El secretario de Salud, Rodolfo Rubinstein, dictó dos resoluciones consecutivas, la primera, número 3158, referida al aborto, eufemísticamente denominado “interrupción legal del embarazo” de contenido aberrante por donde se lo mire, que, finalmente, ha sido derogada por decreto presidencial. La segunda, la 3159, dispone la obligatoriedad de la cobertura del 100% “para los pacientes bajo tratamientos hormonales integrales que tienen por finalidad cambiar los caracteres secundarios que responden al sexo gonadal para la adecuación de la imagen al género autopercibido” [sic]. En otras palabras, los centros de salud, privados o públicos, obras sociales y entidades de medicina prepaga deben cubrir los procedimientos para hombres que quieren aparecer como mujeres, y viceversa: mujeres que quieren aparecer como hombres. Esta disposición, aberrante también, pasa inadvertidamente y nadie pide su derogación. Ni el aborto provocado es un tema de salud, pues el embarazo no es una peste; tampoco lo es el travestismo, lo que no necesita explicación.
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Cartas de Lectores del diario La Nación
Por ALBERTO SOLANET
El secretario de Salud, Rodolfo Rubinstein, dictó dos resoluciones consecutivas, la primera, número 3158, referida al aborto, eufemísticamente denominado “interrupción legal del embarazo” de contenido aberrante por donde se lo mire, que, finalmente, ha sido derogada por decreto presidencial. La segunda, la 3159, dispone la obligatoriedad de la cobertura del 100% “para los pacientes bajo tratamientos hormonales integrales que tienen por finalidad cambiar los caracteres secundarios que responden al sexo gonadal para la adecuación de la imagen al género autopercibido” [sic]. En otras palabras, los centros de salud, privados o públicos, obras sociales y entidades de medicina prepaga deben cubrir los procedimientos para hombres que quieren aparecer como mujeres, y viceversa: mujeres que quieren aparecer como hombres. Esta disposición, aberrante también, pasa inadvertidamente y nadie pide su derogación. Ni el aborto provocado es un tema de salud, pues el embarazo no es una peste; tampoco lo es el travestismo, lo que no necesita explicación.
Alberto Solanet
asolanet@estudiosolanet.com.ar
Envío: DRA. ANDREA PALOMAS ALARCÓN
PrisioneroEnArgentina.com
Noviembre 23, 2019