Apple está planeando su entrada de lleno en la industria de los vehículos eléctricos, autónomos e inteligentes. La noticia hizo subir con fuerza las acciones del gigante tecnológico en la jornada del martes y que podría ser el primer gran capítulo de la guerra entre titanes de Silicon Valley por el futuro del mercado automovilístico. No sólo está Tesla, el dominador indiscutible del sector. Amazon presentó el pasado día 14 de diciembre su propia apuesta a través de Zoox.
La fuente de todos los rumores proviene de Taiwán. En concreto, de una compañía que habría trabajado con la firma de la manzana en la producción del Apple Car o el iCar, como algunos esperan que sea bautizado. Es todo parte del proyecto Titan en el que llevan trabajando desde 2014 y que ha tenido numerosos altibajos, con cambios de liderazgo y despidos de una gran parte de la plantilla en 2019.
Pero ahora parecen haberse alineado los planetas. Apple podría presentar en unos meses su propio vehículo de pasajeros, 100% eléctrico, con tecnología para operar de forma autónoma y con una batería que cambiaría de forma “radical” el panorama actual. Las fuentes citadas por Reuters indican que su sistema reduciría de forma drástica el precio actual de las baterías e incrementaría la autonomía del vehículo. De momento, Apple no se ha querido pronunciar al respecto.
Producción en 2024
Los presuntos planes pasarían por presentar el iCar en sociedad en septiembre de 2021 para hacerlo coincidir con la Keynote Presentation, el tradicional foro en el que el gigante presenta sus novedades desde Cupertino, California. Y de ahí comenzar a producir coches para 2024, sin que esté claro si sería a través de su propia fábrica o recurriendo a un fabricante tradicional con el que asociarse y compartir su tecnología. De acuerdo a las filtraciones desde Taiwán, Apple recurriría a TSMC, la compañía de chips que figuran en algunos de sus dispositivos. Sería similar a la de Tesla, FSD, en estado beta en la actualidad.
El gran problema -o el misterio, según se mire- es la producción. Tesla ha tardado 17 años en encadenar varios trimestres consecutivos de beneficios -cinco, para ser exactos-, envuelto en problemas mayúsculos de producción que obligaron incluso a su CEO, Elon Musk, a dormir en la fábrica para enderezar el rumbo. Y eso que ya contaban con una planta propia, la de Fremont, California. Apple de momento no tiene nada, que se sepa.
La compañía comandada por Tim Cook tendría que pasar por un proceso similar u optar por compartir la gloria con un fabricante tradicional, aunque eso significara alejarse de su habitual modus operandi y su gusto por el control del producto de principio a fin. «Si hay una compañía en el planeta que tenga los recursos para hacer algo así, es probablemente Apple», indicó a Reuters una persona que trabajó en el proyecto Titan. «Pero al mismo tiempo, esto no es un teléfono móvil».
Taxi autónomo
Amazon parece tener el camino más despejado en ese aspecto. No solo ha invertido millones de dólares en Rivian, un fabricante de coches eléctricos con sede en Michigan, sino que su apuesta por el transporte autónomo pasará por una compañía que ya es suya. En junio cerró la adquisición de Zoox, una start up fundada en 2014 con sede en Silicon Valley.
Como Waymo, propiedad de Google, su objetivo es ofrecer una flota de taxis autónomos. Pero su modelo no se podrá conducir ni tendrá volante. Será bidireccional, con capacidad para cuatro personas y sin parte delantera o trasera. Un concepto revolucionario en la dirección evidente que parece estar tomando la industria. Como decía en la presentación Jesse Levinson, uno de sus fundadores -e hijo del presidente de Apple-, “este es un coche para el pasajero, no para el conductor”.
La ambición inicial pasa por revolucionar la forma de moverse en ciudades, aunque sus 75 millas por hora de velocidad punta -120 km/h- harían posible que pudiera circular por autopistas. De momento, presume de capacidad de movimiento lateral que le ayudaría a ser más preciso en sus giros y encarar maniobras complicadas con mucha más facilidad que un vehículo convencional.
