DIEZ “EXPERTOS” PERONISTAS Y SIN IDONEIDAD CONOCIDA NOS MANTIENEN PRESOS: ES HORA DE DESENMASCARARLOS Y EXIGIR LIBERTAD

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 Por COSME BECCAR VARELA

“La cuarentena no se va a levantar por mucho tiempo”, dijo ayer en la quinta de Olivos uno de los “expertos” convocados por Fernandez (el que ejerce la Presidencia de la Nación), que pidió reserva de su nombre. Obviamente sabe que dijo una brutalidad y no quiere “quemarse” identificándose públicamente.

Si este es una muestra de los diez “expertos” que constituye el “comité de infectólogos” que Fernandez obedece ciegamente (digo “ciegamente” porque no entiende nada de epidemias, ni de “coronavirus”, ni sobre los efectos de la cuarentena) es de terror, por que está en juego el futuro del país y nuestra libertad personal. Fernandez, que ha usurpado la suma del poder público, nos tiene en prisión domiciliaria a los 44.000.000 de habitantes por tiempo indefinido invocando lo que le dicen esos “expertos” de pacotilla.  

Fernández

¿Qué país puede soportar su inmovilización por tiempo indefinido sin caer en la miseria y matar a muchos por hambre? Y si hubiera alguno, sin duda no será este porque hace rato que está en quiebra. Pero a Fernandez, que goza cada minuto de las prebendas de su poder usurpado, esto no le interesa. Será el problema de quien lo suceda y, como van las cosas, a ese tampoco le interesará porque será una réplica del venezolano Maduro que reina sobre la miseria se su pueblo y por las ametralladoras de las FFAA al mando de los castristas. Nuestro futuro “presidente” será una réplica de Maduro.  

Hoy nos enteramos quienes son los “expertos” que nos tienen presos por medio de la arbitrariedad de Fernandez. “La Nación” publicó una foto de ellos (24/4/2020, pags. 2 y 3), muy sonrientes, en los jardines de la quinta de Olivos junto con el “dueño de casa” que está acompañado también por el ministro de salud, asesino de niños por nacer, por Cafiero jefe de gabinete de prontuariada prosapia y por una tal Carla Vizzoti, secretaria de acceso a la salud cuyas aptitudes y moralidad son absolutamente desconocidas.

Todos esos expertos han sido nombrados por el gobierno peronista (incluido Fernandez) y nunca se publicaron sus antecedentes ni las las calificaciones que los habilitan para mantenernos en prisión domiciliaria por su mera voluntad. Son ellos: Mirta Roses, Pedro Cahn, Florencia Cahn, Omar Sued, Gonzalo Camargo, Angela Gentile, Gustavo Lopardo, Carlota Russ, Eduardo Lopez y Laui Cámera. ¿Alguien los conoce?

Señores médicos serios que leen estas líneas, ¿podrían decirnos si es razonable poner en manos de esos diez individuos (probablemente todos peronistas) la libertad de 44.000.000 de habitantes? Creo que Uds. están obligados a hablar porque lo que está en juego es demasiado serio como para que Uds. guarden un silencio que se convierte cada día más en complicidad.

¿No sería exigible que intervenga urgentemente un consejo de médicos serios, independientes y honorables antes de seguir con este encarcelamiento agobiante?

Cafiero

Esos audaces “expertos” llevaron ayer a Fernandez una “propuesta consensuada” que aprobó el asesino ministerial de niños. ¿”Consensuada”? ¿Qué quiere decir eso? ¿Qué se pusieron de acuerdo para recomendar el mantenimiento de la “cuarentena”? ¿Y eso qué valor tiene cuando se trata de un asunto científico en el que los datos de la ciencia son lo que son sin dependencia de un “acuerdo” entre supuestos “expertos”? ¿El “consenso” es un dato científico o un acuerdo de un grupo interesado en alcanzar ese acuerdo? Un “consenso” no es ciencia, es política.

