La inocuidad de los alimentos es nuestra responsabilidad; además es garantía de una buena nutrición y salud… Los gobiernos deben a través de los correspondientes controles, deben garantizar alimentos nutritivos e inocuos para todos; es su incumbencia garantizar la inocuidad.
La inocuidad es una condición necesaria que deben tener los procesos productivos, para que haya seguridad alimentaria y, con ello asegurar que los alimentos, una vez ingeridos, no signifiquen un riesgo para la salud.
La inocuidad alimentaria es el conjunto de medidas y condiciones que resultan necesarias de tener durante la producción, almacenamiento, distribución y preparación de los alimentos.
La inocuidad en los alimentos es una responsabilidad de todos y compartida entre los distintos gobiernos, productores, distribuidores y consumidores.
De la granja a la mesa, todos podemos contribuir a la inocuidad de los alimentos.
La seguridad Alimentaria se consigue cuando todas las personas a nivel nación, provincia, municipio, del hogar y en forma global en todo momento en el que el individuo tiene acceso físico y económico al alimento, para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias, lo haga de forma suficientemente segura con el objeto de llevar una vida sana y activa.
Acorde al riesgo sanitario que presenta su producto, a cada empresa alimentaria se establecen los requisitos que deberán cumplir para garantizar la inocuidad del mismo.
La inocuidad de los alimentos es asunto tanto para el agricultor, como para el proveedor y/o acopiador agrícola, procesador de alimentos, transportista, comerciante y consumidor.
En el caso la carne, y otros alimentos crudos, como los derivados de los mismos, pueden contaminarse con peligrosos microorganismos que pueden transferirse a otros. Por lo que, por su naturaleza, se debe de controlar la composición, proceso, manipulación y a los distribuidores, pues son altas las probabilidades de ocasionar efectos contraproducentes para la salud de las personas.
Tener en claro al flujo del alimento nos permitirá identificar posibles peligros significativos para la seguridad alimentaria.
Si tomamos como ejemplo el concepto “de la granja a la mesa”, al camino que recorre el alimento, desde la producción, distribución, comercialización o el servicio; a esta traza imaginaria se la considera como el “flujo del alimento”.
Con la inocuidad garantizamos que, al consumir un alimento, no ocasione algún tipo de daño, sea este temporal o definitivo, siempre que se respeten las recomendaciones de previsto (forma de almacenaje, forma de consumo y posibles interacciones).
Todos los participantes en la cadena de suministro deben tomar medidas para mantener la inocuidad de los alimentos, desde el productor hasta el consumidor, pasando por el procesador y el vendedor.
El aprendizaje y concientización en la manipulación de alimentos debe ser prácticamente uno de los requisitos para la segura elaboración de los mismos, con sus cuidados y respetando la legislación aplicable para los mismos.
Es fundamental que todos aquellos que participan, directa o indirectamente, en la elaboración y/o producción de alimentos a lo largo de toda su cadena, integrando todo lo necesario para el cuidado de todo el pro- ceso de preparación, producción, transformación y fabricación, conservación y envasado y, desde luego, para el almacenamiento para el transporte y distribución.
Poder reconocer la importancia que reviste la manipulación y producción segura de alimentos a lo largo del proceso productivo, nos dará herramientas para llevar adelante los cuidados necesarios para reducir las enfermedades trasmitidas por alimentos.
La calidad es el conjunto de propiedades inherentes al producto que permite caracterizarlo y valorarlo con respecto a otros de su clase; es pasible a la mejora continua e indicativo de la satisfacción del consumidor… La calidad es negociable, mientras que la inocuidad es absoluta.
A lo largo del procesamiento de carne, desde el faenamiento ( proceso ordenado sanitariamente para el sacrificio de un animal bovino, con el objeto de obtener su carne en condiciones óptimas para el consumo humano) o desposte, almacenamiento, transporte y distribución, hasta el servicio de alimentos listos para el consumo de los clientes, todas esas operaciones de manipulación, procesamiento y producción, todas deben estar aseguradas en su cumplimiento sanitario, con el objetivo de que el producto sea inocuo y, así, cumplir con las prescripciones de la función alimentaria.
¡Atención! Como consecuencia de las prácticas incorrectas en el procesamiento de productos cárnicos, en este medio, podemos encontrar con peligros y riesgos microbiológicos; falta de control de alimentos animales (control de toxinas biológicas); uso inadecuado de aditivos para alimentos; residuos de plaguicidas, medicamentos veterinarios u otros insumos que permanezcan como contaminantes químicos en los alimentos para los animales y en estos; Adulteración de productos.
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), recibe un saludo, y mi deseo que Dios y la vida te sonría y prospere en todo lo que emprendas, derramando Salud, Paz, Amor y prosperidad.
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Por Claudio Valerio.
