El brutal y bestial ataque del grupo terrorista Hamas a Israel, causó un gran impacto en la sociedad argentina. No hay argentino de bien que no se estremezca por este demencial accionar de este grupo terrorista. Desde los medios de comunicación, incluidos los oficialistas, repudian y condenan esta verdadera locura.
Pareciera que recién, a raíz de esta barbarie, se ha descubierto lo que es realmente el terrorismo.
Por una cuestión generacional y por el inexorable paso del tiempo, los argentinos hemos olvidado que esa misma y exacta situación, fue vivida por nuestro país en la década del 70. El paralelismo entre lo que sufrió Argentina en esa década y lo que hoy sufre Israel, es justamente lo que nadie se atreve a señalar, en un país que fue puesto “patas para arriba” por veinte años de engaños y mentiras, que transformó las mismas en una “verdad revelada e indiscutible”.
Justamente, lo que es Hamas para Israel, lo fue Montoneros y ERP para la Argentina. Estos grupos terroristas no tienen tapujo alguno en atacar a la población civil. En Argentina el terrorismo dejo un saldo aproximado de 1.094 asesinados y una cifra potencial y global de 17.000 víctimas, entre muertos, heridos y secuestrados. Si, al igual que en Israel acá también se secuestraban civiles, los que eran utilizados por los grupos terroristas para intercambiar detenidos o pedir rescate. Basta recordar el secuestro de los hermanos Born, que permanecieron seis y nueve meses respectivamente, prisioneros en una “cárcel del pueblo” o el secuestro del empresario Vicari, también prisionero en una “cárcel del pueblo”.
Nos angustia el ataque de Hamas con misiles a las ciudades israelíes. Acá Montoneros y ERP hacían lo mismo, claro no había misiles en esa época, pero lo hacían con terribles artefactos explosivos que ellos mismos fabricaban. Montoneros llegó a tener sus propias fábricas de explosivos, que los hacían con exógeno y hasta confeccionaban sus propias granadas, que camuflaban en los sótanos de “inocentes” casas de “simples ciudadanos”; igual que como Hamas esconde sus misiles.
Nos horrorizamos con el asesinato de niños por parte de Hamas pero nada decimos del asesinato del niño de tres años Juan Barrios, por los furiosos disparos de la organización terrorista Montoneros, que cubría su huida luego de asaltar un Banco en la ciudad de Monte Chingolo o el asesinato de María Cristina Viola, también de tres años, asesinada por el grupo terrorismo ERP en Tucumán o el asesinato de Paula Lambruschini, de 15 años de edad, en un criminal atentado perpetrado por la organización terrorista Montoneros.
Nos conmovemos con las imágenes de soldados israelíes asesinados y paseados como trofeos de guerra en camiones por parte de Hamas, pero nada decimos que acá pasó exactamente lo mismo, por ejemplo con los asesinatos del Coronel Larrabure, el Capitán Viola o el subteniente Gambandé, por citar tan solo unos ejemplos de las docenas que hay. Ni hablar del revulsivo asesinato a sangre fría a cinco conscriptos (soldados de tan solo 18 años) que dormían o del asesinato del también conscripto Hermindo Luna, que tras exigirle que se rindiese, a lo cual respondió con el grito: “¡Acá no se rinde nadie, mierdas!”, fue partido al medio con una ráfaga de ametralladora; en el intento de copamiento del Regimiento de Infantería de Monte 29 de Formosa por parte del grupo terrorista de Montoneros.
Nos asombramos con tan solo escuchar que los de Hamas se han infiltrado entre la población israelí para así no ser descubiertos y poder llevar adelante sus ataques sin ser descubiertos. No llevan uniforme y pasan como un ciudadano más, utilizando este método para luego decir que Israel ataca a la población civil. Acá en Argentina pasó exactamente lo mismo, Montoneros y ERP también se “infiltraron” entre la población para poder accionar sin ser descubiertos. Pasaban como “simples ciudadanos” y es lo que hoy denuncian hipócritamente los defensores de los DDHH como ataque a la población civil.
