Esta semana, nos enteramos de otra muerte de un detenido en estas causas llamadas de lesa humanidad. Algo habitual y casi semanal, lamentablemente, desde hace ya largos años. Lo extraordinario en este caso es que se trató de una persona de 101 años y que, a pesar de ello, estaba detenido en modalidad domiciliaria. Un grotesco jamás visto en la historia carcelaria mundial.
Como siempre sucede en estos casos, se inundan los WhatsApp con mensajes informando la funesta noticia y algún que otro mensaje de cumplida condolencia. Nada más.
En este caso se trató de un General de División, pero cuantos casos de oficiales, suboficiales y hasta soldados o agentes de policía han fallecido presos, sin que a nadie “le hierva la sangre” y propongan algo para rendirles los honores que merecen y así hacer sentir la bronca que esta indignante situación provoca.
De las propias Fuerzas sabemos que nada harán, por lo que nada cabe esperar de ellas. Simplemente miran para otro lado. Por ejemplo, el Ejército tímidamente ha planteado rendir honores a quienes mueren detenidos pero sin condena firme, más no a quienes ya tienen condena firme. Un absurdo que convalida los ilegales juicios contra quienes combatieron el terrorismo en los años 70; mismos juicios a los que serán sometidos en algunos años más los hoy en actividad, si se efectiviza la idea del gobierno de emplear a las Fuerzas Armadas en el combate contra el terrorismo y el narcotráfico. Deberían homenajear a los presos, ellos también son parte de la “familia militar”. No ocultarlos.
Santiago Omar Riveros, General de División del Ejército Argentino
Nada podemos decirles a los familiares de los fallecidos. Tienen temor y los entendemos. Se ha aceptado la humillación y el escarnio como algo normal, al punto de sentir espanto ante la sola posibilidad de sufrir escraches o actos de violencia en el velatorio o en el mismo cementerio por parte de las orgas de los derechos humanos, que se han cansado de amenazar que así lo harán. Solo desean estar en paz en ese momento del último adiós. A ellos solo nuestra más sincera comprensión de la situación y un gran abrazo fraterno de todo corazón.
A la par, la Corte continúa revocando detenciones domiciliarias y Casación ha empezado a “bloquear” las libertades condicionales, en una clara búsqueda de que los detenidos de lesa mueran en un penal.
Ahora, ¿ante esta situación, no será hora de hacer lo que nadie hace, es decir rendir los honores que corresponden a los detenidos? No será hora de juntarse en una plaza, cualquiera, y llevar un pito, una flauta o una corneta y tocar un minuto de silencio en honor a todos los que fallecieron en detención durante todos estos años y pedir el fin de este exterminio?
Claro, la pregunta que se hace inmediatamente uno, es ¿cuántos serian? ¿Cinco, diez, o decenas?.
En realidad el interrogante que subyace en el fondo, es que tan dispuesto se está a “jugarse públicamente” en un acto de esta naturaleza. Pregunta que cabe hacerse viendo que en cada acto que se ha llevado a cabo para recordar algún atentado terrorista apenas han ido un minúsculo grupito de personas o que la sala de vistas de los penales no se abarrotan precisamente de gente para compartir un momento con los detenidos. Ni hablar que las salas de audiencias de los tribunales federales, siguen vacías de camaradas cuando se someten a los circos judiciales a sus compañeros.
Pareciera que “conviene” más el “low profile” y seguir esperando que algún “profeta” de la política haga caer “maná del cielo” mientras se blasfema por WhatsApp.
Que la misma sociedad que aplaudió a militares y policías por haber vencido al terrorismo en los años 70 sea la misma que hoy les de vuelta la espalda, es lo esperable. Las sociedades son volátiles, olvidan rápido el pasado reciente. Pero que ello lo hagan sus propios compañeros de armas, es que algo que no se entiende ni se entenderá.
La Corte continúa revocando detenciones domiciliarias. Junto a ellos el ministro de Justicia Cúneo Libarona, que los considera “buenísimos”.
