El gobernador de la provincia de La Rioja, Ricardo Clemente Quintela, afirmó ayer que una de sus decisiones más importantes de las últimas semanas fue aconsejada por un asesor inesperado: el exvicepresidente y exministro de Economía, Amado Boudou, quien se encuentra en prisión domiciliaria en medio de la pandemia por coronavirus.
“El compañero Amado Boudou y yo, ayer tuvimos una teleconferencia para conversar de posibles soluciones a diferentes problemas”.
Luego de desarrollar la idea que planteó el ex vicepresidente, que pretende comprar la deuda contraída por los empleados con fondos públicos y financiárselas a créditos con intereses bajos, Quintela se deshizo en elogios para el ex funcionario que cumple arresto domiciliario por la condena que le impuso un tribunal en el caso Ciccone.
“Yo tengo un aprecio especial por él. Nos ayudó muchísimo cuando estuvo en ANSES. Ayer me emocionó verlo, verlo bien, verlo con esa sonrisa. Si me está escuchando, quiero enviarle un saludo enorme. Yo nunca me avergoncé de los compañeros que sufrieron persecuciones”, aseguró.
Sobre su decisión de pagar deudas de empleados estatales, Quintela explicó que los empleados estatales riojanos tienen comprometido parte de sus salarios por los créditos tomados en empresas como “Garbarino, Musimundo, Centro Card, Tarjeta Naranja, entre otras” y que, aunque no debería pasar el 40% de lo que cobran, en la realidad supera esa cifra.
“Con las utilidades que tiene la Provincia, queremos comprar las deudas que tienen los trabajadores”, agregó. Después de comprados esos montos, el Banco Rioja les dará un crédito al 10%. La deuda global sumaría unos $6000 millones.
No quedó claro si el ex vicepresidente fue designado con un cargo en el Estado provincial o si se desempeña como una suerte de asesor personal del mandatario. Tampoco se especificó si cobra por su tarea o se desempeña ad honorem.
Sobre el ex ministro de Economía rige una prohibición de por vida para ejercer cargos públicos, dictada por el Tribunal Oral Federal N° 4, que lo condenó a cinco años y 10 meses de prisión por cohecho pasivo y negociaciones incompatibles con la función pública por la compra de Ciccone, la imprenta de billetes.
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El gobernador de la provincia de La Rioja, Ricardo Clemente Quintela, afirmó ayer que una de sus decisiones más importantes de las últimas semanas fue aconsejada por un asesor inesperado: el exvicepresidente y exministro de Economía, Amado Boudou, quien se encuentra en prisión domiciliaria en medio de la pandemia por coronavirus.
“El compañero Amado Boudou y yo, ayer tuvimos una teleconferencia para conversar de posibles soluciones a diferentes problemas”.
Luego de desarrollar la idea que planteó el ex vicepresidente, que pretende comprar la deuda contraída por los empleados con fondos públicos y financiárselas a créditos con intereses bajos, Quintela se deshizo en elogios para el ex funcionario que cumple arresto domiciliario por la condena que le impuso un tribunal en el caso Ciccone.
“Yo tengo un aprecio especial por él. Nos ayudó muchísimo cuando estuvo en ANSES. Ayer me emocionó verlo, verlo bien, verlo con esa sonrisa. Si me está escuchando, quiero enviarle un saludo enorme. Yo nunca me avergoncé de los compañeros que sufrieron persecuciones”, aseguró.
Sobre su decisión de pagar deudas de empleados estatales, Quintela explicó que los empleados estatales riojanos tienen comprometido parte de sus salarios por los créditos tomados en empresas como “Garbarino, Musimundo, Centro Card, Tarjeta Naranja, entre otras” y que, aunque no debería pasar el 40% de lo que cobran, en la realidad supera esa cifra.
“Con las utilidades que tiene la Provincia, queremos comprar las deudas que tienen los trabajadores”, agregó. Después de comprados esos montos, el Banco Rioja les dará un crédito al 10%. La deuda global sumaría unos $6000 millones.
No quedó claro si el ex vicepresidente fue designado con un cargo en el Estado provincial o si se desempeña como una suerte de asesor personal del mandatario. Tampoco se especificó si cobra por su tarea o se desempeña ad honorem.
Sobre el ex ministro de Economía rige una prohibición de por vida para ejercer cargos públicos, dictada por el Tribunal Oral Federal N° 4, que lo condenó a cinco años y 10 meses de prisión por cohecho pasivo y negociaciones incompatibles con la función pública por la compra de Ciccone, la imprenta de billetes.
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 13, 2020