La inocuidad de los alimentos es nuestra responsabilidad; además es garantía de una buena nutrición y salud… Los gobiernos deben a través de los correspondientes controles, deben garantizar alimentos nutritivos e inocuos para todos; es su incumbencia garantizar la inocuidad.
La inocuidad es una condición necesaria que deben tener los procesos productivos, para que haya seguridad alimentaria y, con ello asegurar que los alimentos, una vez ingeridos, no signifiquen un riesgo para la salud.
La inocuidad alimentaria es el conjunto de medidas y condiciones que resultan necesarias de tener durante la producción, almacenamiento, distribución y preparación de los alimentos.
La inocuidad en los alimentos es una responsabilidad de todos y compartida entre los distintos gobiernos, productores, distribuidores y consumidores.
De la granja a la mesa, todos podemos contribuir a la inocuidad de los alimentos.
La seguridad Alimentaria se consigue cuando todas las personas a nivel nación, provincia, municipio, del hogar y en forma global en todo momento en el que el individuo tiene acceso físico y económico al alimento, para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias, lo haga de forma suficientemente segura con el objeto de llevar una vida sana y activa.
Acorde al riesgo sanitario que presenta su producto, a cada empresa alimentaria se establecen los requisitos que deberán cumplir para garantizar la inocuidad del mismo.
La inocuidad de los alimentos es asunto tanto para el agricultor, como para el proveedor y/o acopiador agrícola, procesador de alimentos, transportista, comerciante y consumidor.
En el caso la carne, y otros alimentos crudos, como los derivados de los mismos, pueden contaminarse con peligrosos microorganismos que pueden transferirse a otros. Por lo que, por su naturaleza, se debe de controlar la composición, proceso, manipulación y a los distribuidores, pues son altas las probabilidades de ocasionar efectos contraproducentes para la salud de las personas.
Tener en claro al flujo del alimento nos permitirá identificar posibles peligros significativos para la seguridad alimentaria.
Si tomamos como ejemplo el concepto “de la granja a la mesa”, al camino que recorre el alimento, desde la producción, distribución, comercialización o el servicio; a esta traza imaginaria se la considera como el “flujo del alimento”.
Con la inocuidad garantizamos que, al consumir un alimento, no ocasione algún tipo de daño, sea este temporal o definitivo, siempre que se respeten las recomendaciones de previsto (forma de almacenaje, forma de consumo y posibles interacciones).
Todos los participantes en la cadena de suministro deben tomar medidas para mantener la inocuidad de los alimentos, desde el productor hasta el consumidor, pasando por el procesador y el vendedor.
El aprendizaje y concientización en la manipulación de alimentos debe ser prácticamente uno de los requisitos para la segura elaboración de los mismos, con sus cuidados y respetando la legislación aplicable para los mismos.
Es fundamental que todos aquellos que participan, directa o indirectamente, en la elaboración y/o producción de alimentos a lo largo de toda su cadena, integrando todo lo necesario para el cuidado de todo el pro- ceso de preparación, producción, transformación y fabricación, conservación y envasado y, desde luego, para el almacenamiento para el transporte y distribución.
Poder reconocer la importancia que reviste la manipulación y producción segura de alimentos a lo largo del proceso productivo, nos dará herramientas para llevar adelante los cuidados necesarios para reducir las enfermedades trasmitidas por alimentos.
La calidad es el conjunto de propiedades inherentes al producto que permite caracterizarlo y valorarlo con respecto a otros de su clase; es pasible a la mejora continua e indicativo de la satisfacción del consumidor… La calidad es negociable, mientras que la inocuidad es absoluta.
A lo largo del procesamiento de carne, desde el faenamiento ( proceso ordenado sanitariamente para el sacrificio de un animal bovino, con el objeto de obtener su carne en condiciones óptimas para el consumo humano) o desposte, almacenamiento, transporte y distribución, hasta el servicio de alimentos listos para el consumo de los clientes, todas esas operaciones de manipulación, procesamiento y producción, todas deben estar aseguradas en su cumplimiento sanitario, con el objetivo de que el producto sea inocuo y, así, cumplir con las prescripciones de la función alimentaria.
¡Atención! Como consecuencia de las prácticas incorrectas en el procesamiento de productos cárnicos, en este medio, podemos encontrar con peligros y riesgos microbiológicos; falta de control de alimentos animales (control de toxinas biológicas); uso inadecuado de aditivos para alimentos; residuos de plaguicidas, medicamentos veterinarios u otros insumos que permanezcan como contaminantes químicos en los alimentos para los animales y en estos; Adulteración de productos.
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), recibe un saludo, y mi deseo que Dios y la vida te sonría y prospere en todo lo que emprendas, derramando Salud, Paz, Amor y prosperidad.
Claudio Valerio
© Valerius
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 16, 2024