Todos sabemos que el poder de Fernandez está basado casi exclusivamente sobre el terror que inspira en los incautos la posibilidad de que una peste ignota y mortal se extienda. O sea que hay un INTERÉS POLÍTICO en que la cuarentena siga indefinidamente y que se la considere indefectiblemente mortal.

Esa clase de “consensos” no serían posibles si no fuera que TODOS los “expertos” han sido nombrados por el gobierno peronista.  Si hubiera consejeros independientes, sabios y honorables en vez de diez individuos audaces políticamente rejuntados cuya foto en “La Nación” revela que lo son, porque como dijo Lincoln, toda persona, después de los 30 años, es responsable de su cara y de los diez, casi todos pasan (por poco) esa edad, si esos consejeros dignos, digo, estuvieran actuando, no podría continuar esta farsa siniestra. Entre otras razones porque esos consejeros saben que vivir es un permanente riesgo de morir y no se puede encarcelar a todo un pueblo por temor a que se mueran algunos o muchos por una de las varias enfermedades de las que puede morir alguien. Vivir encarcelado no es vivir: es acabar de a poco con una vida desdichada.  

Estoy enormemente preocupado porque creo que el objetivo de todo esto, además del egoísmo político mezquino de Fernandez es un plan más grave y es convertirnos, previa la ruina y el hambre, en otra Venezuela. NO ENTIENDO COMO LOS ARGENTINOS CULTOS NO SE DAN CUENTA DE ESTA PERSPECTIVA DRAMÁTICA.

Es urgente que médicos serios y honorables del país desenmascaren a este “grupo de expertos” y digan la verdad sobre la situación Y a su vez, juristas de la misma calidad se pronuncien sobre las numerosas violaciones a las libertades constitucionales que se están cometiendo por simple decreto presidencial.

Larreta

En primer lugar, según el Diccionario “cuarentena” es “el espacio de tiempo durante el cual está detenidos, incomunicados y en observación en un lazareto los que se presume vienen de lugares infectos o sospechosos de algún mal contagioso” (Enciclopedia Espasa, tomo 16, pag. 753). Aquí se comete el absurdo de poner en cuarentena a todo el país, que no vienen de ninguna parte, que están todos aquí, que están sanos y no durante un tiempo sino indefinidamente en “cuarentena”.

En segundo lugar que controlen la veracidad de los datos que da el gobierno para mantener el terror general. Y si se detectan realmente enfermos peligrosos, que se los ponga A ELLOS EN CUARENTENA y no a todos los demás. Ayer dijeron que hay UN enfermo en la villa 31. ¿Pretenderán contarlo para justificar la “cuarentena” de todos nosotros? Ese enfermo debe ser recluido y los demás que en ese conglomerado de usurpadores adulado por el monstruoso Rodriguez Larreta que estén contagiados, lo mismo.

Toda persona que se respete exige LIBERTAD, libertad legítima, desde luego, y no libertinaje. Si mis coterráneos se desinteresan de la suya y de la del resto del país, son unos descastados despreciables, se los digo con todas las letras y deberán dejar de cantar el Himno porque sería un acto más de hipocresía de su parte empezar con la frase. “Oid  mortales el grito sagrado. ¡Libertad, libertad, libertad.”

Si esos indiferentes culpables quisieran, podrían salvar la Patria del triste destino que le preparan. Recuerden que cuando el monstruoso Rodriguez Larreta quiso reforzar las cadenas de los mayores de 70 años bastaron un artículo de Claudio Escribano en “La Nación” y dos o tres cartas de lectores para que el venenoso Intendente diera marcha atrás. Ahora está en juego algo mucho más grave: ¿Por qué Escribano y todos Uds. señores de las “clases cultas” callan y consienten? Eso es traición a la Patria.

