y Blanco.
Circuló por las redes que un señor llamado Manuel Berro, fundador y mentor de la Organización Patoruzú, hace unos días atrás tuvo que cortar el candado que estaba en el mástil con el trapo de varios colores; él mismo la sacó, pero parece que el Municipio de esa localidad autorizó y nuevamente esa cosa flamea y nuestro símbolo Patrio brilla por su ausencia.
En el sur, con apoyo de los funcionarios, los pseudos mapuches reciben parte de nuestro territorio que no le pertenecen, en Jujuy la Túpac corta rutas y vandaliza propiedades del Estado. En Rosario los narcos se adueñan de la ciudad. En Buenos Aires los delincuentes matan a civiles inocentes y policías, saquean autoservicios y supermercados lo mismo en Mendoza y Neuquén. Los argentinos vivimos en una constante angustia, inseguridad, hace tiempo que nuestro pueblo no vive en paz, con una economía incontrolable, la educación muy deficiente cargada de militancia; sin esperanza que esto cambie. Así la manga de “langostas” con cargos públicos, responsables de este desastre, al igual que los grupos de izquierda, culpan a los uniformados del pasado lejano. Todos sin excluir a nadie concuerdan que fueron los responsables de este desastre (¡Ah! …pero los militares) siendo que tuvieron que soportar dos guerras (contra el terrorismo y por nuestras islas Malvinas). Hace 40 años que no están ni figuran, porque más de 800 murieron presos, la mayoría sin condena firme, igual que 1.500 que siguen presos. Militares, fuerza de seguridad, policiales, penitenciarios, religiosos, jueces y civiles, todos acusados por falsos testigos. Fiscales y Jueces prevaricadores incluso algunos amigos y parientes de terroristas. Para esos adultos mayores NO HAY NINGUN DERECHO HUMANO que los asista. Los medios de comunicación, en mayoría, también son culpables por difundir mentiras. Ni hablar de quienes vivimos, y sufrimos esa época de terror, y hoy se muestran indiferentes ante esas almas encarceladas.
Lamentablemente hoy no le creo a ningún político. Así será hasta que alguien que gobierne reconozca que gracias a quienes están en prisión y sufren persecuciones, podemos emitir libremente nuestro voto. Muy al contrario de aquellos que tomaron las armas en gobiernos democráticos y militares, matando hombres, mujeres y niños, a pesar de lo cual hoy ocupan privilegiados cargos públicos juntamente con sus familiares y amigos.
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Circuló por las redes que un señor llamado Manuel Berro, fundador y mentor de la Organización Patoruzú, hace unos días atrás tuvo que cortar el candado que estaba en el mástil con el trapo de varios colores; él mismo la sacó, pero parece que el Municipio de esa localidad autorizó y nuevamente esa cosa flamea y nuestro símbolo Patrio brilla por su ausencia.
En el sur, con apoyo de los funcionarios, los pseudos mapuches reciben parte de nuestro territorio que no le pertenecen, en Jujuy la Túpac corta rutas y vandaliza propiedades del Estado. En Rosario los narcos se adueñan de la ciudad. En Buenos Aires los delincuentes matan a civiles inocentes y policías, saquean autoservicios y supermercados lo mismo en Mendoza y Neuquén. Los argentinos vivimos en una constante angustia, inseguridad, hace tiempo que nuestro pueblo no vive en paz, con una economía incontrolable, la educación muy deficiente cargada de militancia; sin esperanza que esto cambie. Así la manga de “langostas” con cargos públicos, responsables de este desastre, al igual que los grupos de izquierda, culpan a los uniformados del pasado lejano. Todos sin excluir a nadie concuerdan que fueron los responsables de este desastre (¡Ah! …pero los militares) siendo que tuvieron que soportar dos guerras (contra el terrorismo y por nuestras islas Malvinas). Hace 40 años que no están ni figuran, porque más de 800 murieron presos, la mayoría sin condena firme, igual que 1.500 que siguen presos. Militares, fuerza de seguridad, policiales, penitenciarios, religiosos, jueces y civiles, todos acusados por falsos testigos. Fiscales y Jueces prevaricadores incluso algunos amigos y parientes de terroristas. Para esos adultos mayores NO HAY NINGUN DERECHO HUMANO que los asista. Los medios de comunicación, en mayoría, también son culpables por difundir mentiras. Ni hablar de quienes vivimos, y sufrimos esa época de terror, y hoy se muestran indiferentes ante esas almas encarceladas.
Lamentablemente hoy no le creo a ningún político. Así será hasta que alguien que gobierne reconozca que gracias a quienes están en prisión y sufren persecuciones, podemos emitir libremente nuestro voto. Muy al contrario de aquellos que tomaron las armas en gobiernos democráticos y militares, matando hombres, mujeres y niños, a pesar de lo cual hoy ocupan privilegiados cargos públicos juntamente con sus familiares y amigos.
MIGUEL F. PRESTOFELIPPO
Indignado ciudadano argentino
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 29, 2023