Hace poco alguien me digo: “no se acuerdan de los vivos y vos queres que se acuerden de los muertos…no hicieron nada en veinte años, no lo harán ahora…sos un iluso…”.
El tiempo pasa, los políticos se suceden y los presos políticos siguen vegetando en un penal o en sus domicilios, sometidos a continuos juicios que empalidecen al “gran juicio de Kafka”. El soldado no muere cuando la historia lo olvida, sino cuando su propio camarada lo olvida.
Se puede perder la juventud, los años, pero nunca la dignidad. Como dicen en el campo: “el viento también es viejo y sin embargo aun resopla”.
Ya no hay otra alternativa posible, “se debe salir a la palestra”. Dejar esas estériles reuniones privadas donde se desarrollan faustosas ideas, la mayoría impracticables; basta de retransmitir “al oído” supuestas “informaciones confidenciales A1” que son puro “chamuyo” y terminar de rebuznar por la suerte de los compañeros en las redes sociales. Ello tan solo ha conseguido reducir al mundo militar y policial en un minúsculo grupo marginal de la sociedad, casi condenado al olvido y a la extinción.
Si un grupo de ex alumnos de la ESMA “hirió el corazón de las orgas” porque cantaron la marcha de la Armada en el patio de la misma ESMA, celebrando su día; IMAGINEN LO QUE HARÍAN DECENAS Y DECENAS DE PERSONAS HOMENAJEANDO A LOS MUERTOS EN DETENCIÓN. NI HABLAR SI TAMBIÉN PIDIERAN POR LA LIBERTAD DE LOS QUE AÚN SIGUEN CONFINADOS EN UN PRESIDIO O EN SU CASA.
Mientras se siga inerte por escuchar cantos de sirenas sobre una mágica solución al lento martirio de la verdadera injusticia; irremediablemente se va camino a enterrar, en largos años más, al último de los detenidos; en la más cruel indiferencia y el más doloroso de los silencios.
. Los recientes fallos de la Corte Suprema, ratificando [...]
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Sonia S
10 months ago
bueno, si añado una última cosa, que encima se menta la dignidad …
Unas barbaridades que hielan el alma, cometidas por el monstruo que ha muerto, y encima ¿ hablan de dignidad?
por favor, ¿ pero en qué mundo viven vdes. ?
Sonia S
10 months ago
bueno, un “amable” amigo de este site, con el que compartimos email, me manda esta nota que no había visto.
Sr. Gonzalo Miño,
¿vd sabe que este finado, fue el responsable de la muerte vil y atroz del niño Florán Avellaneda, cuyos esbirros de este monstruo que ha muerto asesinaron clavándole un palo por el culo, amén de otras atrocidades sufridas por la criatura?
Amén de otras tantas aberraciones a otros, culpables reales o inocentes reales, en los campos de exterminio que dominaba esta bestia.
Sin más comentarios, salvo añadir que si existe Dios habrá dado buena cuenta de esta alma cargada de tanta negra conciencia.
[…] Read More Infos here: prisioneroenargentina.com/lesa-la-indolencia-de-la-muerte/ […]
Augustine
11 months ago
nice
Claudio Sebastián Abregu
11 months ago
Mis aplausos al doctor Miño por la tarea titanica que tiene semana a semana y hay que decirlo, los huevos y la profesionalidad con que se maneja
juan.ignacio.gramajo
11 months ago
Excelente escrito. Quisiera adherir que los propios militares no mueven un solo dedo por ellos mismos y esperan un milagro: Que el pueblo salga a las calles a protestar por ellos. Dudo mucho que algo de esa indole pase.
