ASUNCIÓN BENEDIT SOBRE EL 29 DE NOVIEMBRE EN PLAZA DE MAYO

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Por María Asunción Lacal Montenegro

Quiero dirigirles algunas palabras a todos los que se hicieron presentes el 29 de noviembre pasado en la histórica Plaza de Mayo. A los veteranos, a los patriotas, que desoyeron todas las recomendaciones del Ministerio de Seguridad que nos “sujerían” que nos fuésemos con nuestra causa a otra parte porque allí era peligroso, los otros manifestantes eran violentos, y se correría mucho peligro. A los que no los escuchamos, o a los que los escuchamos, pero igual decidimos quedarnos, hacernos presente y no dejarnos copar la plaza por los zurdos,  madres de Plaza de Mayo y otras yerbas. Ellas había prometido: “vamos a retomar la plaza y vamos a marcar el territorio”.

¿Pero saben qué? No pasaron. Y estuvimos allí los que quisimos estar. Hay muchos que no pudieron llegar desgraciadamente, hubo otros que se amedrantaron.

Esos contratiempos provocaron que no hubiese más asistentes, incluso de las mismas organizaciones amigas, también desgraciadamente, desestimaron el acto.

¿Por buena voluntad? no lo dudo. ¿Por un tema de seguridad? no lo dudo, pero lo cierto es que debido a esas “recomendaciones” muchísima gente no se animó a ir.

Eso se notó. Porque eran muchos los que prometieron asistir para reclamar por el ilegal encarcelamiento de quienes combatieron al terrorismo en los años 70, el pedido era más que justo, pero finalmente no llegaron.   Solo puedo repetir: no hay que dejarse correr con la vaina, de última, que nos corran con las balas.

Pusimos el pecho, y allí  estuvimos. Para bien o para mal de muchos, pero lo cierto es que, a la plaza, no la tomaron los zurdos. En un video se ve como nosotros estamos junto al mástil y metros mas allá, en medio de la valla hay una abertura. Ahí estaban los rojos, con sus banderas, violentos, gritando, insultando. Pero no osaron poner un pie de nuestro lado pese al espacio existente. No pasaron. Los extremos de la valla policial también estaban abiertos, pero no pasaron. ¿Por qué no pasaron? Porque el cielo nos defendió. Porque nos encomendamos a la Virgen Santísima y a la protección de su manto y al sagrado corazón. Porque le pedimos a San Miguel Arcángel que con sus huestes nos defendiera. Yo le pedí especialmente que pusiera, si fuese necesario, una valla invisible. Y creo que así fue. Y también porque éramos más que ellos, porque teníamos la fuerza de una causa justa, porque los miembros de las  fuerzas de seguridad, con o sin ordenes, fulminaban con la mirada a los violentos y querían ser uno más con nosotros bajo la lluvia.

¿Por qué? Porque de un lado estábamos los hombres y mujeres de bien. Los que amamos nuestra patria. Los que luchamos por el bien y por nuestra soberanía. Y sobre todo, por el dignísimo pedido que convertimos en causa. La libertad y la reivindicación de los presos políticos. Nuestros patriotas cautivos o nuestros prisioneros de la guerra contra la subversión.

Porque ese grupo bajo la lluvia se constituyó con los camaradas que llegaron de todas partes del país. Los que viajaron 1.800 kilómetros para decir presentes. Ellos vinieron a apoyar a sus  casi hermanos injustamente encarcelados . A los que están vivos, a los que están encerrados y a los que han muertos sin justicia.

Así Dios nos hizo sentir que estaba junto a nosotros. Del otro lado de la plaza, los zurdos, violentos, ateos, aborteros, representaban al gran dragón rojo. La antigua serpiente o satanás. Los que quisieron imponer el flagelo del comunismo. Y por poco lo logran.

Si no hubiese sido por esos valientes soldados que nos defendieron, lo hubiesen logrado. Allí estaban sus camaradas pidiendo por ellos, ahí estábamos nosotros. Que Dios nos escuche y ayude a seguir adelante con los petitorios que presentaremos al presidente de la Nación, para que tenga a bien, dar una solución política. Una solución política a todos nuestros presos, que ya son pocos los vivos, porque han muerto más de 950. Una solución, que también reivindique moralmente a nuestros defensores, y en algún futuro cercano también los compense como es debido.

Una solución que le permita entender a la sociedad, que hay otro relato, que no es el relato oficial. Que conduzca a esa cruda reflexión para la sociedad, responsable por omisión de que estos patriotas hayan muerto en cautiverio.

Gracias a todos los que se animaron a venir.

Sin dudas fue un importantísimo acto, en el que se cumple esa máxima “No es la cantidad, sino es la calidad”. Se cumplió el objetivo, Visibilizar la causa, ponerla en PLAZA DE MAYO y anunciar los petitorios.

Gracias, gracias, gracias.

María Asunción Lacal Montenegro

 


PrisioneroEnArgentina.com

Dic 5, 2025


 

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