El Ministerio Público Fiscal de la Mega Causa Zona 5 no deja de sorprender. Como escribió el Doctor Gonzalo Miño, “En lesa siempre hay lugar para una enajenación más”
Los fiscales trajeron testigos que dijeron que los habían contactado para decirles que si declaraban en el juicio les daban plata, otro testigo de la fiscalía dijo que la culpa de las violaciones a los derechos humanos la tienen los extraterrestres, dijeron que los uniformados muertos tienen que responder por los delitos que cometieron cuando estaban vivos, obligaron a los imputados agonizantes a estar presentes en las audiencias por zoom desde sus lechos de muerte hasta que murieron, y en la última audiencia del 27 de junio de 2024, el Fiscal General Miguel Angel Palazzani, admirador del asesino Rodolfo Walsh, poseído por el espíritu del médico persa Al-Razi fundador de la filosofía esotérica de la alquimia, se convirtió en alquimista del derecho penal y “transformó las pruebas en excusas”. Algo nunca visto en un juicio penal en Argentina. Es un que el alquimista nunca se enteró, de que Passarella dijo que “la pelota no dobla” señor fiscal.
Según dicen mis fuentes, la explicación es muy simple, han fracasado estrepitosamente en su intento de probar y recurrieron, como en todos los juicios de lesa humanidad en que estos fanáticos hacen agua, a la dialéctica marxista para pretender confundir, engañar con el fin de hacerles el “bocho” a los miembros del tribunal oral. Será.
Abū Bakr al-Rāzī, c. 864 o 865–925 o 935 EC, a menudo conocido como Razi o por su nombre latino Rhazes, también traducido como Rhasis, fue un médico, filósofo y alquimista persa que vivió durante la Edad de Oro islámica.
El presidente del tribunal, Doctor Sebastián, parece estar muy compenetrado cuando habla el alquimista Palazzani y en silencio parece decirle al mejor estilo Messi, “que decís bobo”.
En un pasquín que se llama el ágora[1], Palazzani el alquimista del derecho penal, con total cinismo dijo que las pruebas peritadas por la Corte Suprema de Justicia de la Nación y el cuerpo de Peritos de la Policía Federal, eran excusas no pruebas; dijo que no haber estado presente en el lugar de los hechos cuando estos ocurrieron, eran excusas no pruebas y que aunque prueben la ausencia, igual deben ser condenados; dijo que los de menor jerarquía, cabos y sargentos, tomaban grandes decisiones como si fueran comandantes; se burló de quienes podaban árboles como si ser fiscal supone una jerarquía humana superior; dijo que no era necesario que el imputado haya cometido un delito para condenarlo y que si era militar, resultaba suficiente…para terminar ironizando que los detenidos fueron a su lugar de detención por su propia voluntad burlándose nuevamente de quienes padecieron situación trágicas y traumáticas.
La verdad es que no me extraña, es un fiscal “revolucionario” y como tal, lo primero que mata es la ley, luego la verdad y sigue queriendo imponer un nuevo orden a su gusto y “piachere”. El más tonto de los habitantes de esta tierra sabe que a las personas se las condena por lo que hacen y no por la profesión que tienen y aquí cabe el dicho, de que no hay más tonto del que se cree pícaro.
Discúlpenme la sinceridad y la verdad es que no quiero ofender a nadie, pero ¿no sería conveniente hacerles una rinoscopia antes de comenzar la audiencia? Y si no es posible, por lo menos que alguien le aconseje donde conseguir de la buena.
Seguramente cuando Palazzani el alquimista del derecho penal, lea este artículo, aplicará alguna técnica de neutralización y dirá que él no dijo esto, dirá “yo no fui”, cuando él sabe muy bien que, si fue y seguirá siendo un cínico, negacionista, fundamentalista y fanático de escasas luces al que según trascendidos, le queda poco en el cargo que ocupa.
Solo espero que el Procurador General de la Nación, el Doctor Eduardo Ezequiel Casal, quien ya sancionó anteriormente al Fiscal Palazzani, tome nota nuevamente de estos disloques del alquimista Palazzani y su equipo y adopte las medidas para corregir el desprestigio del Ministerio Público Fiscal.
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Por David Sanchez.
