Aldrich Ames era un oficial de la CIA, hablaba ruso y se especializó en los procedimientos y protocolos de los servicios de inteligencia soviéticos, incluyendo la KGB, el servicio de inteligencia extranjera de la URSS. Su asignación inicial en el extranjero fue en Ankara, Turquía, donde se dirigió a oficiales de inteligencia rusos para su reclutamiento. Más tarde, trabajó en Nueva York y Ciudad de México, México. El 16 de abril de 1985, mientras estaba asignado a la División Soviética/Europa del Este de la CIA en la sede de la Agencia en Langley, Virginia, se ofreció en secreto a oficiales de la KGB en la Embajada de la URSS, Washington, D.C. Poco después, la KGB le pagó $50.000. Durante el verano de 1985, Ames se reunió varias veces con un diplomático ruso al que pasó información clasificada sobre fuentes humanas de la CIA y el FBI, así como operaciones técnicas dirigidas a la Unión Soviética. En diciembre de 1985, Ames se reunió con un oficial de la KGB con sede en Moscú en Bogotá, Colombia. En julio de 1986, Ames fue transferido a Roma, Italia.
En Roma, Ames continuó sus reuniones con la KGB, incluyendo un diplomático ruso asignado en Roma y un oficial de la KGB con sede en Moscú. Al final de su asignación en Roma, Ames recibió instrucciones de la KGB con respecto a los contactos clandestinos en el área de Washington, D.C., donde sería asignado a continuación. Además, la KGB entregó a Ames -a manera de presión- un documento aduciendo que ellos le habían pagado Un millón Ochocientos Ochenta mil dólares en los cuatro años desde que se ofreció como voluntario.
A su regreso a Washington, D.C. en 1989, Ames continuó transmitiendo documentos clasificados a la KGB, usando “gotas muertas” (escondites preacordados donde dejaría los documentos para ser recogidos más tarde por oficiales de la KGB). A cambio, la KGB dejaba dinero e instrucciones para Ames, por lo general en otras “gotas muertas”.
Mientras tanto, la CIA y el FBI se enteraron de que los funcionarios rusos que habían sido reclutados por ellos como dobles espías estaban siendo arrestados y ejecutados. Estas fuentes humanas habían proporcionado información de inteligencia crítica sobre la URSS, que fue utilizada por los responsables políticos estadounidenses para determinar la política exterior de Estados Unidos. Tras las revisiones analíticas y la recepción de información sobre la riqueza inexplicable de Ames, el FBI abrió una investigación en mayo de 1993.
Ames es un ex oficial de la Agencia Central de Inteligencia convertido en agente doble de la KGB, que fue declarado culpable de espionaje en 1994. Está cumpliendo cadena perpetua, sin posibilidad de libertad condicional, en la Institución Correccional Federal en Terre Haute, Indiana, Estados Unidos. Nacimiento: 26 de mayo de 1941 (78 años), River Falls, WI
Agentes especiales y especialistas en investigación del FBI llevaron a cabo una vigilancia física y electrónica intensiva de Ames durante la investigación que se prolongó por 10 meses. Las pesquisas de las residencias de Ames revelaron documentos y otra información que vinculaba al traidor con el servicio de inteligencia extranjero ruso. El 13 de octubre de 1993, investigadores observaron una marca de tiza que Ames hizo en un buzón confirmando a los rusos su intención de reunirse con ellos en Bogotá, Colombia. Cuando Ames planeó viajes al extranjero, incluyendo un viaje a Moscú, como parte de sus deberes oficiales, se aprobó una orden para arrestarlo. El analista de la CIA Aldrich Ames fue arrestado por agentes del FBI fuera de su casa el 21 de febrero de 1994. Ames proporcionó una gran cantidad de secretos a los soviéticos, lo que llevó a poner en riesgo de más de 100 operaciones de inteligencia estadounidenses y a la muerte de 10 agentes activos estadounidenses.
Lo que en realidad hundió a Ames fueron sus excentricidades. Con frecuencia era reprendido por dormir en el trabajo en la CIA, también fue castigado por tener tres asuntos extramatrimoniales, lo que no suena como parte de una misión de la CIA. Ames simplemente conducía hasta la Embajada Soviética, entraba con una caja llena de documentos, almorzaba con su contacto, tomaba sus 50 mil y luego salía por la puerta principal con el dinero en efectivo. Ames despertó sospechas cuando alguien comenzó a preguntarse por qué el tipo roncando en su escritorio y usando una botella de whiskey como almohada estaba conduciendo a la oficina en un nuevo Jaguar. A Ames se le pagaba unos 60.000 dólares al año en ese momento, pero de alguna manera logró comprar una casa por $600,000 en efectivo. Cuando examinaron sus finanzas, la CIA encontró que incluso las facturas telefónicas mensuales de Ames excedían los 6.000 dólares.