Cosme Beccar Varela

NOTA DESMITIFICADORA DE UN VERDADERO CIENTÍFICO

PABLO GOLDSMITH: “EL PÁNICO ES INJUSTIFICADO” DIJO EL VIRÓLOGO ARGENTINO EN FRANCIA

NACIONALES 13 DE MARZO DE 2020 POR INFOTEC 4.0
Aseguró que los coronavirus siempre han infectado a los humanos y que no hay pruebas que indiquen que la letalidad o la morbilidad del COVID-19 sean superiores a las provocadas por los virus de la gripe o del resfrío común.

Para el virólogo y especialista en enfermedades infecciosas Pablo Goldschmidt, el pánico que se está generando en torno a la cepa de coronavirus identificado en China (COVID-19) es tan injustificado como el que se creó en 2003 con el síndrome respiratorio agudo grave (SARS) o en 2009 con el virus de la influenza A ​(H1N1).

“Las opiniones mal fundamentadas expresadas por expertos internacionales, replicadas por medios de comunicación y redes sociales repiten el pánico innecesario que ya vivimos anteriormente. El coronavirus identificado en China en el 2019 provoca ni más ni menos que un resfrío fuerte o gripe, sin diferencia hasta hoy con el resfrío o la gripe tal como la conocemos”, afirma el profesor Goldschmidt, también bioquímico, farmacéutico y psicólogo graduado en la UBA, voluntario de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ex praticien hospitalier de los hospitales públicos de París y autor del libro “La gente y los microbios, Seres invisibles con los que convivimos y nos enferman” (2019).

El especialista argentino vive hace más de cuatro décadas en Europa. En la Facultad de Medicina del centro hospitalario de la Pitié-Salpetrière de París obtuvo los diplomados de farmacocinética, farmacología clínica, neuro-psicofarmacología y farmacología de antimicrobianos. En la Université Pierre et Marie Curie París VI se doctoró en farmacología molecular. También concluyó la formación teórica práctica de los Institutos Curie y Pasteur de París con diplomados de virología fundamental y biología molecular. Como voluntario en la OMS integra misiones humanitarias en Guinea Conakry, Bissau, Pakistán, Ucrania, Camerún, Mali y la frontera de Chad con Nigeria. Y aspira a obtener del Estado argentino un mandato para ejercer el derecho a la palabra ante el organismo internacional.

Goldsmith

En diálogo con la Agencia CyTA-Leloir, Goldschmidt expresa su crispación frente al terror global generado por la calidad de información que se difunde sobre el nuevo coronavirus y considera necesario que los datos que se propaguen sean puestos en el contexto geográfico y social. “No se puede crear histeria en todo el planeta”, dice.

—¿Qué virus se consideran responsables de enfermedades respiratorias?
—Las afecciones virales respiratorias son numerosas y las provocan varias familias y especies virales, entre los que se destaca el virus sincicial respiratorio (sobre todo en bebés), los de la influenza (gripe), los metapneumovirus humanos, los adenovirus, los rinovirus y varios coronavirus, ya descriptos hace años. Llama la atención que a principios de este año se hayan disparado alertas sanitarias mundiales como consecuencia de infecciones por un coronavirus detectado en China, COVID-19, sabiendo que cada año hay 3 millones de recién nacidos que fallecen en el mundo de neumonía y 50.000 adultos en los Estados Unidos por la misma causa, sin que se emitan alarmas.

—¿El hecho de que se transmite por la saliva o por la tos aumentó el temor de la población?

Muchos microorganismos se transmiten por esa vía en los humanos. El resfrío, transmitido por la saliva y por la tos, es provocado por más de 150 rinovirus. Diez millones de personas se contagiaron por la saliva y por la tos con el agente de la tuberculosis en el 2018, de los cuales 1 millón eran niños y 205 mil murieron. Lo mismo sucedió con la meningitis bacteriana, transmitida por la saliva, que afectó a más de un millón de personas en un año. El sarampión se transmite también por saliva, de ahí la urgencia que se impone para proteger con vacunas a la población.
—¿Considera exageradas las alertas internacionales lanzadas a causa del coronavirus?

