“Conmigo se acaban los curros en derechos humanos”.
Esta esperanzadora frase la dijo, con el énfasis que tal decisión ameritaba, el candidato de Cambiemos en agosto de 2015. Confieso que tenía decidido votarlo, aunque nunca hubiera mencionado el tema, pero al escucharlo se potenció mi ilusión y pese a no tener obligación –por edad– concurrí al comicio a primera hora y con grandes esperanzas voté a Cambiemos.
Y estoy seguro que fuimos unos cuantos los argentinos que confirmamos o decidimos nuestro voto a raíz de esta promesa.
Pero el nombramiento de funcionarios como Avruj, Peña, Patricia Bullrich me hizo surgir la preocupante sospecha de haber caído nuevamente (qué ingenuo ¿No?) en la trampa de las mentiras de campaña.
Y al poco tiempo de la asunción la sospecha se hizo certidumbre. Hoy estamos igual que ayer en el tema de derechos humanos. Siguen siendo gozados únicamente por los terroristas y negados a quienes los combatieron, justamente aquellos a quienes todos los funcionarios de las últimas tres décadas deberían ir a visitar a los penales y agradecerles que hayan derrotado a la guerrilla de terroristas asesinos, traidores a la Patria, de no haber sido así….
Pero su soberbia y comodidad no se los permite.
Optan por un cobarde silencio y no se atreven a dar un valeroso reconocimiento de la verdadera historia.
Resulta ya aburrido mencionar que la ley penal no puede aplicarse retroactivamente (salvo que beneficie al imputado), que el Estatuto de Romatipificador de los delitos de Genocidio y Lesa Humanidad prohibió su aplicación a hechos anteriores a su sanción, que de sus artículos surge que serán imputados tanto los funcionarios de un Estado como los integrantes de las OrganizacionesGuerrilleras, que lo que se libró a partir de los ’60 fue una guerra y simplemente con ver las organizaciones, grados militares, armamentos, objetivos y declaraciones de los propios terroristas no caben dudas de la existencia de un conflicto bélico. Sólo nuestros funcionarios no lo comprenden o miran para otro lado…
Con tristeza e indignación vemos que se premia con dineros públicos a los terroristas y sus deudos, se los honra junto a jefes de estados extranjeros, mientras van muriendo en miserables mazmorras octogenarios y nonagenarios que nos dieron la democracia….
Durante el gobierno de Cambiemos ya suman un centenar quienes ofrendaron su vida abandonados y enfermos, lejos de sus seres queridos.
Y pensar que deno haber sido por el triunfo de las Fuerzas Armadas, hoy nuestra Patria se habría transformado en un remedo de Cuba y Venezuela.
Aclaro para que no se malinterprete que, aparte de este rechazo puntual, comparto en general las decisiones del gobierno, no soy experto ni en economía, ni finanzas, ni relaciones exteriores, solo un simple ciudadano que desea, antes del final, ver a nuestra Patria de pie y a todos los argentinos gozando de los mismos derechos y con las mismas obligaciones, viviendo en paz y concordia.
Con mi familia le escribimos cartas varias cuando ocupaba el gobierno de la ciudad, al igual que a sus colaboradores. Ninguno respondió. Parecían simples K. Igual lo votamos. A esta altura soy consciente que para el bien del país MAURICIO MACRI, tiene que tener éxito en su gestión, dado que el “vamos por todo” que se llevó todo y quiere más, sigue gozando de buena salud, medios de difusión a su disposición y libertad sin límites. Por obra y gracia del mismo “CAMBIEMOS” por supuesto. Pero para alcanzar el triunfo el primer mandatario, tiene que ser un verdadero estadista, lo cual lamentablemente no demuestra ser. Por lo menos con nosotros, a quienes nos están matando bajo su directa e indiferente responsabilidad. Fue uno mas de los que NOS ENGAÑO Y MINTIÓ.
A mí me pasó lo mismo. Tengo más de 70 años, y no tenía obligación de votar; pero al ver y oirlo decir “que se acabarán los “curros” de los DD.HH.”, lo voté. Grande también mi desazón.
Por JUAN MANUEL OTERO.
“Conmigo se acaban los curros en derechos humanos”.
