Share

  Por Alberto Chimal

En los cabarets de la ciudad de los robots, los clientes beben aceite enriquecido, se conectan a redes eléctricas de voltajes exóticos y escuchan a los músicos y cantantes. Hay desde androides con formación operística hasta arañas rupestres que tocan cuatro guitarras a la vez. Y los repertorios también son muy variados: piezas de Kraftwerk y otros clásicos se alternan con las de cantautores actuales.

Pero el más curioso de todos estos artistas es Benito Punzón, quien cada noche aparece en el escenario, impecablemente vestido, y no utiliza ningún instrumento, ni siquiera su altavoz integrado. En cambio, zumba como planta eléctrica, martilla como antigua caja registradora, incluso imita el rascar de la piedra en las minas profundas: todos esos sonidos que para los robots son signos del pasado más remoto, de antes de la existencia del primer cerebro electrónico. La mayoría nunca los ha escuchado en otra parte pero todos se conmueven: alguno tiembla, otro arroja chispas que son como lágrimas.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Setiembre 23, 2020


 

0 0 votes
Article Rating
Subscribe
Notify of
guest
1 Comment
Newest
Oldest Most Voted
Inline Feedbacks
View all comments
1
0
Would love your thoughts, please comment.x
()
x