Honestamente, no se me ocurre mejor candidato que Ernesto “Che” Guevara para denominar a una figura histórica como sobrevalorada. Porque ¿qué logró realmente? Su mayor logro fue ser súper fotogénico. Era un rebelde con causa y bastante apuesto, que sabía cómo aprovechar sus ángulos. Se unió a la revolución de Fidel Castro, donde Castro y Cienfuegos hicieron todo el trabajo pesado, y esa revolución fue un éxito. Aparte de esto, ¿cuál es su legado?
Era racista, homofóbico y misógino.
Fracasó en el Banco Central de Cuba y fracasó en sus incursiones bélicas, sobre todo en África.
Guevara también abrazó puntos de vista racistas. En su diario se refirió a los negros como “esos magníficos ejemplos de la raza africana que han mantenido su pureza racial gracias a su falta de afinidad con el baño”. También pensaba que los europeos blancos eran superiores a los afrodescendientes y describió a los mexicanos como “un grupo de indios analfabetos”.
En el artículo “Mi primo, El Che”, Alberto Benegas Lynch Jr. describe cómo al Che Guevara le gustaba torturar animales, un rasgo común a los asesinos en serie. Su historial de asesinatos y torturas es extenso. Los investigadores han documentado 216 víctimas del Che Guevara en Cuba entre 1957 y 1959. La sospecha era todo lo que se necesitaba para acabar con una vida. No había necesidad de juicio porque dijo que la Revolución no podía detenerse “a realizar muchas investigaciones; tiene la obligación de triunfar”.
CienfuegosFidel Castro
El Che quería “exportar la revolución” a todo el mundo… así que renunció al gobierno cubano y se propuso hacer precisamente eso. Primero fue al Congo y trató de unir a los lugareños a su causa. Lo intentó durante seis meses y fracasó. Lo que no dejó de hacer, sin embargo, fue hacer algunas observaciones maravillosamente racistas, como la pequeña joya citada anteriormente: de alguna manera su decepción por su aventura congoleña le hizo amargarse con toda la raza negra. Luego fue a Bolivia y allí también fracasó y finalmente murió en el proceso.
El Che Guavara murió intentando “exportar la revolución” a todo el mundo. No lo logró y, aunque su rostro se volvió icónico, ser un tipo súper fotogénico es prácticamente su único legado. En la vida real, era un imbécil racista y un revolucionario bastante ineficaz. Resulta que era lo suficientemente guapo como para que su cara se viera bien en camisetas y carteles.
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Honestamente, no se me ocurre mejor candidato que Ernesto “Che” Guevara para denominar a una figura histórica como sobrevalorada. Porque ¿qué logró realmente? Su mayor logro fue ser súper fotogénico. Era un rebelde con causa y bastante apuesto, que sabía cómo aprovechar sus ángulos. Se unió a la revolución de Fidel Castro, donde Castro y Cienfuegos hicieron todo el trabajo pesado, y esa revolución fue un éxito. Aparte de esto, ¿cuál es su legado?
Era racista, homofóbico y misógino.
Fracasó en el Banco Central de Cuba y fracasó en sus incursiones bélicas, sobre todo en África.
Guevara también abrazó puntos de vista racistas. En su diario se refirió a los negros como “esos magníficos ejemplos de la raza africana que han mantenido su pureza racial gracias a su falta de afinidad con el baño”. También pensaba que los europeos blancos eran superiores a los afrodescendientes y describió a los mexicanos como “un grupo de indios analfabetos”.
En el artículo “Mi primo, El Che”, Alberto Benegas Lynch Jr. describe cómo al Che Guevara le gustaba torturar animales, un rasgo común a los asesinos en serie. Su historial de asesinatos y torturas es extenso. Los investigadores han documentado 216 víctimas del Che Guevara en Cuba entre 1957 y 1959. La sospecha era todo lo que se necesitaba para acabar con una vida. No había necesidad de juicio porque dijo que la Revolución no podía detenerse “a realizar muchas investigaciones; tiene la obligación de triunfar”.
El Che quería “exportar la revolución” a todo el mundo… así que renunció al gobierno cubano y se propuso hacer precisamente eso. Primero fue al Congo y trató de unir a los lugareños a su causa. Lo intentó durante seis meses y fracasó. Lo que no dejó de hacer, sin embargo, fue hacer algunas observaciones maravillosamente racistas, como la pequeña joya citada anteriormente: de alguna manera su decepción por su aventura congoleña le hizo amargarse con toda la raza negra. Luego fue a Bolivia y allí también fracasó y finalmente murió en el proceso.
El Che Guavara murió intentando “exportar la revolución” a todo el mundo. No lo logró y, aunque su rostro se volvió icónico, ser un tipo súper fotogénico es prácticamente su único legado. En la vida real, era un imbécil racista y un revolucionario bastante ineficaz. Resulta que era lo suficientemente guapo como para que su cara se viera bien en camisetas y carteles.
PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 7, 2024