Esta esperanzadora frase la dijo, con el énfasis que tal decisión ameritaba, el candidato de Cambiemos en agosto de 2015. Confieso que tenía decidido votarlo, aunque nunca hubiera mencionado el tema, pero al escucharlo se potenció mi ilusión y pese a no tener obligación –por edad– concurrí al comicio a primera hora y con grandes esperanzas voté a Cambiemos.
Y estoy seguro que fuimos unos cuantos los argentinos que confirmamos o decidimos nuestro voto a raíz de esta promesa.
Pero el nombramiento de funcionarios como Avruj, Peña, Patricia Bullrich me hizo surgir la preocupante sospecha de haber caído nuevamente (qué ingenuo ¿No?) en la trampa de las mentiras de campaña.
Y al poco tiempo de la asunción la sospecha se hizo certidumbre. Hoy estamos igual que ayer en el tema de derechos humanos. Siguen siendo gozados únicamente por los terroristas y negados a quienes los combatieron, justamente aquellos a quienes todos los funcionarios de las últimas tres décadas deberían ir a visitar a los penales y agradecerles que hayan derrotado a la guerrilla de terroristas asesinos, traidores a la Patria, de no haber sido así….
Pero su soberbia y comodidad no se los permite.
Optan por un cobarde silencio y no se atreven a dar un valeroso reconocimiento de la verdadera historia.
Resulta ya aburrido mencionar que la ley penal no puede aplicarse retroactivamente (salvo que beneficie al imputado), que el Estatuto de Roma tipificador de los delitos de Genocidio y Lesa Humanidad prohibió su aplicación a hechos anteriores a su sanción, que de sus artículos surge que serán imputados tanto los funcionarios de un Estado como los integrantes de las Organizaciones Guerrilleras, que lo que se libró a partir de los ’60 fue una guerra y simplemente con ver las organizaciones, grados militares, armamentos, objetivos y declaraciones de los propios terroristas no caben dudas de la existencia de un conflicto bélico. Sólo nuestros funcionarios no lo comprenden o miran para otro lado…
Con tristeza e indignación vemos que se premia con dineros públicos a los terroristas y sus deudos, se los honra junto a jefes de estados extranjeros, mientras van muriendo en miserables mazmorras octogenarios y nonagenarios que nos dieron la democracia….
Durante el gobierno de Cambiemos ya suman un centenar quienes ofrendaron su vida abandonados y enfermos, lejos de sus seres queridos.
Y pensar que de no haber sido por el triunfo de las Fuerzas Armadas, hoy nuestra Patria se habría transformado en un remedo de Cuba y Venezuela.
Aclaro para que no se malinterprete que, aparte de este rechazo puntual, comparto en general las decisiones del gobierno, no soy experto ni en economía, ni finanzas, ni relaciones exteriores, solo un simple ciudadano que desea, antes del final, ver a nuestra Patria de pie y a todos los argentinos gozando de los mismos derechos y con las mismas obligaciones, viviendo en paz y concordia.
Apenas eso….
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4 thoughts on “¿Cambiemos o Continuemos?”
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SOY CULPABLE. Ya en CABA se veia que era un vago. Vote a PRO por la desesperación de salir del canibalismo kirchnerista. Ahora, mas de lo mismo.
Con mi familia le escribimos cartas varias cuando ocupaba el gobierno de la ciudad, al igual que a sus colaboradores. Ninguno respondió. Parecían simples K. Igual lo votamos. A esta altura soy consciente que para el bien del país MAURICIO MACRI, tiene que tener éxito en su gestión, dado que el “vamos por todo” que se llevó todo y quiere más, sigue gozando de buena salud, medios de difusión a su disposición y libertad sin límites. Por obra y gracia del mismo “CAMBIEMOS” por supuesto. Pero para alcanzar el triunfo el primer mandatario, tiene que ser un verdadero estadista, lo cual lamentablemente no demuestra ser. Por lo menos con nosotros, a quienes nos están matando bajo su directa e indiferente responsabilidad. Fue uno mas de los que NOS ENGAÑO Y MINTIÓ.
A mí me pasó lo mismo. Tengo más de 70 años, y no tenía obligación de votar; pero al ver y oirlo decir “que se acabarán los “curros” de los DD.HH.”, lo voté. Grande también mi desazón.