Ayer asumió constitucionalmente la presidencia de Bolivia la heroica vicepresidente segunda del Senado, Jeanine Añez, por renuncia del fraudulento presidente Morales, de su servil vicepresidente y de los dos superiores en la jerarquía del Senado. Lo hizo con los Cuatro Evangelios en la mano, como una inequívoca señal de que se propone ayudar a Bolivia a renovar la confesión de su verdadera fe cristiana, luego de los trece años de paganización descarada impuesta por Morales, con la excusa de que es indígena, como si eso fuera sinónimo de la negación de Nuestro Señor Jesucristo. En esa repudiable intentona lo acompaña el mismísimo Papa con su sacrílego culto de la “pachamama” o de la “madre tierra” cuya deforme estatuilla veneró en los jardines vaticanos no hace mucho y a la cual se remiten, más o menos veladamente, las conclusiones del Sínodo del Amazonas realizado hace pocos días en Roma.
Este insólito paralelismo es una clara señal de que la Presidente Añez debe abstenerse de todo pedido de consejo o ayuda al Papa e insistir en el ejercicio de su autoridad contra la ola de indignación levantada por toda la izquierda del mundo alegando que lo que hubo en Bolivia fue un golpe de Estado militar cuando lo que hubo, como lo acaba de afirmar el Secretario de la OEA Almagro, fue un intento de usurpación presidencial por parte del fraudulento Morales.
En Bolivia, como dijo un hombre de pueblo anónimo y sus declaraciones gravadas circulan profusamente por Internet, fue la acción del pueblo boliviano, unido a sus FFAA y de seguridad, con líderes políticos nuevos y al parecer auténticos, como el Sr. Camacho, quienes han dado un ejemplo a toda Hispanoamérica y esa acción victoriosa es un “rayito de esperanza” para los esclavizados pueblos de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Entretanto, el cobarde Piñera está dejando libre curso a la subversión de Chile. Profanaciones de iglesias, incendio de edificios, asalto a un cuartel, saqueos, asesinatos y muchas otras tropelías cometidas por encapuchados cuya organización y eficacia están mostrando que es algo perfectamente planeado y ejecutado, están sucediendo desde hace 25 días sin interrupción. Por su parte, la izquierda de clase media realiza grandes manifestaciones mal llamadas “pacíficas” pero que en realidad son parte del programa subversivo. El pueblo pobre, en cuyo nombre dicen actuar los otros, no participa de ese descalabro. Por su parte, Piñera no hace más que ceder y retroceder, concediendo todo lo que piden los insurgentes, dejando inermes las instituciones del gobierno chileno, incluyendo sus FFAA.
Un militar chileno, el Teniente Coronel (r) PATRICIO QHILHOT PALMA, ex miembro de la Dina quien tiene varios escritos y fue procesado en el año 2009 por hechos en los años 70, grabó el 12 de Noviembre una declaración que vale la pena oír. Lamentablemente no hemos localizado fotos de este expositor.
En resumen, esa declaración es una denuncia grave contra Piñera y los mandos militares que no están reaccionando como la situación de Chile lo exige pues hay una insurgencia en curso que marcha hacia una guerra civil para la cual la cual la izquierda está plenamente armada y lista para iniciar una mortífera guerra de guerrillas.
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En vísperas de nuestra propia caída en manos de la misma conjura neo-comunista por medio del kirchnerismo victorioso, estos dos casos, el de Bolivia y el de Chile, son sumamente aleccionadores. Macri es peor que Piñera y nos entregará como lo viene haciendo desde casi cuatro años. ¿Será que los “argentinos” insistiremos en nuestra cobardía y falta de inteligencia? ¿O reaccionaremos aceptando nuevos y auténticos patriotas como dirigentes de una resistencia a la altura del peligro?
Ayer asumió constitucionalmente la presidencia de Bolivia la heroica vicepresidente segunda del Senado, Jeanine Añez, por renuncia del fraudulento presidente Morales, de su servil vicepresidente y de los dos superiores en la jerarquía del Senado. Lo hizo con los Cuatro Evangelios en la mano, como una inequívoca señal de que se propone ayudar a Bolivia a renovar la confesión de su verdadera fe cristiana, luego de los trece años de paganización descarada impuesta por Morales, con la excusa de que es indígena, como si eso fuera sinónimo de la negación de Nuestro Señor Jesucristo. En esa repudiable intentona lo acompaña el mismísimo Papa con su sacrílego culto de la “pachamama” o de la “madre tierra” cuya deforme estatuilla veneró en los jardines vaticanos no hace mucho y a la cual se remiten, más o menos veladamente, las conclusiones del Sínodo del Amazonas realizado hace pocos días en Roma.
Este insólito paralelismo es una clara señal de que la Presidente Añez debe abstenerse de todo pedido de consejo o ayuda al Papa e insistir en el ejercicio de su autoridad contra la ola de indignación levantada por toda la izquierda del mundo alegando que lo que hubo en Bolivia fue un golpe de Estado militar cuando lo que hubo, como lo acaba de afirmar el Secretario de la OEA Almagro, fue un intento de usurpación presidencial por parte del fraudulento Morales.
En Bolivia, como dijo un hombre de pueblo anónimo y sus declaraciones gravadas circulan profusamente por Internet, fue la acción del pueblo boliviano, unido a sus FFAA y de seguridad, con líderes políticos nuevos y al parecer auténticos, como el Sr. Camacho, quienes han dado un ejemplo a toda Hispanoamérica y esa acción victoriosa es un “rayito de esperanza” para los esclavizados pueblos de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
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Añez 
Piñera 
Bergoglio 
Camacho
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Macri 
Almagro 
Evo Morales 
Beccar Varela
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Entretanto, el cobarde Piñera está dejando libre curso a la subversión de Chile. Profanaciones de iglesias, incendio de edificios, asalto a un cuartel, saqueos, asesinatos y muchas otras tropelías cometidas por encapuchados cuya organización y eficacia están mostrando que es algo perfectamente planeado y ejecutado, están sucediendo desde hace 25 días sin interrupción. Por su parte, la izquierda de clase media realiza grandes manifestaciones mal llamadas “pacíficas” pero que en realidad son parte del programa subversivo. El pueblo pobre, en cuyo nombre dicen actuar los otros, no participa de ese descalabro. Por su parte, Piñera no hace más que ceder y retroceder, concediendo todo lo que piden los insurgentes, dejando inermes las instituciones del gobierno chileno, incluyendo sus FFAA.
Un militar chileno, el Teniente Coronel (r) PATRICIO QHILHOT PALMA, ex miembro de la Dina quien tiene varios escritos y fue procesado en el año 2009 por hechos en los años 70, grabó el 12 de Noviembre una declaración que vale la pena oír. Lamentablemente no hemos localizado fotos de este expositor.
En resumen, esa declaración es una denuncia grave contra Piñera y los mandos militares que no están reaccionando como la situación de Chile lo exige pues hay una insurgencia en curso que marcha hacia una guerra civil para la cual la cual la izquierda está plenamente armada y lista para iniciar una mortífera guerra de guerrillas.
[/ezcol_3fifth_end] En vísperas de nuestra propia caída en manos de la misma conjura neo-comunista por medio del kirchnerismo victorioso, estos dos casos, el de Bolivia y el de Chile, son sumamente aleccionadores. Macri es peor que Piñera y nos entregará como lo viene haciendo desde casi cuatro años. ¿Será que los “argentinos” insistiremos en nuestra cobardía y falta de inteligencia? ¿O reaccionaremos aceptando nuevos y auténticos patriotas como dirigentes de una resistencia a la altura del peligro?
Cosme Beccar Varela