¿Dónde está colocada nuestra seguridad? ¿En nuestras piernas? ¿En nuestra juventud? ¿En nuestro diploma universitario? ¿En nuestra capacidad profesional? Nada de eso nos puede dar seguridad. Pueden, a lo más, darnos algún tipo de placer y satisfacción. Nuestra seguridad está en las atenciones y protección de nuestro interior; de “nuestro ser”. Si, debemos cuida de nosotros y sentirnos. Si así procedemos, podremos caminar con firmeza, estamos ciertos de que llegaremos adonde deseamos ir. Si el barco de nuestra vida se balancea bajo el ímpetu de los vientos y de las tempestades, elevemos nuestras cabezas para el alto del monte, reflexionemos y miremos a nuestro interior y eso nos dejará tranquilos y seguros. ¡Así seremos Roca! Todo nuestro cuerpo puede temblar, pero nuestra confianza no tiembla y presto a agarrarnos de ella si estamos próximos a caer. Si nos falta dinero, allí habrá alternativas para suplir todas nuestras necesidades. Si nos sentimos solos, reflexionando allí y podemos sentir una multitud alrededor. Si las esperanzas nos abandonan, empecemos a lanzar al mar esos montes de nuestras angustias y así nos sentimos seguros y amparados. Es que es nuestra fe, nuestra fuerza, nuestro coraje, nuestra protección. ¿Y aún tienes miedo? Coloca tus pies y tu vida sobre la roca de la fe y confianza, y la paz invadirá tu corazón.
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), recibe un saludo, y
mi deseo de que Dios te bendiga, te sonría y permita que
prosperes en todo, y derrame sobre ti, Salud, Paz, Amor, y
mucha prosperidad.
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Por CLAUDIO VALERIO.
¿Dónde está colocada nuestra seguridad? ¿En nuestras piernas? ¿En nuestra juventud? ¿En nuestro diploma universitario? ¿En nuestra capacidad profesional? Nada de eso nos puede dar seguridad. Pueden, a lo más, darnos algún tipo de placer y satisfacción. Nuestra seguridad está en las atenciones y protección de nuestro interior; de “nuestro ser”. Si, debemos cuida de nosotros y sentirnos. Si así procedemos, podremos caminar con firmeza, estamos ciertos de que llegaremos adonde deseamos ir. Si el barco de nuestra vida se balancea bajo el ímpetu de los vientos y de las tempestades, elevemos nuestras cabezas para el alto del monte, reflexionemos y miremos a nuestro interior y eso nos dejará tranquilos y seguros. ¡Así seremos Roca! Todo nuestro cuerpo puede temblar, pero nuestra confianza no tiembla y presto a agarrarnos de ella si estamos próximos a caer. Si nos falta dinero, allí habrá alternativas para suplir todas nuestras necesidades. Si nos sentimos solos, reflexionando allí y podemos sentir una multitud alrededor. Si las esperanzas nos abandonan, empecemos a lanzar al mar esos montes de nuestras angustias y así nos sentimos seguros y amparados. Es que es nuestra fe, nuestra fuerza, nuestro coraje, nuestra protección. ¿Y aún tienes miedo? Coloca tus pies y tu vida sobre la roca de la fe y confianza, y la paz invadirá tu corazón.
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), recibe un saludo, y
mi deseo de que Dios te bendiga, te sonría y permita que
prosperes en todo, y derrame sobre ti, Salud, Paz, Amor, y
mucha prosperidad.
Claudio Valerio
© Valerius
PrisioneroEnArgentina.com
Noviembre 12, 2020