Estimado GRAMAJO, el milagro está… en el cementerio. Muy cierto lo que Ud. dice. Quien viste un uniforme es el que debe hacer por el pueblo SIN PEDIR NADA A CAMBIO. Nunca es la inversa. Gracias por su permanente participación. Cordialmente CLAUDIO KUYSSMAN
EL GRAL SANTIAGO RIVEROS SE LLEVÓ A LA TUMBA EL SITIO DONDE SEPULTARON AL ARGENTINO MERCENARIO CUBANO – BRITÁNICO, MIEMBRO (JEFE) DEL ERP: SANTUCHO .-
Gaston_._Meloni
11 months ago
Cuando no hay compromiso…
Patricio
11 months ago
Lo he escrito en varias oportunidades: SIN PRISA PERO SIN PAUSA, se esta llevando a cabo el Plan de exterminio para que en el futuro, a ningún UNIFORMADO del color que sea, se anime a cuestionar a los gobiernos “DEMOCRÁTICOS” sean de la ideología que sean,porque son todos SOCIOS. La verdad, que nos arriesgamos de balde…. ¿no es fino? y hoy, de estar en la misma situación que en 1976, NO INGRESO EN NINGUNA FUERZA. Aprendí la lección, me vuelvo Político.
Dr. GONZALO MIÑO, mis sinceras felicitaciones por la cruda veracidad que valientemente, dando la cara, vuelca en sus escritos en un tema que se prefiere callar y que en realidad es el gran nudo del problema que vivimos quienes estamos imputados por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad. Los uniformados hemos fracasado rotundamente en la confrontación que comenzó sobre finales de los años 60 del siglo pasado. Este fracaso es consecuencia de la falta de espíritu de cuerpo y valentía que se declama mañana, tarde y noche, pero que no existe en nuestras instituciones. Del miedo que impera y nos convierte en mansos prisioneros de cuanto abuso se les ocurre aplicarnos desde hace más de 2 décadas. Se espera de los políticos que están dedicados a sobrevivir en sus intrigas palaciegas producto de intereses pecuniarios. PERMANENTEMENTE ME PREGUNTO ¿POR QUÉ NO PONEMOS LO QUE HAY QUE PONER SOBRE LA MESA Y QUIENES ESTAMOS CON ESTOS PROCESOS NO PEDIMOS VOLVER TODOS A LA CÁRCEL E INICIAMOS UNA HUELGA DE HAMBRE MASIVA? COMO VAMOS, TODOS MORIREMOS EN FORMA INDIGNA LO CUAL ME AVERGÜENZA PROFUNDAMENTE. Una vez más agradecemos juntamente con mi familia, sus nobles artículos semanales. Atentamente CLAUDIO KUSSMAN
○
Como siempre sucede en estos casos, se inundan los WhatsApp con mensajes informando la funesta noticia y algún que otro mensaje de cumplida condolencia. Nada más.
En este caso se trató de un General de División, pero cuantos casos de oficiales, suboficiales y hasta soldados o agentes de policía han fallecido presos, sin que a nadie “le hierva la sangre” y propongan algo para rendirles los honores que merecen y así hacer sentir la bronca que esta indignante situación provoca.
De las propias Fuerzas sabemos que nada harán, por lo que nada cabe esperar de ellas. Simplemente miran para otro lado. Por ejemplo, el Ejército tímidamente ha planteado rendir honores a quienes mueren detenidos pero sin condena firme, más no a quienes ya tienen condena firme. Un absurdo que convalida los ilegales juicios contra quienes combatieron el terrorismo en los años 70; mismos juicios a los que serán sometidos en algunos años más los hoy en actividad, si se efectiviza la idea del gobierno de emplear a las Fuerzas Armadas en el combate contra el terrorismo y el narcotráfico. Deberían homenajear a los presos, ellos también son parte de la “familia militar”. No ocultarlos.
Nada podemos decirles a los familiares de los fallecidos. Tienen temor y los entendemos. Se ha aceptado la humillación y el escarnio como algo normal, al punto de sentir espanto ante la sola posibilidad de sufrir escraches o actos de violencia en el velatorio o en el mismo cementerio por parte de las orgas de los derechos humanos, que se han cansado de amenazar que así lo harán. Solo desean estar en paz en ese momento del último adiós. A ellos solo nuestra más sincera comprensión de la situación y un gran abrazo fraterno de todo corazón.