El Ministerio Público Fiscal de la Mega Causa Zona 5 no deja de sorprender. Como escribió el Doctor Gonzalo Miño, “En lesa siempre hay lugar para una enajenación más”
Los fiscales trajeron testigos que dijeron que los habían contactado para decirles que si declaraban en el juicio les daban plata, otro testigo de la fiscalía dijo que la culpa de las violaciones a los derechos humanos la tienen los extraterrestres, dijeron que los uniformados muertos tienen que responder por los delitos que cometieron cuando estaban vivos, obligaron a los imputados agonizantes a estar presentes en las audiencias por zoom desde sus lechos de muerte hasta que murieron, y en la última audiencia del 27 de junio de 2024, el Fiscal General Miguel Angel Palazzani, admirador del asesino Rodolfo Walsh, poseído por el espíritu del médico persa Al-Razi fundador de la filosofía esotérica de la alquimia, se convirtió en alquimista del derecho penal y “transformó las pruebas en excusas”. Algo nunca visto en un juicio penal en Argentina. Es un que el alquimista nunca se enteró, de que Passarella dijo que “la pelota no dobla” señor fiscal.
Según dicen mis fuentes, la explicación es muy simple, han fracasado estrepitosamente en su intento de probar y recurrieron, como en todos los juicios de lesa humanidad en que estos fanáticos hacen agua, a la dialéctica marxista para pretender confundir, engañar con el fin de hacerles el “bocho” a los miembros del tribunal oral. Será.
Abū Bakr al-Rāzī, c. 864 o 865–925 o 935 EC, a menudo conocido como Razi o por su nombre latino Rhazes, también traducido como Rhasis, fue un médico, filósofo y alquimista persa que vivió durante la Edad de Oro islámica.
El presidente del tribunal, Doctor Sebastián, parece estar muy compenetrado cuando habla el alquimista Palazzani y en silencio parece decirle al mejor estilo Messi, “que decís bobo”.
En un pasquín que se llama el ágora[1], Palazzani el alquimista del derecho penal, con total cinismo dijo que las pruebas peritadas por la Corte Suprema de Justicia de la Nación y el cuerpo de Peritos de la Policía Federal, eran excusas no pruebas; dijo que no haber estado presente en el lugar de los hechos cuando estos ocurrieron, eran excusas no pruebas y que aunque prueben la ausencia, igual deben ser condenados; dijo que los de menor jerarquía, cabos y sargentos, tomaban grandes decisiones como si fueran comandantes; se burló de quienes podaban árboles como si ser fiscal supone una jerarquía humana superior; dijo que no era necesario que el imputado haya cometido un delito para condenarlo y que si era militar, resultaba suficiente…para terminar ironizando que los detenidos fueron a su lugar de detención por su propia voluntad burlándose nuevamente de quienes padecieron situación trágicas y traumáticas.
La verdad es que no me extraña, es un fiscal “revolucionario” y como tal, lo primero que mata es la ley, luego la verdad y sigue queriendo imponer un nuevo orden a su gusto y “piachere”. El más tonto de los habitantes de esta tierra sabe que a las personas se las condena por lo que hacen y no por la profesión que tienen y aquí cabe el dicho, de que no hay más tonto del que se cree pícaro.
Discúlpenme la sinceridad y la verdad es que no quiero ofender a nadie, pero ¿no sería conveniente hacerles una rinoscopia antes de comenzar la audiencia? Y si no es posible, por lo menos que alguien le aconseje donde conseguir de la buena.
Seguramente cuando Palazzani el alquimista del derecho penal, lea este artículo, aplicará alguna técnica de neutralización y dirá que él no dijo esto, dirá “yo no fui”, cuando él sabe muy bien que, si fue y seguirá siendo un cínico, negacionista, fundamentalista y fanático de escasas luces al que según trascendidos, le queda poco en el cargo que ocupa.
Solo espero que el Procurador General de la Nación, el Doctor Eduardo Ezequiel Casal, quien ya sancionó anteriormente al Fiscal Palazzani, tome nota nuevamente de estos disloques del alquimista Palazzani y su equipo y adopte las medidas para corregir el desprestigio del Ministerio Público Fiscal.
PrisioneroEnArgentina.com
Julio 1, 2024
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