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  Por Claudia Besone.

Frane “Frank” Selak se parece a cualquier anciano. Pero ha vivido como ningún otro.

Nació en 1929 en Croacia y durante un tiempo fue una persona bastante corriente; Un profesor de música no es exactamente un trabajo “llamativo”.

Sin embargo, esa vida aparentemente aburrida llegó a su fin en 1962, cuando viajaba en tren. Desafortunadamente para él, descarriló y cayó a un río. Selak salió vivo sólo con hipotermia y un hueso roto.

Al año siguiente, recibió la noticia de que su madre estaba enferma, reservó un vuelo que terminó con el accidente del avión. Todos a bordo estaban muertos excepto Selak, que aterrizó en un pajar.

En 1966, una repetición de 1962 excepto en un autobús, Selak escapó de una caída al río con sólo cortes y magulladuras. Otros cuatro no sobrevivieron.

Probablemente decidió que el transporte público era demasiado arriesgado para él y Selak consiguió un coche. En 1970, el motor se incendió y explotó. Tres años después, volvió a suceder.

Durante dos décadas, la mala suerte pareció dejarlo en paz, hasta que lo atropelló un autobús en 1995. Al año siguiente, un camionero descuidado hizo que su automóvil se saliera de la carretera, pasara la barandilla y cayera por un acantilado. Frane, sin embargo, escapó de su coche y fue encontrado aferrado a un árbol.

Siete años después de ese séptimo incidente, la suerte de Selak pareció cambiar cuando ganó cerca de un millón de dólares en la lotería.

Si bien Selak parece ser una persona bastante maldita, él no se ve a sí mismo de esa manera. Como él mismo dijo: “O era el hombre más desafortunado del mundo o el más afortunado. Preferí creer lo último”.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Julio 10, 2024


 

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