El 29 de octubre pasado, monseñor Santiago Olivera, actual obispo castrense de la República Argentina, en el V Curso Internacional de formación de los capellanes militares católicos en el derecho internacional humanitario celebrado en el Instituto Patrístico Agustiniano, dejó algunos conceptos en ralación a los problemas de la justicia en el país.
“La verdad tiene una fuerza esplendorosa y sin verdad, y sin justicia no será posible una paz estable”, dijo el religioso.
Olivera sentenció que “se trata de un tema muy sensible a nuestra realidad argentina y que merece un trato sereno, claro y veraz, con el mayor esfuerzo de no ser teñido por ninguna ideología. Nunca el fin justifica los medios. Querer justificar acciones por violaciones a los derechos humanos, violando esos mismos derechos es un contrasentido”, expresó Oivera en referencia a los mal llamados casos de lesa humanidad: “Personas mayores que fueron detenidas durante más de 9 años, en una prolongada prisión preventiva sufriendo todo lo que ese estado les ha significado. Fueron y son calificados de genocidas y, a pesar de ello, algunos fueron absueltos. Peor aún, están siendo juzgados con leyes técnicamente retroactivas, alejadas de los principios fundamentales del derecho penal, nacional e internacional”.
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“Dentro de unos años, muchos deberemos pedir perdón por tanto silencio”
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“En el artículo 18 de la Constitución Nacional Argentina, lo primero que se enuncia es que ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso”, informa el obispo.
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Monseñor Santiago Olivera denuncia esta situación ya que “dentro de unos años, muchos deberemos pedir perdón por tanto silencio”. No podemos permanecer callados cuando se priva a los acusados del derecho fundamental del debido proceso, como así también cuando se les niega el beneficio que por edad o estado de salud está previsto en cuanto a la detención en su domicilio y cuando son excluidos de una asistencia médica elemental”.
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“La verdad tiene una fuerza esplendorosa y sin verdad, y sin justicia no será posible una paz estable”, dijo el religioso.
Olivera sentenció que “se trata de un tema muy sensible a nuestra realidad argentina y que merece un trato sereno, claro y veraz, con el mayor esfuerzo de no ser teñido por ninguna ideología. Nunca el fin justifica los medios. Querer justificar acciones por violaciones a los derechos humanos, violando esos mismos derechos es un contrasentido”, expresó Oivera en referencia a los mal llamados casos de lesa humanidad: “Personas mayores que fueron detenidas durante más de 9 años, en una prolongada prisión preventiva sufriendo todo lo que ese estado les ha significado. Fueron y son calificados de genocidas y, a pesar de ello, algunos fueron absueltos. Peor aún, están siendo juzgados con leyes técnicamente retroactivas, alejadas de los principios fundamentales del derecho penal, nacional e internacional”.
[ezcol_3fifth]“En el artículo 18 de la Constitución Nacional Argentina, lo primero que se enuncia es que ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso”, informa el obispo.
[/ezcol_2fifth_end]Monseñor Santiago Olivera denuncia esta situación ya que “dentro de unos años, muchos deberemos pedir perdón por tanto silencio”. No podemos permanecer callados cuando se priva a los acusados del derecho fundamental del debido proceso, como así también cuando se les niega el beneficio que por edad o estado de salud está previsto en cuanto a la detención en su domicilio y cuando son excluidos de una asistencia médica elemental”.
Colaboración: DRA. ANDREA PALOMAS ALARCÓN
PrisioneroEnArgentina.com
Noviembre 17, 2019