Debo decir que a pesar de mi situación de prisionero, hoy como hombre compadezco a Alejandro Slokar por ser un juez militante y seguidor de las enseñanzas nada menos que del abolicionista Raúl Zaffaroni, lo cual en nada lo hace positivo a la justicia. Nació en 1963, el mismo año en que yo egresaba de la escuela de policía.
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Cuando comencé a trabajar como oficial de calle, tres años después, para mí dos viejos policías, Comisario y Subcomisario respectivamente (Francisco Noel y Cesar Triventi) me dieron largas charlas en las que entre muchos, quedó fijo un concepto básico. Nunca hacer algo que por su magnitud negativa, cuando uno llegara a viejo, lo pudiera afectar mentalmente o avergonzar. Pasaron los años y las injustas esposas conque me han sujetado recientemente, nunca lograron lastimarme. Esos consejos son, los que hoy permiten a mi familia y a mí plantarnos, dar la cara, no callarnos en medio de toda la iniquidad que nos invade tanto desde el poder judicial como así de los otros dos hipócritas poderes. SLOKAR: algún día usted, injusto depredador de ancianos caídos, no podrá hacer lo mismo.
RENDIR CUENTAS
Porque en vez de estar al servicio de la justicia, se ha servido de la misma. Ha sido y es un impiadoso hombre injusto, con quienes vestimos uniforme, que rompió la balanza de la justicia con su militancia ideológica radicalizada. Y por otro lado, dejó sin justicia a innumerables víctimas de la delincuencia más sanguinaria, que afecta al ciudadano común. Esto no podrá ser para siempre y en algún momento, deberá rendir cuentas. Hoy dedico estas líneas a su persona, ya que su intento sumado al del fiscal bahiense José Alberto Nebbia para regresarme a la cárcel, fracasó. Sus dos pares Angela Ledesma y Carlos Mahiques votaron a favor de la continuación de mi prisión domiciliaria. Así debo agradecimiento a mi abogado defensor doctor Gonzalo Miño y a la capacidad intelectual que lo inspira a fijar estrategias en su labor profesional.
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Para alguien que pretende que le pidan disculpas por haber sido injustamente detenido y así poder irse del país, esto es nada más que un mendrugo de pan a un hambriento de justicia. Pero como alguien dijo: “es un gran mendrugo”, que me permitirá seguir luchando por este objetivo, teniendo entre mis manos las de mi esposa. No sé si lo alcanzaremos, solo sé, que día a día lo intentaremos, antes de que sea demasiado tarde.
Por Claudio Kussman.
EL ROSTRO DE LA INIQUIDAD
Debo decir que a pesar de mi situación de prisionero, hoy como hombre compadezco a Alejandro Slokar por ser un juez militante y seguidor de las enseñanzas nada menos que del abolicionista Raúl Zaffaroni, lo cual en nada lo hace positivo a la justicia. Nació en 1963, el mismo año en que yo egresaba de la escuela de policía.
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Cuando comencé a trabajar como oficial de calle, tres años después, para mí dos viejos policías, Comisario y Subcomisario respectivamente (Francisco Noel y Cesar Triventi) me dieron largas charlas en las que entre muchos, quedó fijo un concepto básico. Nunca hacer algo que por su magnitud negativa, cuando uno llegara a viejo, lo pudiera afectar mentalmente o avergonzar. Pasaron los años y las injustas esposas conque me han sujetado recientemente, nunca lograron lastimarme. Esos consejos son, los que hoy permiten a mi familia y a mí plantarnos, dar la cara, no callarnos en medio de toda la iniquidad que nos invade tanto desde el poder judicial como así de los otros dos hipócritas poderes. SLOKAR: algún día usted, injusto depredador de ancianos caídos, no podrá hacer lo mismo.
RENDIR CUENTAS
Porque en vez de estar al servicio de la justicia, se ha servido de la misma. Ha sido y es un impiadoso hombre injusto, con quienes vestimos uniforme, que rompió la balanza de la justicia con su militancia ideológica radicalizada. Y por otro lado, dejó sin justicia a innumerables víctimas de la delincuencia más sanguinaria, que afecta al ciudadano común. Esto no podrá ser para siempre y en algún momento, deberá rendir cuentas. Hoy dedico estas líneas a su persona, ya que su intento sumado al del fiscal bahiense José Alberto Nebbia para regresarme a la cárcel, fracasó. Sus dos pares Angela Ledesma y Carlos Mahiques votaron a favor de la continuación de mi prisión domiciliaria. Así debo agradecimiento a mi abogado defensor doctor Gonzalo Miño y a la capacidad intelectual que lo inspira a fijar estrategias en su labor profesional.
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Para alguien que pretende que le pidan disculpas por haber sido injustamente detenido y así poder irse del país, esto es nada más que un mendrugo de pan a un hambriento de justicia. Pero como alguien dijo: “es un gran mendrugo”, que me permitirá seguir luchando por este objetivo, teniendo entre mis manos las de mi esposa. No sé si lo alcanzaremos, solo sé, que día a día lo intentaremos, antes de que sea demasiado tarde.
Claudio Kussman
www.PrisioneroEnArgentina.com
Claudio@PrisioneroEnArgentina.com
@PrisioneroA
Octubre 06, 2017
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