Arthur Conan Doyle y Harry Houdini estaban fascinados por el espiritismo, aunque por diferentes razones. Houdini era un ilusionista profesional que se ganaba la vida gracias a su habilidad con trucos mágicos.
Antes de ser un nombre con marquesina propia, Houdini ganó un pequeño ingreso al organizar sesiones y pretender hablar con los muertos. Si bien quería creer en el más allá, era escéptico de cualquiera que afirmara tener el poder de comunicarse con el otro lado.
El amigo de Houdini, Arthur Conan Doyle, sin embargo, creyó sinceramente que existía vida luego de la muerte. De hecho, su esposa Jean brillaba como un médium.
Un día, afirmó convocar a la madre muerta de Houdini y recibió un mensaje de 15 páginas desde más allá de la tumba. Había un problema: el fantasma escribió en inglés impecable. La madre de Houdini era húngara, y no hablaba casi inglés en absoluto. Menos -por supuesto- lo había escrito nunca.
Para Houdini, fue un punto de quiebre. Los dos hombres nunca reconciliaron sus diferencias. Houdini pasaría a describir a los médiums como “sanguijuelas humanas”, charlatanes que explotaban el dolor de la gente, y dedicaban gran energía a exponer medios fraudulentos. Su cruzada para desacreditar a estos estafadores fue tan grande que algunos han teorizado que Houdini pudo haber sido envenenado por psíquicos enojados y no por el famoso golpe en el plexo solar.
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Arthur Conan Doyle y Harry Houdini estaban fascinados por el espiritismo, aunque por diferentes razones. Houdini era un ilusionista profesional que se ganaba la vida gracias a su habilidad con trucos mágicos.
Antes de ser un nombre con marquesina propia, Houdini ganó un pequeño ingreso al organizar sesiones y pretender hablar con los muertos. Si bien quería creer en el más allá, era escéptico de cualquiera que afirmara tener el poder de comunicarse con el otro lado.
El amigo de Houdini, Arthur Conan Doyle, sin embargo, creyó sinceramente que existía vida luego de la muerte. De hecho, su esposa Jean brillaba como un médium.
Un día, afirmó convocar a la madre muerta de Houdini y recibió un mensaje de 15 páginas desde más allá de la tumba. Había un problema: el fantasma escribió en inglés impecable. La madre de Houdini era húngara, y no hablaba casi inglés en absoluto. Menos -por supuesto- lo había escrito nunca.
Para Houdini, fue un punto de quiebre. Los dos hombres nunca reconciliaron sus diferencias. Houdini pasaría a describir a los médiums como “sanguijuelas humanas”, charlatanes que explotaban el dolor de la gente, y dedicaban gran energía a exponer medios fraudulentos. Su cruzada para desacreditar a estos estafadores fue tan grande que algunos han teorizado que Houdini pudo haber sido envenenado por psíquicos enojados y no por el famoso golpe en el plexo solar.
PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 21, 2020