El floreciente movimiento contracultural fue distintivo y generalizado en Estados Unidos a finales de la década de 1960. Algunos rasgos específicos definían el movimiento. En particular, las relaciones sexuales prematrimoniales, la desconfianza hacia la autoridad y el materialismo eran temas recurrentes. Estas películas, además, rechazaban la representación convencional de los personajes y su división entre buenos y malos. Los protagonistas eran, a la vez, inconformistas, inteligentes y encantadores. Los finales abiertos y la ausencia de soluciones a los problemas eran otras características propias del movimiento. Todos estos aspectos están presentes en El Graduado, lo que demuestra que la película pertenece al movimiento contracultural.
Los temas de las relaciones sexuales prematrimoniales, la desconfianza hacia la autoridad y el materialismo están presentes en El Graduado. La película narra la historia de Benjamin Braddock (Dustin Hoffman), quien tiene una relación sexual con la Sra. Robinson (Anne Bancroft) y su hija, Elaine (Katharine Ross)
Benjamin acepta la oferta de convertirse en amante de la mucho mayor Sra. Robinson a cambio de diversos beneficios personales. Ignora que podría enfrentarse a problemas debido a la autoridad de la Sra. Robinson y la posición social de su marido.
El Graduado es una película singular porque se basa en la representación poco convencional de sus personajes. Por un lado, Benjamin es un personaje negativo porque se sacrifica moralmente al convertirse en el juguete de la Sra. Robinson. Además, es un marginado social porque mantiene relaciones simultáneas con dos mujeres. Por otro lado, el protagonista es positivo porque decide ser honesto con Elaine y se esfuerza por ganarse su corazón. En consecuencia, la naturaleza controvertida del personaje demuestra que la película se inscribe en el movimiento contracultural.
El final abierto y la ausencia de una solución claramente definida también contribuyen a determinar el rumbo de la película. El Graduado termina cuando Benjamin y Elaine escapan de la boda de Elaine y Carl Smith (Brian Avery). Ambos suben a un autobús y emprenden un nuevo viaje hacia un futuro incierto. En consecuencia, el público se queda con su propia interpretación de la historia y sus propias reflexiones sobre el destino de Benjamin y Elaine.
En conclusión, algunos aspectos específicos demuestran que El Graduado es un ejemplo del movimiento contracultural que tuvo gran repercusión en Estados Unidos durante la década de 1960. Temas particulares, la representación controvertida del protagonista y un final abierto justifican esta afirmación. Por lo tanto, se puede concluir que la película seleccionada es una obra exitosa que presenta eficazmente el movimiento y merece ser vista.
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El floreciente movimiento contracultural fue distintivo y generalizado en Estados Unidos a finales de la década de 1960. Algunos rasgos específicos definían el movimiento. En particular, las relaciones sexuales prematrimoniales, la desconfianza hacia la autoridad y el materialismo eran temas recurrentes. Estas películas, además, rechazaban la representación convencional de los personajes y su división entre buenos y malos. Los protagonistas eran, a la vez, inconformistas, inteligentes y encantadores. Los finales abiertos y la ausencia de soluciones a los problemas eran otras características propias del movimiento. Todos estos aspectos están presentes en El Graduado, lo que demuestra que la película pertenece al movimiento contracultural.
Los temas de las relaciones sexuales prematrimoniales, la desconfianza hacia la autoridad y el materialismo están presentes en El Graduado. La película narra la historia de Benjamin Braddock (Dustin Hoffman), quien tiene una relación sexual con la Sra. Robinson (Anne Bancroft) y su hija, Elaine (Katharine Ross)
El Graduado es una película singular porque se basa en la representación poco convencional de sus personajes. Por un lado, Benjamin es un personaje negativo porque se sacrifica moralmente al convertirse en el juguete de la Sra. Robinson. Además, es un marginado social porque mantiene relaciones simultáneas con dos mujeres. Por otro lado, el protagonista es positivo porque decide ser honesto con Elaine y se esfuerza por ganarse su corazón. En consecuencia, la naturaleza controvertida del personaje demuestra que la película se inscribe en el movimiento contracultural.
El final abierto y la ausencia de una solución claramente definida también contribuyen a determinar el rumbo de la película. El Graduado termina cuando Benjamin y Elaine escapan de la boda de Elaine y Carl Smith (Brian Avery). Ambos suben a un autobús y emprenden un nuevo viaje hacia un futuro incierto. En consecuencia, el público se queda con su propia interpretación de la historia y sus propias reflexiones sobre el destino de Benjamin y Elaine.
En conclusión, algunos aspectos específicos demuestran que El Graduado es un ejemplo del movimiento contracultural que tuvo gran repercusión en Estados Unidos durante la década de 1960. Temas particulares, la representación controvertida del protagonista y un final abierto justifican esta afirmación. Por lo tanto, se puede concluir que la película seleccionada es una obra exitosa que presenta eficazmente el movimiento y merece ser vista.
PrisioneroEnArgentina.com
Nov 24, 2024