La revuelta de cuatro días en el Centro Correccional de máxima seguridad de Attica, cerca de Buffalo, Nueva York, termina cuando cientos de policías estatales irrumpen en el complejo en medio de una lluvia de disparos. Treinta y nueve personas murieron en el desastroso asalto, incluidos 29 prisioneros y 10 guardias y empleados de prisión mantenidos como rehenes desde el comienzo de la terrible experiencia.
El 9 de septiembre de 1971, los presos se amotinaron y tomaron el control de la superpoblada prisión estatal. Un guardia de prisión fue asesinado a golpes. Más tarde ese día, la policía estatal retomó la mayor parte de la prisión, pero 1.281 presos ocuparon un campo de ejercicios llamado D Yard, donde mantuvieron como rehenes a 39 guardias y empleados de la prisión durante cuatro días. Después de que las negociaciones se estancaran, el gobernador de Nueva York, Nelson A. Rockefeller, ordenó a la policía estatal recuperar el control de la prisión por la fuerza.
En la lluviosa mañana del lunes 13 de septiembre de 1971, se leyó un ultimátum a los reclusos, pidiéndoles que se rindieran. Respondieron poniendo cuchillos en la garganta de los rehenes. A las 9:46 a. m., helicópteros sobrevolaron el patio, lanzando gases lacrimógenos mientras la policía estatal y los agentes penitenciarios irrumpían con armas de fuego. La policía disparó 3.000 balas contra la neblina de gas lacrimógeno, matando a 29 reclusos y 10 de los rehenes e hiriendo a 89. La mayoría recibió disparos en el bombardeo indiscriminado inicial, pero otros prisioneros fueron baleados o asesinados después de que se rindieron.
Después del sangriento ataque, las autoridades dijeron que los reclusos habían matado a los rehenes asesinados cortándoles el cuello. Se decía que un rehén había sido castrado. Sin embargo, las autopsias demostraron que estos cargos eran falsos y que la policía había matado a tiros a los 10 rehenes. El intento de encubrimiento aumentó la condena pública de la redada y provocó una investigación del Congreso.
El motín de Ática fue el peor motín carcelario en la historia de Estados Unidos. Un total de 43 personas murieron: el guardia de la prisión William Quinn, los 39 muertos en la redada y tres reclusos asesinados por otros prisioneros al principio del motín. En la semana posterior a su conclusión, la policía tomó brutales represalias contra los prisioneros, obligándolos a pasar porras y arrastrarse desnudos sobre vidrios rotos, entre otras torturas. Los numerosos reclusos heridos recibieron tratamiento médico deficiente, si es que lo recibieron.
En enero de 2000, el estado de Nueva York resolvió una demanda colectiva de 26 años de antigüedad presentada por los reclusos de Attica contra funcionarios penitenciarios y estatales. Por su sufrimiento durante la redada y las semanas siguientes, los presos anteriores y actuales aceptaron 8 millones de dólares.
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La revuelta de cuatro días en el Centro Correccional de máxima seguridad de Attica, cerca de Buffalo, Nueva York, termina cuando cientos de policías estatales irrumpen en el complejo en medio de una lluvia de disparos. Treinta y nueve personas murieron en el desastroso asalto, incluidos 29 prisioneros y 10 guardias y empleados de prisión mantenidos como rehenes desde el comienzo de la terrible experiencia.
En la lluviosa mañana del lunes 13 de septiembre de 1971, se leyó un ultimátum a los reclusos, pidiéndoles que se rindieran. Respondieron poniendo cuchillos en la garganta de los rehenes. A las 9:46 a. m., helicópteros sobrevolaron el patio, lanzando gases lacrimógenos mientras la policía estatal y los agentes penitenciarios irrumpían con armas de fuego. La policía disparó 3.000 balas contra la neblina de gas lacrimógeno, matando a 29 reclusos y 10 de los rehenes e hiriendo a 89. La mayoría recibió disparos en el bombardeo indiscriminado inicial, pero otros prisioneros fueron baleados o asesinados después de que se rindieron.
Después del sangriento ataque, las autoridades dijeron que los reclusos habían matado a los rehenes asesinados cortándoles el cuello. Se decía que un rehén había sido castrado. Sin embargo, las autopsias demostraron que estos cargos eran falsos y que la policía había matado a tiros a los 10 rehenes. El intento de encubrimiento aumentó la condena pública de la redada y provocó una investigación del Congreso.
El motín de Ática fue el peor motín carcelario en la historia de Estados Unidos. Un total de 43 personas murieron: el guardia de la prisión William Quinn, los 39 muertos en la redada y tres reclusos asesinados por otros prisioneros al principio del motín. En la semana posterior a su conclusión, la policía tomó brutales represalias contra los prisioneros, obligándolos a pasar porras y arrastrarse desnudos sobre vidrios rotos, entre otras torturas. Los numerosos reclusos heridos recibieron tratamiento médico deficiente, si es que lo recibieron.
En enero de 2000, el estado de Nueva York resolvió una demanda colectiva de 26 años de antigüedad presentada por los reclusos de Attica contra funcionarios penitenciarios y estatales. Por su sufrimiento durante la redada y las semanas siguientes, los presos anteriores y actuales aceptaron 8 millones de dólares.
PrisioneroEnArgentina.com
Setiembre 13, 2023