Elizabeth Astete, la canciller de Perú, renunció en medio de un escándalo por el que varios funcionarios del gobierno fueron vacunados en secreto mientras el país esperaba un nuevo envío de dosis destinadas a trabajadores de la salud.
El presidente Francisco Sagasti confirmó la noticia a un canal de televisión local y dijo que los peruanos están “indignados y enojados por esta situación que pone en peligro el enorme esfuerzo de muchos peruanos que trabajan en primera línea contra el COVID”.
El escándalo estalló a fines de la semana pasada cuando el expresidente Martín Vizcarra, quien dejó el cargo en noviembre pasado bajo una nube de inminentes acusaciones de corrupción, confirmó informes de que él y su esposa fueron vacunados en secreto en octubre.
VizcarraAstete
Estete y Vizcarra no son los únicos que se han visto arrastrados por el escándalo. La ministra de Salud, Pilar Mazzetti, renunció el viernes luego de que el Congreso de Perú la acusara de ocultar información.
Astete detalló que aceptó el ofrecimiento el 22 de enero, en un lote que se trataba de un remanente de lote de vacunas a cargo de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Explicó que se aplicó la vacuna porque tenía que cumplir viajes a Tumbes y porque se trataba de una persona en edad de riesgo, al tener 68 años de edad.
“Soy consciente de que cometí un error, razón por la cual decidí no recibir la segunda dosis”, expresó.
Se cree que se apropiaron indebidamente hasta de 2.000 dosis de la vacuna eficaz Sinopharm de China.
Oscar Ugarte, el ministro de salud interino, dijo que se estaba llevando a cabo una investigación para determinar qué funcionarios también fueron vacunados en secreto. El presidente Sagasti ha pedido a todos los involucrados que renuncien.
Perú ha tenido más de 1.2 millones de casos de COVID, que han provocado 43.491 muertes, según datos compilados por la Universidad Johns Hopkins.
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Elizabeth Astete, la canciller de Perú, renunció en medio de un escándalo por el que varios funcionarios del gobierno fueron vacunados en secreto mientras el país esperaba un nuevo envío de dosis destinadas a trabajadores de la salud.
El presidente Francisco Sagasti confirmó la noticia a un canal de televisión local y dijo que los peruanos están “indignados y enojados por esta situación que pone en peligro el enorme esfuerzo de muchos peruanos que trabajan en primera línea contra el COVID”.
El escándalo estalló a fines de la semana pasada cuando el expresidente Martín Vizcarra, quien dejó el cargo en noviembre pasado bajo una nube de inminentes acusaciones de corrupción, confirmó informes de que él y su esposa fueron vacunados en secreto en octubre.
Estete y Vizcarra no son los únicos que se han visto arrastrados por el escándalo. La ministra de Salud, Pilar Mazzetti, renunció el viernes luego de que el Congreso de Perú la acusara de ocultar información.
Astete detalló que aceptó el ofrecimiento el 22 de enero, en un lote que se trataba de un remanente de lote de vacunas a cargo de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Explicó que se aplicó la vacuna porque tenía que cumplir viajes a Tumbes y porque se trataba de una persona en edad de riesgo, al tener 68 años de edad.
“Soy consciente de que cometí un error, razón por la cual decidí no recibir la segunda dosis”, expresó.
Se cree que se apropiaron indebidamente hasta de 2.000 dosis de la vacuna eficaz Sinopharm de China.
Oscar Ugarte, el ministro de salud interino, dijo que se estaba llevando a cabo una investigación para determinar qué funcionarios también fueron vacunados en secreto. El presidente Sagasti ha pedido a todos los involucrados que renuncien.
Perú ha tenido más de 1.2 millones de casos de COVID, que han provocado 43.491 muertes, según datos compilados por la Universidad Johns Hopkins.
PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 16, 2021