Como consecuencia de la crisis de 2001, la caída de DE LA RUA, en la Nación Argentina en menos de una semana se sucedieron tres presidentes, en ese ínterin los jefes militares tuvieron continuidad, lo que ayudó a preservar a las Fuerzas Armadas de los vergonzosos sucesos que ocurrían en nuestro país. Como dijera el General Belgrano el día de su muerte podemos repetir las mismas palabras: “Yo espero que los buenos ciudadanos de esta tierra trabajarán para remediar sus desgracias. Ay, Patria mía.”
Desgraciadamente el país era gobernado por malos ciudadanos, y al parecer desde 1820 a la fecha estos “ilustres ciudadanos”, responsables de hacer de la Argentina una gran nación, poco y nada habían cambiado. Desde el gobierno de PERÓN hasta nuestros días, incluido los gobiernos militares, salvo una excepción, fueron entregando las riquezas de nuestro país y así pasamos de ser la quinta potencia mundial a la miseria, que como país somos al día de hoy.
A pesar de que esta crisis que afectó a todas las instituciones del Estado, el Ejército siguió en la misma situación, vapuleado y perseguido por la venganza montada desde el gobierno de ALFONSIN. Sin embargo el Jefe del Estado Mayor General del Ejército General RICARDO BRINZONI, permaneció al mando hasta que Duhalde, entrega la presidencia a KIRCHNER.
En este aspecto me permito hacer un análisis. Si bien DUALDE decía querer terminar con la persecución a los militares que combatieron la subversión nunca hizo nada al respecto, siempre me preguntó: ¿Por qué entregó el gobierno a un ex y cobarde integrante de Montoneros? Él tuvo la oportunidad de elegir su sucesor e incluso solucionar definitivamente el problema de la persecución a las fuerzas uniformadas.
Y es así que, en mayo de 2003, con NESTOR KIRCHNER como presidente BRINZONI fue sorprendido por la decisión del descabezamiento sin precedentes de las cúpulas militares.
Es por ello que en su despedida en el Regimiento de Patricios, BRINZONI manifestó: “Ha vuelto la intriga política sobre los cuarteles”, afirmó. Kirchner le contestó con la mayor dureza, el Día del Ejército en el Colegio Militar: “Analizar las conductas del poder político no es función que le corresponda a un militar”. Empezaba una relación difícil entre Kirchner y los militares. El palco y las tribunas recibieron ese discurso presidencial de manera glacial, BRINZONI —ya relevado— fue de los pocos en aplaudir. KIRCHNER desconfiaba de BRINZONI y un generalato que había hecho todo a su alcance para que la Corte convalide las leyes del perdón. Tras despedir a una veintena de generales, nombró a un “tapado”, ROBERTO BENDINI, quien es conocido mundialmente por bajar el cuadro del General Videla el día del Ejército en el Colegio Militar de la Nación. Esto lo habría hecho porque sería una de las condiciones con que este nefasto presidente lo nombrara. No solo mostró su bajeza cumpliendo personalmente la orden, sino que mostró a la par de MARTÍN BALZA y de otros muchos generales traidores. Esos que son capaces de traicionar a sus subalterno y a su Patria y es así como sin lugar a duda asumió como un cobarde y traidor la Jefatura del Ejército. Lo mismo hizo KIRCHNER a posteriori al nombrar los jueces de la Corte Suprema de Justicia, (aspecto que será desarrollado en su oportunidad)
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Esa sería la antesala de una espuria y aberrante “política de estado” ilegal de derechos humanos que llevó a reabrir los juicios a los soldados que derrotaron a la subversión.
A continuación, Kirchner barrio a generales de simpatía menemista para domesticar una estructura de poder, puesto que no confiaba en BRINZONI que aparentemente significó una ruptura con la línea balzista, expresada en la autocrítica de 1995. A través de su primer secretario general, el General EDUARDO ALFONSO, BRINZONI tendió supuestos lazos hacia los Generales de la represión que odiaban a BALZA. Respaldó a los militares citados en los “juicios por la verdad”, declaraciones que fueron tomadas como prueba en los mal llamados juicios de lesa humanidad, intentó una “mesa de diálogo” al estilo chileno para saber el destino de los desaparecidos, que fracasó por la presión de los mismos militares.
PP-VGMT (PRESO POLÍTICO – VETERANO DE GUERRA EN EL MONTE TUCUMANO)
Por el Teniente Coronel ARIEL VALDIVIEZO.
CAPÍTULO I.
