El culebrón del rey emérito de España, Juan Carlos I de Borbón, no deja de tener giros y desarrollos insospechados más acordes con los programas de cotilleos que con las enormes repercusiones que esto puede tener para el sistema de monarquía parlamentaria del país ibérico, no obstante los decisivos esfuerzos de la Casa Real para deslindarse de los nuevos sucesos.
En una carta fechada en 2018 el rey emérito asegura que su examante Corinna Larsen, protagonista de unas acusaciones de corrupción que lo obligaron al exilio, no le sirvió de testaferro para disimular su fortuna.
Ella, que fue su amiga íntima entre 2004 y 2009, había dicho que recibió del rey una abultada donación, cifrada en 65 millones de dólares.
Corinna Larsen afirma que el rey emérito, quien abdicó en 2014, le hizo este “regalo extraordinariamente generoso” en agradecimiento por su amistad y por “cuidar de él”, así como para garantizar su futuro y también por cariño a un hijo de ella.
Larsen, una empresaria alemana de origen danés, que tomó el apellido de un exmarido alemán, el príncipe zu Sayn-Wittgenstein, está siendo investigada en Suiza a propósito de unos fondos depositados en este país por el exjefe de Estado español, en concreto 100 millones de dólares recibidos de Arabia Saudí en 2011.
Junto a ella están siendo investigados otros sospechosos. El fiscal suizo tiene indicios de que la donación de 65 millones de dólares tendría por objetivo ocultar la cantidad restante de los 100 millones de dólares inicialmente pagados por los saudíes por la intermediación que habría hecho el monarca en la construcción de un tren de alta velocidad por parte de empresas españolas en territorio saudí.
♦
El culebrón del rey emérito de España, Juan Carlos I de Borbón, no deja de tener giros y desarrollos insospechados más acordes con los programas de cotilleos que con las enormes repercusiones que esto puede tener para el sistema de monarquía parlamentaria del país ibérico, no obstante los
decisivos esfuerzos de la Casa Real para deslindarse de los nuevos sucesos.
En una carta fechada en 2018 el rey emérito asegura que su examante Corinna Larsen, protagonista de unas acusaciones de corrupción que lo obligaron al exilio, no le sirvió de testaferro para disimular su fortuna.
Ella, que fue su amiga íntima entre 2004 y 2009, había dicho que recibió del rey una abultada donación, cifrada en 65 millones de dólares.
Corinna Larsen afirma que el rey emérito, quien abdicó en 2014, le hizo este “regalo extraordinariamente generoso” en agradecimiento por su amistad y por “cuidar de él”, así como para garantizar su futuro y también por cariño a un hijo de ella.
Larsen, una empresaria alemana de origen danés, que tomó el apellido de un exmarido alemán, el príncipe zu Sayn-Wittgenstein, está siendo investigada en Suiza a propósito de unos fondos depositados en este país por el exjefe de Estado español, en concreto 100 millones de dólares recibidos de Arabia Saudí en 2011.
Junto a ella están siendo investigados otros sospechosos. El fiscal suizo tiene indicios de que la donación de 65 millones de dólares tendría por objetivo ocultar la cantidad restante de los 100 millones de dólares inicialmente pagados por los saudíes por la intermediación que habría hecho el monarca en la construcción de un tren de alta velocidad por parte de empresas españolas en territorio saudí.
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 26, 2020