Aparte de las más obvias, como la esclavitud, la violencia y las persecuciones sistemáticas de las minorías (que, por cierto, todavía se practican hoy en día en todo el mundo, así que no pretendamos que tenemos autoridad moral al respecto), hay una cosa que hoy es un tabú, tanto por el acto en sí y el significado detrás de él.
Si eras una mujer soltera, tenías que besar en los labios a tu hermano o a tu padre todas las mañanas.
Ahora bien, los romanos tenían algunas actitudes extrañas hacia los besos en general: solían besar en los labios incluso a amigos que encontraban en la calle como señal de saludo y respeto, hasta que el Emperador Tiberio tuvo que prohibirlo oficialmente porque se salió de control y la gente se quejaba.
Pero los besos como señales de afecto entre amantes eran algo con lo que parecían sentirse incómodos y las parejas que se besaban en público estaban mal vistas. Los besos franceses eran un juego previo exclusivo del burdel.
El Ius osculi (“el derecho del beso”) era otra cosa y era obligatorio: por la mañana las mujeres debían besar al hombre de la casa (es decir, a su marido, padre o hermano) para demostrar que no habían bebido en secreto durante el noche.
Esto ya es bastante extraño, pero lo que es aún peor es el motivo de esta práctica: se sabía que el vino provocaba abortos, por lo que era una sustancia estrictamente prohibida para las mujeres. La mujer que fuera descubierta bebiendo y, por tanto, abandonando su deber de hacer bebés, podría ser condenada a muerte.
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Aparte de las más obvias, como la esclavitud, la violencia y las persecuciones sistemáticas de las minorías (que, por cierto, todavía se practican hoy en día en todo el mundo, así que no pretendamos que tenemos autoridad moral al respecto), hay una cosa que hoy es un tabú, tanto por el acto en sí y el significado detrás de él.
Si eras una mujer soltera, tenías que besar en los labios a tu hermano o a tu padre todas las mañanas.
Ahora bien, los romanos tenían algunas actitudes extrañas hacia los besos en general: solían besar en los labios incluso a amigos que encontraban en la calle como señal de saludo y respeto, hasta que el Emperador Tiberio tuvo que prohibirlo oficialmente porque se salió de control y la gente se quejaba.
Pero los besos como señales de afecto entre amantes eran algo con lo que parecían sentirse incómodos y las parejas que se besaban en público estaban mal vistas. Los besos franceses eran un juego previo exclusivo del burdel.
El Ius osculi (“el derecho del beso”) era otra cosa y era obligatorio: por la mañana las mujeres debían besar al hombre de la casa (es decir, a su marido, padre o hermano) para demostrar que no habían bebido en secreto durante el noche.
Esto ya es bastante extraño, pero lo que es aún peor es el motivo de esta práctica: se sabía que el vino provocaba abortos, por lo que era una sustancia estrictamente prohibida para las mujeres. La mujer que fuera descubierta bebiendo y, por tanto, abandonando su deber de hacer bebés, podría ser condenada a muerte.
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 24, 2024