Así como Hamas desinforma, intentando victimizarse y correr el eje de la discusión a la “represión” del Estado Israelí, acá Montoneros y ERP hicieron lo mismo, llegando incluso a juzgar a las fuerzas armadas, policiales y de seguridad por haberlos combatidos. ¿Alguien en su sano juicio puede imaginar, que en cuarenta años en Israel gane las elecciones un partido que reivindique al Hamas como jóvenes idealistas y ponga en el banquillo de los acusados a los que defienden hoy al país?. ¿No, verdad? ¿Entonces por que lo permitimos acá?
Nadie habla de la estrecha conexión de la organización terrorista Montoneros con la entonces Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y su brazo armado Al Fatah, mediante la cual los terroristas argentinos fueron adiestrados en técnicas de tiro, explosivos y táctica militar, en campos de instrucción situados en Beirut (Líbano) y Tahl (Siria). Hasta el mismo líder del actual Movimiento Evita se habría entrenado militarmente en esos campos de instrucción. Nada se dice de la conexión local del grupo terrorista Montoneros en los atentados a la embajada de Israel y la AMIA. Tan solo se escucha la solitaria voz de la candidata a Vicepresidenta de la Nación del peluca liberal, que valerosamente dice esta verdad. Los demás, silencio “stampa”.
Con el terrorismo no se negocia, se lo combate. No puede haber dudas al respecto. Acá, en Israel o en cualquier parte del mundo. Es una guerra. Es el legítimo derecho de defensa de un Estado para salvaguardar la Nación. Por eso no hay terrorismo de estado, un macabro invento del terrorismo argentino para juzgar a quienes los vencieron.
¿Por qué entonces si nadie duda de que lo que ocurre actualmente en la franja de Gaza es una guerra, se niega que lo que ocurrió en Argentina también fue una guerra? ¿Por qué si reconocemos el heroísmo de los soldados israelíes en su lucha contra el terrorismo, no reconocemos el mismo heroísmo en nuestra Fuerzas Armadas, Policiales y de seguridad que también combatieron al terrorismo?
Solo la miopía de un espurio interés, la más rancia ideologización o la simple cobardía de ser políticamente correcto sostienen que no existe equiparación entre lo que sucede en Israel con lo que sucedió en Argentina en los años 70. Honor y gloria a todos los soldados que combaten o combatieron al terrorismo en Argentina, en Israel y en el mundo.
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El brutal y bestial ataque del grupo terrorista Hamas a Israel, causó un gran impacto en la sociedad argentina. No hay argentino de bien que no se estremezca por este demencial accionar de este grupo terrorista. Desde los medios de comunicación, incluidos
los oficialistas, repudian y condenan esta verdadera locura.
Pareciera que recién, a raíz de esta barbarie, se ha descubierto lo que es realmente el terrorismo.
Por una cuestión generacional y por el inexorable paso del tiempo, los argentinos hemos olvidado que esa misma y exacta situación, fue vivida por nuestro país en la década del 70. El paralelismo entre lo que sufrió Argentina en esa década y lo que hoy sufre Israel, es justamente lo que nadie se atreve a señalar, en un país que fue puesto “patas para arriba” por veinte años de engaños y mentiras, que transformó las mismas en una “verdad revelada e indiscutible”.
Justamente, lo que es Hamas para Israel, lo fue Montoneros y ERP para la Argentina. Estos grupos terroristas no tienen tapujo alguno en atacar a la población civil. En Argentina el terrorismo dejo un saldo aproximado de 1.094 asesinados y una cifra potencial y global de 17.000 víctimas, entre muertos, heridos y secuestrados. Si, al igual que en Israel acá también se secuestraban civiles, los que eran utilizados por los grupos terroristas para intercambiar detenidos o pedir rescate. Basta recordar el secuestro de los hermanos Born, que permanecieron seis y nueve meses respectivamente, prisioneros en una “cárcel del pueblo” o el secuestro del empresario Vicari, también prisionero en una “cárcel del pueblo”.
