“El concepto de piedad da nombre a la virtud que provoca devoción frente a todo lo que guarda relación con del uno dar al otro se guía por el amor que se siente hacia el otro, prójimo, hermano, compañero, aquel con el cuál coexisto… Cuando alguien refleja piedad por otro sujeto, decide ayudarlo, asistirlo, conjugar sus dolores físicos y las lágrimas del desposeído, del olvidado o segregado, aquel que la impunidad del poder esclaviza hasta la sevicia, hoy estamos en la ex – Argentina.
Pero aun así hay hombres y mujeres que regalan sus vidas por Piedad otros ignoran el significado y lucran corrompidos en cuerpo y alma.
Recordemos que la corrupción llega primero por la corrosión, desde adentro y hacia afuera. Y están perdidos en ataúdes “presidencial” y yertos con las manos tan vacías como llenas estuvieron de poder y de fortunas.
Hace mucho tiempo escribí una larga carta al presiente Macri, donde entre otras cosas, propugnaba reflexiones, sobre “que sentiría frente al ataúd de su padre un hombre poderoso y sensual por contrato…y acto seguido le preguntaba que sentía en las noches cundo iba a dar el beso de las noches a sus hijos.”
Los hombres más poderosos son los más débiles en afectividad emocional y los mas perversos en el ejercicio del poder.
El negocio de la pandemia, un pingüe negocio del “estado de sitio”, que vive la población mientras en edificios de Puerto Madero se descorchan botellas de champan, por los supuestos éxitos financieros y de la deuda. No sienten Piedad.
Recordemos que por encima de las confesiones religiosas (a las que le es propio) La piedad es al decir de Madre Teresa de Calcuta “dar y dar hasta que duela“ y esta mujer cumplió su cometido hasta su muerte… pero que era para ella la Piedad. Era ir no esperar a que la llamen en beneficio de los paupérrimos necesitados, nunca la Teología de la Liberación del cura Bergoglio, escondido por mas de una escafandra y como capitoste de un Pueblo de Dios al que su praxis no emula el evangelio de Juan 15- 12 15.
Ante la pandemia no sirven cultos partidocrático, si sirve la acción y la Piedad.
Me pregunto hasta qué punto la piedad enunciada es Piedad en serio. Como la grandeza de nuestros próceres que fungieron Piedad ante sus soldados con los que iban a morir. Ellos no pensaron en ellos, solo pensaron en el ideal de la Patria y pusieron Piedad para lograrlo.
Hoy los castrados políticamente pululan en discursos y apologías del delito, segregando a una etnia de adultos mayores condenados tortura mediante a morir por el solo hecho de darle a la Patria, la libertad y la democracia. Para ellos no hay piedad. Si sanguinaria TORTURA Y MUERTE.
La Piedad, no es cuestión de velas y agua bendita, es cuestión de Justicia y Honor, parte del Amor y la Paz conciliado el Estado de Derecho y la Sanidad Jurídica y Financiera. Todo lo demás, son calzones sucios y perfumes caros, sin PIEDAD.
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Por CARLOS DEL SEÑOR HIDALGO GARZÓN
“El concepto de piedad da nombre a la virtud que provoca devoción frente a todo lo que guarda relación con del uno dar al otro se guía por el amor que se siente hacia el otro, prójimo, hermano, compañero, aquel con el cuál coexisto… Cuando alguien refleja piedad por otro sujeto, decide ayudarlo, asistirlo, conjugar sus dolores físicos y las lágrimas del desposeído, del olvidado o segregado, aquel que la impunidad del poder esclaviza hasta la sevicia, hoy estamos en la ex – Argentina.
Pero aun así hay hombres y mujeres que regalan sus vidas por Piedad otros ignoran el significado y lucran corrompidos en cuerpo y alma.
Recordemos que la corrupción llega primero por la corrosión, desde adentro y hacia afuera. Y están perdidos en ataúdes “presidencial” y yertos con las manos tan vacías como llenas estuvieron de poder y de fortunas.
Hace mucho tiempo escribí una larga carta al presiente Macri, donde entre otras cosas, propugnaba reflexiones, sobre “que sentiría frente al ataúd de su padre un hombre poderoso y sensual por contrato…y acto seguido le preguntaba que sentía en las noches cundo iba a dar el beso de las noches a sus hijos.”
Los hombres más poderosos son los más débiles en afectividad emocional y los mas perversos en el ejercicio del poder.
El negocio de la pandemia, un pingüe negocio del “estado de sitio”, que vive la población mientras en edificios de Puerto Madero se descorchan botellas de champan, por los supuestos éxitos financieros y de la deuda. No sienten Piedad.
Recordemos que por encima de las confesiones religiosas (a las que le es propio) La piedad es al decir de Madre Teresa de Calcuta “dar y dar hasta que duela“ y esta mujer cumplió su cometido hasta su muerte… pero que era para ella la Piedad. Era ir no esperar a que la llamen en beneficio de los paupérrimos necesitados, nunca la Teología de la Liberación del cura Bergoglio, escondido por mas de una escafandra y como capitoste de un Pueblo de Dios al que su praxis no emula el evangelio de Juan 15- 12 15.
Ante la pandemia no sirven cultos partidocrático, si sirve la acción y la Piedad.
Me pregunto hasta qué punto la piedad enunciada es Piedad en serio. Como la grandeza de nuestros próceres que fungieron Piedad ante sus soldados con los que iban a morir. Ellos no pensaron en ellos, solo pensaron en el ideal de la Patria y pusieron Piedad para lograrlo.
Hoy los castrados políticamente pululan en discursos y apologías del delito, segregando a una etnia de adultos mayores condenados tortura mediante a morir por el solo hecho de darle a la Patria, la libertad y la democracia. Para ellos no hay piedad. Si sanguinaria TORTURA Y MUERTE.
La Piedad, no es cuestión de velas y agua bendita, es cuestión de Justicia y Honor, parte del Amor y la Paz conciliado el Estado de Derecho y la Sanidad Jurídica y Financiera. Todo lo demás, son calzones sucios y perfumes caros, sin PIEDAD.
Carlos del Señor Hidalgo Garzón
DNI 7755682 – Abogado- Prisionero Político
Cshg.krieg.357m@gmail.com
PrisioneroEnArgentina.com
Abril 17, 2020