Sería, además, más seguro que viajar en un coche operado por un ser humano. O eso esgrimen. El pequeño coche está equipado con seis sensores Lidar en el techo, además de un buen puñado de sensores y cámaras que virtualmente eliminan los ángulos muertos y amplían el campo de visión.
Por dentro es estilo ‘vagón de tren’ por las dos filas de asientos frente a frente, moderno y dominado por la tecnología. Hay superficie para cargar teléfonos junto a cada asiento y una pequeña pantalla táctil para controlar cuestiones como el aire acondicionado, la ruta o el tiempo estimado hasta su destino. Podrán circular 16 horas sin parar gracias al tipo de baterías que llevan.
Zoox es la cuarta compañía que ha recibido permiso para circular vehículos sin conductor por carreteras públicas en California. Antes lo obtuvo Waymo, propiedad de Google, que lleva meses ofreciendo su servicio a usuarios en Arizona. Desde octubre, la empresa de vehículos autónomos ha comenzado a permitir que el público en general se descargue una aplicación en el móvil para solicitar el servicio de las Chrysler Pacifica blancas que circulan por Phoenix y sus alrededores. Antes, un grupo selecto de clientes ya ha podido disfrutar del programa Early Rider, una especie de banco de pruebas que ahora ha comenzado a abrir el abanico a más personas.
“Los usuarios podrán disfrutar de la experiencia del programa autónomo Waymo sin un humano al volante. Es realmente un asunto de mucha, mucha importancia para nosotros, creemos, y para el mundo”, explicaba el consejero delegado de Waymo, John Krafcik. La entrada de Apple en esta rama de la industria podría serlo aún más. Con unas reservas de capital de 191.000 millones de dólares -casi el equivalente del Producto Interior Bruto de Nueva Zelanda- tiene margen para provocar un auténtico estruendo en el mercado.
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Apple está planeando su entrada de lleno en la industria de los vehículos eléctricos, autónomos e inteligentes. La noticia hizo subir con fuerza las acciones del gigante tecnológico en la jornada del martes y que podría ser el primer gran capítulo de la guerra entre titanes de Silicon Valley por el futuro del mercado automovilístico. No sólo está Tesla, el dominador indiscutible del sector. Amazon presentó el pasado día 14 de diciembre su propia apuesta a través de Zoox.
La fuente de todos los rumores proviene de Taiwán. En concreto, de una compañía que habría trabajado con la firma de la manzana en la producción del Apple Car o el iCar, como algunos esperan que sea bautizado. Es todo parte del proyecto Titan en el que llevan trabajando desde 2014 y que ha tenido numerosos altibajos, con cambios de liderazgo y despidos de una gran parte de la plantilla en 2019.
Pero ahora parecen haberse alineado los planetas. Apple podría presentar en unos meses su propio vehículo de pasajeros, 100% eléctrico, con tecnología para operar de forma autónoma y con una batería que cambiaría de forma “radical” el panorama actual. Las fuentes citadas por Reuters indican que su sistema reduciría de forma drástica el precio actual de las baterías e incrementaría la autonomía del vehículo. De momento, Apple no se ha querido pronunciar al respecto.
Producción en 2024
Los presuntos planes pasarían por presentar el iCar en sociedad en septiembre de 2021 para hacerlo coincidir con la Keynote Presentation, el tradicional foro en el que el gigante presenta sus novedades desde Cupertino, California. Y de ahí comenzar a producir coches para 2024, sin que esté claro si sería a través de su propia fábrica o recurriendo a un fabricante tradicional con el que asociarse y compartir su tecnología. De acuerdo a las filtraciones desde Taiwán, Apple recurriría a TSMC, la compañía de chips que figuran en algunos de sus dispositivos. Sería similar a la de Tesla, FSD, en estado beta en la actualidad.
