Lo que está pasando en el país es lisa y llanamente la instalación de una tiranía al estilo y con la ideología de la de Venezuela, usando como palanca -o excusa- el virus del Coronavirus. Se está violando abiertamente la Constitución hasta tal punto que se puede decir que ésta ha sido abolida de facto: no existen dos de los poderes constitucionales, el Judicial y el Legislativo y el Presidente ha arrebatado la suma del poder público lo que lo hace incurso en la fulminante declaración de infame traidor a la Patria contenida en el art. 29. En un país serio con una población consciente de sus deberes cívicos eso sería suficiente para su destitución al igual que la de los legisladores ausentes de sus funciones, eso sí, sin dejar de cobrar sus enormes retribuciones y reembolsos.
La pregunta es cómo una población de 44.000.000 de habitantes, muchos de ellos suficientemente cultos (abogados incluso) aceptan que el país sea arrastrado a ese abismo sin salida sin la más mínima oposición.
La respuesta está en la diabólica astucia de los tiranos en ejercicio que apoyan su poder en cuatro pilares fundamentales:
1) La posesión de todos los cargos políticos del país, la complicidad del Poder Judicial y el mando de la Fuerza Pública.
2) La cuarentena interminable que destruye la sociedad reduciéndola a células aisladas al tiempo que arruina la economía a un grado de catástrofe con más saña que la de un enemigo vencedor que se propusiera destruir el país. Así empezó la tiranía chavista en Venezuela. La obediencia servil a la cuarentena se obtuvo mediante un decreto nulo del Poder Ejecutivo imponiendo prisión de dos años a quienes la violen. Esto, más el fomento de la delación es suficiente para mantener la cuarentena indefinidamente por el terror.
3) La mentira sobre sobre los datos de los contagios y muertes del coronavirus. Los datos oficiales siempre anónimos (no indican los nombres de los muertos, ni de lugar del deceso, ni del nombre del médico que certificó la causa de la muerte). Tampoco hay un control de médicos independientes que confirmen las cifras oficiales que son poco significativas, por otra parte, en una población de 44.000.000 de habitantes. El peronismo, que ocupa el gobierno, miente siempre. ¿Por qué hemos de creerle en esta dramática situación en la que hay 44.000.000 presos domiciliarios a causa de esas informaciones probablemente falsas y que les permite a los tiranos disponer del país como cosa propia?
4) La falsa ilusión de que la quinta prórroga de la cuarentena será la última, a pesar de que la soberbia de los tiranos no deja de amenazar con volver a la “etapa uno”…
Esta dudas deberían ser suficientes para que el país se levantara en masa contra la tiranía que nos arruina, encarcela e impide trabajar (miles se empresas quebraron y habrá millones de desocupados y hambrientos). Una vez que de desenmascaren y nos veamos en la situación de Venezuela, será tarde para liberarnos como la misma Venezuela lo prueba. Todo ese daño lo han hecho en seis meses y todavía les quedan tres años y medio para seguir dañando…
¡Que la Santisima Virgen de Luján, Patrona de la Argentina, nos proteja de esa triste destino!
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Por COSME BECCAR VARELA
Lo que está pasando en el país es lisa y llanamente la instalación de una tiranía al estilo y con la ideología de la de Venezuela, usando como palanca -o excusa- el virus del Coronavirus. Se está violando abiertamente la Constitución hasta tal punto que se puede decir que ésta ha sido abolida de facto: no existen dos de los poderes constitucionales, el Judicial y el Legislativo y el Presidente ha arrebatado la suma del poder público lo que lo hace incurso en la fulminante declaración de infame traidor a la Patria contenida en el art. 29. En un país serio con una población consciente de sus deberes cívicos eso sería suficiente para su destitución al igual que la de los legisladores ausentes de sus funciones, eso sí, sin dejar de cobrar sus enormes retribuciones y reembolsos.
La pregunta es cómo una población de 44.000.000 de habitantes, muchos de ellos suficientemente cultos (abogados incluso) aceptan que el país sea arrastrado a ese abismo sin salida sin la más mínima oposición.
La respuesta está en la diabólica astucia de los tiranos en ejercicio que apoyan su poder en cuatro pilares fundamentales:
1) La posesión de todos los cargos políticos del país, la complicidad del Poder Judicial y el mando de la Fuerza Pública.
2) La cuarentena interminable que destruye la sociedad reduciéndola a células aisladas al tiempo que arruina la economía a un grado de catástrofe con más saña que la de un enemigo vencedor que se propusiera destruir el país. Así empezó la tiranía chavista en Venezuela. La obediencia servil a la cuarentena se obtuvo mediante un decreto nulo del Poder Ejecutivo imponiendo prisión de dos años a quienes la violen. Esto, más el fomento de la delación es suficiente para mantener la cuarentena indefinidamente por el terror.
3) La mentira sobre sobre los datos de los contagios y muertes del coronavirus. Los datos oficiales siempre anónimos (no indican los nombres de los muertos, ni de lugar del deceso, ni del nombre del médico que certificó la causa de la muerte). Tampoco hay un control de médicos independientes que confirmen las cifras oficiales que son poco significativas, por otra parte, en una población de 44.000.000 de habitantes. El peronismo, que ocupa el gobierno, miente siempre. ¿Por qué hemos de creerle en esta dramática situación en la que hay 44.000.000 presos domiciliarios a causa de esas informaciones probablemente falsas y que les permite a los tiranos disponer del país como cosa propia?
4) La falsa ilusión de que la quinta prórroga de la cuarentena será la última, a pesar de que la soberbia de los tiranos no deja de amenazar con volver a la “etapa uno”…
Esta dudas deberían ser suficientes para que el país se levantara en masa contra la tiranía que nos arruina, encarcela e impide trabajar (miles se empresas quebraron y habrá millones de desocupados y hambrientos). Una vez que de desenmascaren y nos veamos en la situación de Venezuela, será tarde para liberarnos como la misma Venezuela lo prueba. Todo ese daño lo han hecho en seis meses y todavía les quedan tres años y medio para seguir dañando…
¡Que la Santisima Virgen de Luján, Patrona de la Argentina, nos proteja de esa triste destino!
Cosme Beccar Varela
PrisioneroEnArgentina.com
Junio 25, 2020