El 24 de junio de 1982, el vuelo 009 de British Airways volaba a 37.000 pies sobre Indonesia cuando ocurrió el desastre. El Boeing 747, pilotado por el capitán Eric Moody, entró sin saberlo en una nube de ceniza volcánica del Monte Galunggung. En cuestión de minutos, los cuatro motores fallaron, un suceso aterrador y sin precedentes en la aviación comercial.
Mientras el avión planeaba silenciosamente por el cielo nocturno, los pasajeros comenzaron a notar humo en la cabina y misteriosas llamas azules que emanaban de los motores. Las máscaras de oxígeno cayeron. El pánico se cernía sobre ellos. Pero entonces se escuchó una voz tranquila, serena e inolvidable:
“Buenas noches, damas y caballeros. Les habla el capitán. Tenemos un pequeño problema. Los cuatro motores de nuestro avión se han estancado. Estamos haciendo todo lo posible por reiniciarlos. Espero que esto no les preocupe demasiado.”
El anuncio de Moody, ya grabado en la historia de la aviación, fue una lección magistral de discreción y liderazgo bajo presión. Durante 12 agonizantes minutos, el avión descendió hacia el mar. Luego, milagrosamente, los motores volvieron a la vida. Moody y su tripulación aterrizaron el avión con seguridad en Yakarta, salvando a las 263 personas a bordo.
La serenidad del capitán Moody le valió la Condecoración de la Reina por su Valioso Servicio en el Aire y un lugar permanente en la historia de la aviación. Falleció en paz en 2024 a los 84 años, recordado no solo por su habilidad, sino por la serenidad que transmitió al borde de la catástrofe.
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El 24 de junio de 1982, el vuelo 009 de British Airways volaba a 37.000 pies sobre Indonesia cuando ocurrió el desastre. El Boeing 747, pilotado por el capitán Eric Moody, entró sin saberlo en una nube de ceniza volcánica del Monte Galunggung. En cuestión de minutos, los cuatro motores fallaron, un suceso aterrador y sin precedentes en la aviación comercial.
Mientras el avión planeaba silenciosamente por el cielo nocturno, los pasajeros comenzaron a notar humo en la cabina y misteriosas llamas azules que emanaban de los motores. Las máscaras de oxígeno cayeron. El pánico se cernía sobre ellos. Pero entonces se escuchó una voz tranquila, serena e inolvidable:
El anuncio de Moody, ya grabado en la historia de la aviación, fue una lección magistral de discreción y liderazgo bajo presión. Durante 12 agonizantes minutos, el avión descendió hacia el mar. Luego, milagrosamente, los motores volvieron a la vida. Moody y su tripulación aterrizaron el avión con seguridad en Yakarta, salvando a las 263 personas a bordo.
La serenidad del capitán Moody le valió la Condecoración de la Reina por su Valioso Servicio en el Aire y un lugar permanente en la historia de la aviación. Falleció en paz en 2024 a los 84 años, recordado no solo por su habilidad, sino por la serenidad que transmitió al borde de la catástrofe.
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 11, 2025
Tags: Aviación, Eric Moody, Indonesia, YakartaRelated Posts
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