El gran problema -o el misterio, según se mire- es la producción. Tesla ha tardado 17 años en encadenar varios trimestres consecutivos de beneficios -cinco, para ser exactos-, envuelto en problemas mayúsculos de producción que obligaron incluso a su CEO, Elon Musk, a dormir en la fábrica para enderezar el rumbo. Y eso que ya contaban con una planta propia, la de Fremont, California. Apple de momento no tiene nada, que se sepa.
La compañía comandada por Tim Cook tendría que pasar por un proceso similar u optar por compartir la gloria con un fabricante tradicional, aunque eso significara alejarse de su habitual modus operandi y su gusto por el control del producto de principio a fin. «Si hay una compañía en el planeta que tenga los recursos para hacer algo así, es probablemente Apple», indicó a Reuters una persona que trabajó en el proyecto Titan. «Pero al mismo tiempo, esto no es un teléfono móvil».
Taxi autónomo
Amazon parece tener el camino más despejado en ese aspecto. No solo ha invertido millones de dólares en Rivian, un fabricante de coches eléctricos con sede en Michigan, sino que su apuesta por el transporte autónomo pasará por una compañía que ya es suya. En junio cerró la adquisición de Zoox, una start up fundada en 2014 con sede en Silicon Valley.
Como Waymo, propiedad de Google, su objetivo es ofrecer una flota de taxis autónomos. Pero su modelo no se podrá conducir ni tendrá volante. Será bidireccional, con capacidad para cuatro personas y sin parte delantera o trasera. Un concepto revolucionario en la dirección evidente que parece estar tomando la industria. Como decía en la presentación Jesse Levinson, uno de sus fundadores -e hijo del presidente de Apple-, “este es un coche para el pasajero, no para el conductor”.
La ambición inicial pasa por revolucionar la forma de moverse en ciudades, aunque sus 75 millas por hora de velocidad punta -120 km/h- harían posible que pudiera circular por autopistas. De momento, presume de capacidad de movimiento lateral que le ayudaría a ser más preciso en sus giros y encarar maniobras complicadas con mucha más facilidad que un vehículo convencional.
Sería, además, más seguro que viajar en un coche operado por un ser humano. O eso esgrimen. El pequeño coche está equipado con seis sensores Lidar en el techo, además de un buen puñado de sensores y cámaras que virtualmente eliminan los ángulos muertos y amplían el campo de visión.
Por dentro es estilo ‘vagón de tren’ por las dos filas de asientos frente a frente, moderno y dominado por la tecnología. Hay superficie para cargar teléfonos junto a cada asiento y una pequeña pantalla táctil para controlar cuestiones como el aire acondicionado, la ruta o el tiempo estimado hasta su destino. Podrán circular 16 horas sin parar gracias al tipo de baterías que llevan.
Zoox es la cuarta compañía que ha recibido permiso para circular vehículos sin conductor por carreteras públicas en California. Antes lo obtuvo Waymo, propiedad de Google, que lleva meses ofreciendo su servicio a usuarios en Arizona. Desde octubre, la empresa de vehículos autónomos ha comenzado a permitir que el público en general se descargue una aplicación en el móvil para solicitar el servicio de las Chrysler Pacifica blancas que circulan por Phoenix y sus alrededores. Antes, un grupo selecto de clientes ya ha podido disfrutar del programa Early Rider, una especie de banco de pruebas que ahora ha comenzado a abrir el abanico a más personas.
“Los usuarios podrán disfrutar de la experiencia del programa autónomo Waymo sin un humano al volante. Es realmente un asunto de mucha, mucha importancia para nosotros, creemos, y para el mundo”, explicaba el consejero delegado de Waymo, John Krafcik. La entrada de Apple en esta rama de la industria podría serlo aún más. Con unas reservas de capital de 191.000 millones de dólares -casi el equivalente del Producto Interior Bruto de Nueva Zelanda- tiene margen para provocar un auténtico estruendo en el mercado.
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 1, 2021