En 1975, el mundo conoció una de las mejores películas de la historia del cine estadounidense de terror, suspenso y aventuras, dirigida por Steven Spielberg, se llamó: TIBURÓN. En ella, un enorme tiburón blanco devorador de hombres atacaba a los bañistas en las playas de Amity Island, lo cual lleva al jefe de la policía local a emprender la caza del escualo junto a un biólogo marino y un caza tiburones profesional.
2015 – Doctor Germán Garavano, jurando sobre una Biblia, por Dios y por la Patria, quienes de última deberán ser sus demandantes.
Previamente mezquinos intereses económicos, trataban de ocultar a los turistas los cuerpos despedazados producto del grave problema que existía. Hoy algo similar se está produciendo en la Unidad Penitenciaria 34 de Campo de Mayo, donde 10 de los aproximadamente setenta presos adultos mayores ya fueron atacados por la ERISIPELA*, peligrosa infección propagada por el STREPTOCOCCUS PYOGENES. Con altas y ciertas posibilidades de expansión a los familiares que los visitan, como así también al personal penitenciario, se está ocultando dolosamente lo que está ocurriendo. La enfermiza y demencial consigna establecida, es no alterar el statu quo. En una palabra, no hay que hacer olas algo muy difundido e impuesto entre los prisioneros adultos mayores, que hoy sufren y mueren en prisión. Si usted llama por teléfono a esa cárcel y pregunta por lo que está ocurriendo al respecto, seguramente le dirán: “sin novedad, todo está bien, todo está perfecto y no hay infección alguna”. Conozco la enfermedad, hace unos 15 años al ser operado en la Clínica “Las Lomas” de San Isidro, luego de fracturarme un tobillo, me la contagiaron. De inmediato me hicieron dos tratamientos consecutivos con antibióticos, por un mes, con alguna reacción adversa y sin que me pudieran erradicar la infección. Debí concurrir a la conocida Clínica del Doctor Stamboulian, donde de inmediato me cambiaron la medicación y en unos 10 días superé el problema.
Lo que hoy está ocurriendo en el ámbito del Servicio Penitenciario Federal, es muy grave y amerita que por una vez, tome cartas en el asunto el Ministro de Justicia y Derechos Humanos GERMÁN GARAVANO, que siempre mira para otro lado, De no hacerlo, todo quedará en “que Dios y la Patria se lo demande”, frase muy trillada en Argentina, con la que juran los altos funcionarios al hacerse cargo, para quedar impunes en sus latrocinios, mala praxis y desaguisados.
Claudio Kussman
Interno L.U.P 345.349
Servicio Penitenciario Federal
Febrero 10, 2019
“Los juramentos que hicieron en medio de la necesidad
no los observan los mezquinos cuando se han librado de ella”
Por CLAUDIO KUSSMAN.
LA INFECCIÓN QUE DEVORA
En 1975, el mundo conoció una de las mejores películas de la historia del cine estadounidense de terror, suspenso y aventuras, dirigida por Steven Spielberg, se llamó: TIBURÓN. En ella, un enorme tiburón blanco devorador de hombres atacaba a los bañistas en las playas de Amity Island, lo cual lleva al jefe de la policía local a emprender la caza del escualo junto a un biólogo marino y un caza tiburones profesional.
2015 – Doctor Germán Garavano, jurando sobre una Biblia, por Dios y por la Patria, quienes de última deberán ser sus demandantes.
Previamente mezquinos intereses económicos, trataban de ocultar a los turistas los cuerpos despedazados producto del grave problema que existía. Hoy algo similar se está produciendo en la Unidad Penitenciaria 34 de Campo de Mayo, donde 10 de los aproximadamente setenta presos adultos mayores ya fueron atacados por la ERISIPELA*, peligrosa infección propagada por el STREPTOCOCCUS PYOGENES. Con altas y ciertas posibilidades de expansión a los familiares que los visitan, como así también al personal penitenciario, se está ocultando dolosamente lo que está ocurriendo. La enfermiza y demencial consigna establecida, es no alterar el statu quo. En una palabra, no hay que hacer olas algo muy difundido e impuesto entre los prisioneros adultos mayores, que hoy sufren y mueren en prisión. Si usted llama por teléfono a esa cárcel y pregunta por lo que está ocurriendo al respecto, seguramente le dirán: “sin novedad, todo está bien, todo está perfecto y no hay infección alguna”. Conozco la enfermedad, hace unos 15 años al ser operado en la Clínica “Las Lomas” de San Isidro, luego de fracturarme un tobillo, me la contagiaron. De inmediato me hicieron dos tratamientos consecutivos con antibióticos, por un mes, con alguna reacción adversa y sin que me pudieran erradicar la infección. Debí concurrir a la conocida Clínica del Doctor Stamboulian, donde de inmediato me cambiaron la medicación y en unos 10 días superé el problema.
Lo que hoy está ocurriendo en el ámbito del Servicio Penitenciario Federal, es muy grave y amerita que por una vez, tome cartas en el asunto el Ministro de Justicia y Derechos Humanos GERMÁN GARAVANO, que siempre mira para otro lado, De no hacerlo, todo quedará en “que Dios y la Patria se lo demande”, frase muy trillada en Argentina, con la que juran los altos funcionarios al hacerse cargo, para quedar impunes en sus latrocinios, mala praxis y desaguisados.
Claudio Kussman
Interno L.U.P 345.349
Servicio Penitenciario Federal
Febrero 10, 2019
“Los juramentos que hicieron en medio de la necesidad
no los observan los mezquinos cuando se han librado de ella”
Demócrito (460 aC-360 aC)
[/ezcol_3fifth] [ezcol_1fifth_end].[/ezcol_1fifth_end]PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 10, 2019
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