Ayer en horas de la mañana en Bahía Blanca falleció, a los 88 años, JESUS SALINAS, Suboficial Mayor (R) de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, a quien conocí y siempre consideré un verdadero policía de honor. Imputado con mis mismos cargos en estas causas por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad, fue detenido en el año 2011 (3 años antes que a mí) Tiempo atrás había sido excarcelado y apartado de la causa por padecer problemas cognitivos. Al momento de declarar en el marco de la Mega Causa Zona 5 y en una nota que publicamos el 3 de octubre de 2017 lo recordé diciendo:
“Con respecto a Salinas aparte de excelente policía y gran investigador de la época pasada, se detuvo al reconocido “Vigilante de la esquina” que vivió siempre en White. De él relataré dos anécdotas de las que me enteré casualmente en Bahía Blanca el día 11 o 14 de abril del 2012, en oportunidad de cenar en un restaurante muy próximo al Teatro Municipal. Atendido por una camarera de edad bastante mayor y conversando con ella, me mencionó que era de Ingeniero White. Por supuesto toqué el tema de la detención de un ciudadano de esa localidad de apellido Salinas. Esta persona me dijo “yo al negro Salinas” lo conozco de joven. Cuando yo era muy jovencita y finalizaba mi trabajo en Bahía Blanca, llegaba tarde a mi casa y luego de bajar del colectivo, debía circular caminando delante los bares y lugares de expansión nocturna, donde era molestada por personas, parroquianos alcoholizados, que SALINAS, que en esa época prestaba servicio en Ingeniero White, se bajaba de la garita y la acompañaba varias cuadras, con gran respeto hacia su persona, “rigoreaba” y advertía a los parroquianos que estaban en la vía pública. Esto lo repitió en varias oportunidades hasta que pudo circular sola por el lugar sin que nadie la molestara. La otra anécdota era que en esa pequeña localidad de White había un ebrio consuetudinario a quien SALINAS, todas las noches, en vez de llevarlo detenido a la dependencia policial lo trasladaba hasta su domicilio y lo encerraba para que no volviera a molestar en la vía pública. Así por largo tiempo, hasta que un día o una noche, mejor dicho, este ebrio se resistió a ingresar a la finca pese a lo cual SALINAS lo introdujo por la fuerza. Al día siguiente tomó conocimiento que la resistencia era porque el ebrio se había mudado del lugar que ya era ocupado por otra gente que se encontró con un intruso dentro de su domicilio. El nombrado ya retirado, entre 1989 y 1998 trabajó a la vista pública en el Banco Provincia y luego de igual forma en el Club Comercial. También diré que se trataba de un policía muy serio y que nunca mentía. Por su personalidad dudo que le hubieran ofrecido y mucho menos aún que se hubiera prestado a alguna maniobra ilegal de ningún tipo”.
Estos últimos años vivió obsesionado preguntándose, ¿por qué el poder judicial lo había detenido a él, siendo Sargento en los años de plomo que vivió el país en el siglo pasado, y no le pidió explicaciones a la gran cantidad de jefes superiores que manejaban y eran los responsables de la seguridad en Bahía Blanca? Si hay un más allá quizás a estas horas ya lo sepa, y en un tiempo más me lo podrá contar. Mientras tanto eterno descanso para su alma y el acompañamiento mío y de mis seres queridos a su ejemplar familia.
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Ayer en horas de la mañana en Bahía Blanca falleció, a los 88 años, JESUS SALINAS, Suboficial Mayor (R) de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, a quien conocí y siempre consideré un verdadero policía de honor. Imputado con mis mismos cargos en estas causas por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad, fue detenido en el año 2011 (3 años antes que a mí)
Tiempo atrás había sido excarcelado y apartado de la causa por padecer problemas cognitivos. Al momento de declarar en el marco de la Mega Causa Zona 5 y en una nota que publicamos el 3 de octubre de 2017 lo recordé diciendo:
“Con respecto a Salinas aparte de excelente policía y gran investigador de la época pasada, se detuvo al reconocido “Vigilante de la esquina” que vivió siempre en White. De él relataré dos anécdotas de las que me enteré casualmente en Bahía Blanca el día 11 o 14 de abril del 2012, en oportunidad de cenar en un restaurante muy próximo al Teatro Municipal. Atendido por una camarera de edad bastante mayor y conversando con ella, me mencionó que era de Ingeniero White. Por supuesto toqué el tema de la detención de un ciudadano de esa localidad de apellido Salinas. Esta persona me dijo “yo al negro Salinas” lo conozco de joven. Cuando yo era muy jovencita y finalizaba mi trabajo en Bahía Blanca, llegaba tarde a mi casa y luego de bajar del colectivo, debía circular caminando delante los bares y lugares de expansión nocturna, donde era molestada por personas, parroquianos alcoholizados, que SALINAS, que en esa época prestaba servicio en Ingeniero White, se bajaba de la garita y la acompañaba varias cuadras, con gran respeto hacia su persona, “rigoreaba” y advertía a los parroquianos que estaban en la vía pública. Esto lo repitió en varias oportunidades hasta que pudo circular sola por el lugar sin que nadie la molestara. La otra anécdota era que en esa pequeña localidad de White había un ebrio consuetudinario a quien SALINAS, todas las noches, en vez de llevarlo detenido a la dependencia policial lo trasladaba hasta su domicilio y lo encerraba para que no volviera a molestar en la vía pública. Así por largo tiempo, hasta que un día o una noche, mejor dicho, este ebrio se resistió a ingresar a la finca pese a lo cual SALINAS lo introdujo por la fuerza. Al día siguiente tomó conocimiento que la resistencia era porque el ebrio se había mudado del lugar que ya era ocupado por otra gente que se encontró con un intruso dentro de su domicilio. El nombrado ya retirado, entre 1989 y 1998 trabajó a la vista pública en el Banco Provincia y luego de igual forma en el Club Comercial. También diré que se trataba de un policía muy serio y que nunca mentía. Por su personalidad dudo que le hubieran ofrecido y mucho menos aún que se hubiera prestado a alguna maniobra ilegal de ningún tipo”.
Estos últimos años vivió obsesionado preguntándose, ¿por qué el poder judicial lo había detenido a él, siendo Sargento en los años de plomo que vivió el país en el siglo pasado, y no le pidió explicaciones a la gran cantidad de jefes superiores que manejaban y eran los responsables de la seguridad en Bahía Blanca? Si hay un más allá quizás a estas horas ya lo sepa, y en un tiempo más me lo podrá contar. Mientras tanto eterno descanso para su alma y el acompañamiento mío y de mis seres queridos a su ejemplar familia.
Claudio Kussman
Comisario Mayor (R)
Policía Prov. Buenos Aires
claudio@PrisioneroEnArgentina.com
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Abril 20, 2024