Nuestro planeta es víctima de un nuevo fenómeno sociológico, el acoso científico-mediático, desencadenado por peritos solamente sobre la base de resultados de análisis de diagnóstico molecular de laboratorio. Se fueron replicando comunicados emitidos desde China y Ginebra, sin que se los confronte desde un punto de vista crítico y, sobre todo, sin subrayar que los coronavirus siempre han infectado a los humanos y siempre provocaron diarreas y lo que la gente llama resfrío banal o resfrío común. Se extrapolaron previsiones absurdas, como en el 2009 con el virus influenza H1N1.

—¿Y el riesgo de complicaciones?
Un resfrío puede presentarse como una enfermedad benigna y autolimitada; pero es sabido que todas las enfermedades respiratorias, por más banales que se las considere, pueden afectar severamente a las personas fragilizadas, a personas con problemas cardiocirculatorios de más de 65 años, a personas con trastornos metabólicos, a inmunodeprimidos, trasplantados y, sobre todo, a las personas mal alimentadas y sin abrigo, y a las que no tienen acceso a equipos de salud competentes que les proporcionen medicamentos eficaces. Esta situación, claramente puesta de manifiesto para tantas otras enfermedades, se repite en todas las infecciones y el COVID-19 no es excepción.

—¿Por qué cada individuo se infecta y reacciona de manera diferente frente a las infecciones virales?
El primer paso para que un virus infecte a una persona depende de la capacidad del virus de reconocer “cerraduras” o proteínas en la superficie de las células de ciertos órganos, no todos. Una vez que se pegue a su cerradura, puede penetrar en la célula y poner a su servicio toda la maquinaria celular del sujeto infectado para replicarse. Se ha podido determinar que hay individuos con muchas “cerraduras”, otros con pocas y otros con “cerraduras” más fáciles de abrir, lo cual está determinado por los genes. Por otra parte, hay un aparato defensivo de proteínas codificadas en el ADN que se conoce con el nombre de “reactoma”. En pocas palabras, todos los humanos somos seres vivos únicos frente a la agresión microbiana y frente a las transformaciones malignas de nuestros tejidos. Por ende, en ciertos individuos, un virus del resfrío banal puede hasta provocar una enfermedad gravísima si infecta las vías respiratorias inferiores y lesiona al pulmón.
—¿El coronavirus detectado en China es un agente nuevo?

Quienes lanzaron las alertas internacionales no tuvieron en cuenta datos que muestren si este virus u otros similares circularon en años anteriores. O si las personas que ya estuvieron expuestas a otras variantes de coronavirus tienen una protección parcial o total contra la cepa del 2019.
—¿Por qué no acepta la extrapolación de un país al otro de las previsiones emitidas por las agencias internacionales?
En primer término, es oportuno contrastar los datos de mortalidad y morbilidad con el número de casos positivos (los confirmados por laboratorio con relación al número de casos graves o el número de personas fallecidas). Lo primero que surge de los datos, más allá de los criterios biológicos referidos a la capacidad individual para enfermar y defenderse de la agresión viral, son dudas respecto de las cifras, si no se considera que las personas afectadas tuvieron o no acceso a servicios de salud competentes y equipados, y si recibieron a tiempo los tratamientos con fármacos adecuados.
—¿Esos factores contribuirían a explicar las diferencias de mortalidad y morbilidad entre los países?
Si no hay una justificación biológica de predisposición individual, la diferencia podría deberse a la calidad de las instituciones médicas, a las razones que hicieron que pase el tiempo antes que las personas afectadas acudan a los centros de salud, o la calidad de la capacitación de los centros médicos y a la disposición de recursos para tratar enfermedades respiratorias agudas. Debemos imponer moderación y valernos de datos concretos. No hay ninguna prueba que demuestre que el coronavirus del 2019 es más letal que los adenovirus respiratorios, los virus influenza, los coronavirus de años anteriores o los rinovirus responsables del resfrío común.

 

correo@labotellaalmar.com

 


PrisioneroEnArgentina.com

Abril 25, 2020


 

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