♦

La posibilidad de un cierre del gobierno de Estados Unidos se refuerza cada día que pasa, ya que los legisladores en el Congreso aún no han llegado a un acuerdo para extender el presupuesto federal más allá de una fecha límite crítica a a finales de septiembre.

Si se produce un cierre del gobierno, millones de empleados federales y miembros del servicio militar activo dejarán de recibir cheques de pago, pero muchos se verán obligados a presentarse a trabajar de todos modos.

Algunos parques nacionales y museos podrían cerrar y los aeropuertos de todo el país podrían sufrir nuevas interrupciones y retrasos.

La Casa Blanca emitió una severa advertencia esta semana de que un cierre del gobierno podría amenazar programas federales cruciales.

En su advertencia, la Casa Blanca estimó que 10,000 niños perderían el acceso a los programas Head Start en todo el país, ya que al Departamento de Salud y Servicios Humanos se le impide otorgar subvenciones durante un cierre, mientras que los controladores de tráfico aéreo y los agentes de la TSA tendrían que trabajar sin paga, amenazando con retrasos en los viajes en todo el país. Un cierre también retrasaría las inspecciones de seguridad alimentaria realizadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos.

Y los programas de ayuda federal más importantes, incluidos los que ayudan a las víctimas de los mortales incendios forestales en Maui, podrían tener dificultades para brindar el apoyo que se necesita con urgencia.

En sólo ocho días, el gobierno de Estados Unidos está a punto de cerrar, lo que desencadenará dificultades financieras reales y de amplio alcance para las familias, los trabajadores y las empresas estadounidenses.

La Casa Blanca informó el viernes que se alista a ordenar a las agencias federales que se preparen para un cierre del gobierno, después de que los republicanos de la Cámara de Representantes terminaron sus sesiones de trabajo el jueves sin un plan viable para mantener al gobierno financiado y evitar una interrupción costosa de los servicios federales y no regresará al Congreso hasta el martes próximo.

Con el inicio de un nuevo año fiscal el 1 de octubre y sin fondos disponibles, la Oficina de Gestión y Presupuesto de la administración Biden se está preparando para pedir a las agencias federales que revisen y actualicen sus planes de cierre, según informó a los medios un funcionario de la OMB.

El inicio de este proceso sugiere que los empleados federales podrían ser informados la próxima semana si van a ser suspendidos sin pago.

Las operaciones y servicios gubernamentales que continúan durante un cierre son actividades que se consideran necesarias para proteger la seguridad pública y la seguridad nacional o que se consideran críticas por otras razones.

Los cierres del gobierno ocurren cuando el Congreso y el presidente no logran completar un conjunto de 12 proyectos de ley de gasto federal a tiempo o no aprueban una medida temporal para mantener al gobierno en funcionamiento.

Como resultado, las agencias federales deben detener todas las acciones que se consideren no esenciales.

El último y más largo cierre del gobierno registrado fue de 35 días durante la administración de Trump, entre 2018 y 2019, mientras este insistía en financiar la construcción de un muro a lo largo de la frontera sur y los legisladores demócratas y algunos republicanos lo rechazaron.