A la par, la Corte continúa revocando detenciones domiciliarias y Casación ha empezado a “bloquear” las libertades condicionales, en una clara búsqueda de que los detenidos de lesa mueran en un penal.
Ahora, ¿ante esta situación, no será hora de hacer lo que nadie hace, es decir rendir los honores que corresponden a los detenidos? No será hora de juntarse en una plaza, cualquiera, y llevar un pito, una flauta o una corneta y tocar un minuto de silencio en honor a todos los que fallecieron en detención durante todos estos años y pedir el fin de este exterminio?
Claro, la pregunta que se hace inmediatamente uno, es ¿cuántos serian? ¿Cinco, diez, o decenas?.
En realidad el interrogante que subyace en el fondo, es que tan dispuesto se está a “jugarse públicamente” en un acto de esta naturaleza. Pregunta que cabe hacerse viendo que en cada acto que se ha llevado a cabo para recordar algún atentado terrorista apenas han ido un minúsculo grupito de personas o que la sala de vistas de los penales no se abarrotan precisamente de gente para compartir un momento con los detenidos. Ni hablar que las salas de audiencias de los tribunales federales, siguen vacías de camaradas cuando se someten a los circos judiciales a sus compañeros.
Pareciera que “conviene” más el “low profile” y seguir esperando que algún “profeta” de la política haga caer “maná del cielo” mientras se blasfema por WhatsApp.
Que la misma sociedad que aplaudió a militares y policías por haber vencido al terrorismo en los años 70 sea la misma que hoy les de vuelta la espalda, es lo esperable. Las sociedades son volátiles, olvidan rápido el pasado reciente. Pero que ello lo hagan sus propios compañeros de armas, es que algo que no se entiende ni se entenderá.
Hace poco alguien me digo: “no se acuerdan de los vivos y vos queres que se acuerden de los muertos…no hicieron nada en veinte años, no lo harán ahora…sos un iluso…”.
El tiempo pasa, los políticos se suceden y los presos políticos siguen vegetando en un penal o en sus domicilios, sometidos a continuos juicios que empalidecen al “gran juicio de Kafka”. El soldado no muere cuando la historia lo olvida, sino cuando su propio camarada lo olvida.
Se puede perder la juventud, los años, pero nunca la dignidad. Como dicen en el campo: “el viento también es viejo y sin embargo aun resopla”.
Ya no hay otra alternativa posible, “se debe salir a la palestra”. Dejar esas estériles reuniones privadas donde se desarrollan faustosas ideas, la mayoría impracticables; basta de retransmitir “al oído” supuestas “informaciones confidenciales A1” que son puro “chamuyo” y terminar de rebuznar por la suerte de los compañeros en las redes sociales. Ello tan solo ha conseguido reducir al mundo militar y policial en un minúsculo grupo marginal de la sociedad, casi condenado al olvido y a la extinción.
Si un grupo de ex alumnos de la ESMA “hirió el corazón de las orgas” porque cantaron la marcha de la Armada en el patio de la misma ESMA, celebrando su día; IMAGINEN LO QUE HARÍAN DECENAS Y DECENAS DE PERSONAS HOMENAJEANDO A LOS MUERTOS EN DETENCIÓN. NI HABLAR SI TAMBIÉN PIDIERAN POR LA LIBERTAD DE LOS QUE AÚN SIGUEN CONFINADOS EN UN PRESIDIO O EN SU CASA.
Mientras se siga inerte por escuchar cantos de sirenas sobre una mágica solución al lento martirio de la verdadera injusticia; irremediablemente se va camino a enterrar, en largos años más, al último de los detenidos; en la más cruel indiferencia y el más doloroso de los silencios.
PrisioneroEnArgentina.com
Junio 2, 2024
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Unas barbaridades que hielan el alma, cometidas por el monstruo que ha muerto, y encima ¿ hablan de dignidad?
por favor, ¿ pero en qué mundo viven vdes. ?
bueno, un “amable” amigo de este site, con el que compartimos email, me manda esta nota que no había visto.