Después de sus arrestos y declaraciones de culpabilidad, Ames fue interrogado por agentes del FBI, momento en el que detalló las identidades de agentes de la CIA y del FBI, algunas de las cuales fueron ejecutadas por las autoridades de la URSS. De conformidad con su acuerdo de culpabilidad, perdió sus activos en los Estados Unidos, y $547,000 fueron entregados al Fondo de Asistencia para Víctimas del Departamento de Justicia. Ames cumple su condena en el sistema penitenciario federal.
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Aldrich Ames era un oficial de la CIA, hablaba ruso y se especializó en los procedimientos y protocolos de los servicios de inteligencia soviéticos, incluyendo la KGB, el servicio de inteligencia extranjera de la URSS. Su asignación inicial en el extranjero fue en Ankara, Turquía, donde se dirigió a oficiales de inteligencia rusos para su reclutamiento. Más tarde, trabajó en Nueva York y Ciudad de México, México. El 16 de abril de 1985, mientras estaba asignado a la División Soviética/Europa del Este de la CIA en la sede de la Agencia en Langley, Virginia, se ofreció en secreto a oficiales de la KGB en la Embajada de la URSS, Washington, D.C. Poco después, la KGB le pagó $50.000. Durante el verano de 1985, Ames se reunió varias veces con un diplomático ruso al que pasó información clasificada sobre fuentes humanas de la CIA y el FBI, así como operaciones técnicas dirigidas a la Unión Soviética. En diciembre de 1985, Ames se reunió con un oficial de la KGB con sede en Moscú en Bogotá, Colombia. En julio de 1986, Ames fue transferido a Roma, Italia.
A su regreso a Washington, D.C. en 1989, Ames continuó transmitiendo documentos clasificados a la KGB, usando “gotas muertas” (escondites preacordados donde dejaría los documentos para ser recogidos más tarde por oficiales de la KGB). A cambio, la KGB dejaba dinero e instrucciones para Ames, por lo general en otras “gotas muertas”.
Mientras tanto, la CIA y el FBI se enteraron de que los funcionarios rusos que habían sido reclutados por ellos como dobles espías estaban siendo arrestados y ejecutados. Estas fuentes humanas habían proporcionado información de inteligencia crítica sobre la URSS, que fue utilizada por los responsables políticos estadounidenses para determinar la política exterior de Estados Unidos. Tras las revisiones analíticas y la recepción de información sobre la riqueza inexplicable de Ames, el FBI abrió una investigación en mayo de 1993.
Ames es un ex oficial de la Agencia Central de Inteligencia convertido en agente doble de la KGB, que fue declarado culpable de espionaje en 1994. Está cumpliendo cadena perpetua, sin posibilidad de libertad condicional, en la Institución Correccional Federal en Terre Haute, Indiana, Estados Unidos.
Nacimiento: 26 de mayo de 1941 (78 años), River Falls, WI
Lo que en realidad hundió a Ames fueron sus excentricidades. Con frecuencia era reprendido por dormir en el trabajo en la CIA, también fue castigado por tener tres asuntos extramatrimoniales, lo que no suena como parte de una misión de la CIA. Ames simplemente conducía hasta la Embajada Soviética, entraba con una caja llena de documentos, almorzaba con su contacto, tomaba sus 50 mil y luego salía por la puerta principal con el dinero en efectivo. Ames despertó sospechas cuando alguien comenzó a preguntarse por qué el tipo roncando en su escritorio y usando una botella de whiskey como almohada estaba conduciendo a la oficina en un nuevo Jaguar. A Ames se le pagaba unos 60.000 dólares al año en ese momento, pero de alguna manera logró comprar una casa por $600,000 en efectivo. Cuando examinaron sus finanzas, la CIA encontró que incluso las facturas telefónicas mensuales de Ames excedían los 6.000 dólares.
Después de sus arrestos y declaraciones de culpabilidad, Ames fue interrogado por agentes del FBI, momento en el que detalló las identidades de agentes de la CIA y del FBI, algunas de las cuales fueron ejecutadas por las autoridades de la URSS. De conformidad con su acuerdo de culpabilidad, perdió sus activos en los Estados Unidos, y $547,000 fueron entregados al Fondo de Asistencia para Víctimas del Departamento de Justicia. Ames cumple su condena en el sistema penitenciario federal.
PrisioneroEnArgentina.com
Noviembre 15, 2019