Como consecuencia de la crisis de 2001, la caída de DE LA RUA, en la Nación Argentina en menos de una semana se sucedieron tres presidentes, en ese ínterin los jefes militares tuvieron continuidad, lo que ayudó a preservar a las Fuerzas Armadas de los vergonzosos sucesos que ocurrían en nuestro país. Como dijera el General Belgrano el día de su muerte podemos repetir las mismas palabras: “Yo espero que los buenos ciudadanos de esta tierra trabajarán para remediar sus desgracias. Ay, Patria mía.”
Desgraciadamente el país era gobernado por malos ciudadanos, y al parecer desde 1820 a la fecha estos “ilustres ciudadanos”, responsables de hacer de la Argentina una gran nación, poco y nada habían cambiado. Desde el gobierno de PERÓN hasta nuestros días, incluido los gobiernos militares, salvo una excepción, fueron entregando las riquezas de nuestro país y así pasamos de ser la quinta potencia mundial a la miseria, que como país somos al día de hoy.
A pesar de que esta crisis que afectó a todas las instituciones del Estado, el Ejército siguió en la misma situación, vapuleado y perseguido por la venganza montada desde el gobierno de ALFONSIN. Sin embargo el Jefe del Estado Mayor General del Ejército General RICARDO BRINZONI, permaneció al mando hasta que Duhalde, entrega la presidencia a KIRCHNER.
En este aspecto me permito hacer un análisis. Si bien DUALDE decía querer terminar con la persecución a los militares que combatieron la subversión nunca hizo nada al respecto, siempre me preguntó: ¿Por qué entregó el gobierno a un ex y cobarde integrante de Montoneros? Él tuvo la oportunidad de elegir su sucesor e incluso solucionar definitivamente el problema de la persecución a las fuerzas uniformadas.
Y es así que, en mayo de 2003, con NESTOR KIRCHNER como presidente BRINZONI fue sorprendido por la decisión del descabezamiento sin precedentes de las cúpulas militares.
Es por ello que en su despedida en el Regimiento de Patricios, BRINZONI manifestó: “Ha vuelto la intriga política sobre los cuarteles”, afirmó. Kirchner le contestó con la mayor dureza, el Día del Ejército en el Colegio Militar: “Analizar las conductas del poder político no es función que le corresponda a un militar”. Empezaba una relación difícil entre Kirchner y los militares. El palco y las tribunas recibieron ese discurso presidencial de manera glacial, BRINZONI —ya relevado— fue de los pocos en aplaudir. KIRCHNER desconfiaba de BRINZONI y un generalato que había hecho todo a su alcance para que la Corte convalide las leyes del perdón. Tras despedir a una veintena de generales, nombró a un “tapado”, ROBERTO BENDINI, quien es conocido mundialmente por bajar el cuadro del General Videla el día del Ejército en el Colegio Militar de la Nación. Esto lo habría hecho porque sería una de las condiciones con que este nefasto presidente lo nombrara. No solo mostró su bajeza cumpliendo personalmente la orden, sino que mostró a la par de MARTÍN BALZA y de otros muchos generales traidores. Esos que son capaces de traicionar a sus subalterno y a su Patria y es así como sin lugar a duda asumió como un cobarde y traidor la Jefatura del Ejército. Lo mismo hizo KIRCHNER a posteriori al nombrar los jueces de la Corte Suprema de Justicia, (aspecto que será desarrollado en su oportunidad)
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Esa sería la antesala de una espuria y aberrante “política de estado” ilegal de derechos humanos que llevó a reabrir los juicios a los soldados que derrotaron a la subversión.
A continuación, Kirchner barrio a generales de simpatía menemista para domesticar una estructura de poder, puesto que no confiaba en BRINZONI que aparentemente significó una ruptura con la línea balzista, expresada en la autocrítica de 1995. A través de su primer secretario general, el General EDUARDO ALFONSO, BRINZONI tendió supuestos lazos hacia los Generales de la represión que odiaban a BALZA. Respaldó a los militares citados en los “juicios por la verdad”, declaraciones que fueron tomadas como prueba en los mal llamados juicios de lesa humanidad, intentó una “mesa de diálogo” al estilo chileno para saber el destino de los desaparecidos, que fracasó por la presión de los mismos militares.
PP-VGMT (PRESO POLÍTICO – VETERANO DE GUERRA EN EL MONTE TUCUMANO)
Ariel Valdiviezo
DNI: 8.196.717
PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 17, 2019
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