Sr. Gonzalo Miño,
¿vd sabe que este finado, fue el responsable de la muerte vil y atroz del niño Florán Avellaneda, cuyos esbirros de este monstruo que ha muerto asesinaron clavándole un palo por el culo, amén de otras atrocidades sufridas por la criatura?
Amén de otras tantas aberraciones a otros, culpables reales o inocentes reales, en los campos de exterminio que dominaba esta bestia.
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Excelente escrito. Quisiera adherir que los propios militares no mueven un solo dedo por ellos mismos y esperan un milagro: Que el pueblo salga a las calles a protestar por ellos. Dudo mucho que algo de esa indole pase.
Estimado GRAMAJO, el milagro está… en el cementerio. Muy cierto lo que Ud. dice. Quien viste un uniforme es el que debe hacer por el pueblo SIN PEDIR NADA A CAMBIO. Nunca es la inversa. Gracias por su permanente participación. Cordialmente CLAUDIO KUYSSMAN
Estimado Kussman, sigo desde años la publicación y con tristeza le digo que pocos han alzado la voz como usted.
Pero sigo decepcionado del resto.
El pais que “todxs” queremos
Si, menos los decentes
EL GRAL SANTIAGO RIVEROS SE LLEVÓ A LA TUMBA EL SITIO DONDE SEPULTARON AL ARGENTINO MERCENARIO CUBANO – BRITÁNICO, MIEMBRO (JEFE) DEL ERP: SANTUCHO .-
Cuando no hay compromiso…
Lo he escrito en varias oportunidades: SIN PRISA PERO SIN PAUSA, se esta llevando a cabo el Plan de exterminio para que en el futuro, a ningún UNIFORMADO del color que sea, se anime a cuestionar a los gobiernos “DEMOCRÁTICOS” sean de la ideología que sean,porque son todos SOCIOS. La verdad, que nos arriesgamos de balde…. ¿no es fino? y hoy, de estar en la misma situación que en 1976, NO INGRESO EN NINGUNA FUERZA. Aprendí la lección, me vuelvo Político.
.-)
Es cierto
Una gran desilución. Hasta Nestor K los basureó y los militares bajaron la cabeza.
Estimado Patricio, el problema es qué hay varios millones de ciudadanos que también quieren ser políticos.
Cordialmente CLAUDIO KUSSMAN
Ya yo quisiera vivir gratis…
¿Donde firmo? Sin rebajarme a pisar un partido politico, digo…
Dr. GONZALO MIÑO, mis sinceras felicitaciones por la cruda veracidad que valientemente, dando la cara, vuelca en sus escritos en un tema que se prefiere callar y que en realidad es el gran nudo del problema que vivimos quienes estamos imputados por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad. Los uniformados hemos fracasado rotundamente en la confrontación que comenzó sobre finales de los años 60 del siglo pasado. Este fracaso es consecuencia de la falta de espíritu de cuerpo y valentía que se declama mañana, tarde y noche, pero que no existe en nuestras instituciones. Del miedo que impera y nos convierte en mansos prisioneros de cuanto abuso se les ocurre aplicarnos desde hace más de 2 décadas. Se espera de los políticos que están dedicados a sobrevivir en sus intrigas palaciegas producto de intereses pecuniarios. PERMANENTEMENTE ME PREGUNTO ¿POR QUÉ NO PONEMOS LO QUE HAY QUE PONER SOBRE LA MESA Y QUIENES ESTAMOS CON ESTOS PROCESOS NO PEDIMOS VOLVER TODOS A LA CÁRCEL E INICIAMOS UNA HUELGA DE HAMBRE MASIVA? COMO VAMOS, TODOS MORIREMOS EN FORMA INDIGNA LO CUAL ME AVERGÜENZA PROFUNDAMENTE. Una vez más agradecemos juntamente con mi familia, sus nobles artículos semanales. Atentamente CLAUDIO KUSSMAN