Nos horrorizamos con el asesinato de niños por parte de Hamas pero nada decimos del asesinato del niño de tres años Juan Barrios, por los furiosos disparos de la organización terrorista Montoneros, que cubría su huida luego de asaltar un Banco en la ciudad de Monte Chingolo o el asesinato de María Cristina Viola, también de tres años, asesinada por el grupo terrorismo ERP en Tucumán o el asesinato de Paula Lambruschini, de 15 años de edad, en un criminal atentado perpetrado por la organización terrorista Montoneros.
Nos conmovemos con las imágenes de soldados israelíes asesinados y paseados como trofeos de guerra en camiones por parte de Hamas, pero nada decimos que acá pasó exactamente lo mismo, por ejemplo con los asesinatos del Coronel Larrabure, el Capitán Viola o el subteniente Gambandé, por citar tan solo unos ejemplos de las docenas que hay. Ni hablar del revulsivo asesinato a sangre fría a cinco conscriptos (soldados de tan solo 18 años) que dormían o del asesinato del también conscripto Hermindo Luna, que tras exigirle que se rindiese, a lo cual respondió con el grito: “¡Acá no se rinde nadie, mierdas!”, fue partido al medio con una ráfaga de ametralladora; en el intento de copamiento del Regimiento de Infantería de Monte 29 de Formosa por parte del grupo terrorista de Montoneros.
Nos asombramos con tan solo escuchar que los de Hamas se han infiltrado entre la población israelí para así no ser descubiertos y poder llevar adelante sus ataques sin ser descubiertos. No llevan uniforme y pasan como un ciudadano más, utilizando este método para luego decir que Israel ataca a la población civil. Acá en Argentina pasó exactamente lo mismo, Montoneros y ERP también se “infiltraron” entre la población para poder accionar sin ser descubiertos. Pasaban como “simples ciudadanos” y es lo que hoy denuncian hipócritamente los defensores de los DDHH como ataque a la población civil.
Así como Hamas desinforma, intentando victimizarse y correr el eje de la discusión a la “represión” del Estado Israelí, acá Montoneros y ERP hicieron lo mismo, llegando incluso a juzgar a las fuerzas armadas, policiales y de seguridad por haberlos combatidos. ¿Alguien en su sano juicio puede imaginar, que en cuarenta años en Israel gane las elecciones un partido que reivindique al Hamas como jóvenes idealistas y ponga en el banquillo de los acusados a los que defienden hoy al país?. ¿No, verdad? ¿Entonces por que lo permitimos acá?
Nadie habla de la estrecha conexión de la organización terrorista Montoneros con la entonces Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y su brazo armado Al Fatah, mediante la cual los terroristas argentinos fueron adiestrados en técnicas de tiro, explosivos y táctica militar, en campos de instrucción situados en Beirut (Líbano) y Tahl (Siria). Hasta el mismo líder del actual Movimiento Evita se habría entrenado militarmente en esos campos de instrucción. Nada se dice de la conexión local del grupo terrorista
Montoneros en los atentados a la embajada de Israel y la AMIA. Tan solo se escucha la solitaria voz de la candidata a Vicepresidenta de la Nación del peluca liberal, que valerosamente dice esta verdad. Los demás, silencio “stampa”.
Con el terrorismo no se negocia, se lo combate. No puede haber dudas al respecto. Acá, en Israel o en cualquier parte del mundo. Es una guerra. Es el legítimo derecho de defensa de un Estado para salvaguardar la Nación. Por eso no hay terrorismo de estado, un macabro invento del terrorismo argentino para juzgar a quienes los vencieron.
¿Por qué entonces si nadie duda de que lo que ocurre actualmente en la franja de Gaza es una guerra, se niega que lo que ocurrió en Argentina también fue una guerra? ¿Por qué si reconocemos el heroísmo de los soldados israelíes en su lucha contra el terrorismo, no reconocemos el mismo heroísmo en nuestra Fuerzas Armadas, Policiales y de seguridad que también combatieron al terrorismo?
Solo la miopía de un espurio interés, la más rancia ideologización o la simple cobardía de ser políticamente correcto sostienen que no existe equiparación entre lo que sucede en Israel con lo que sucedió en Argentina en los años 70. Honor y gloria a todos los soldados que combaten o combatieron al terrorismo en Argentina, en Israel y en el mundo.
PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 15, 2023