Esta extraña criatura es una importación a Florida en las últimas décadas. De hecho, el chupacabras hizo su debut en la lista de cosas extrañas del mundo en 1975 después de una serie de matanzas de animales de granja en Puerto Rico. Los aldeanos rurales se presentaron con afirmaciones de que una criatura no identificada estaba matando a sus animales en las primeras horas de la mañana mordiéndoles el cuello. Fuera lo que fuera, dejaba extrañas heridas punzantes en sus víctimas que no eran consistentes con ninguna especie conocida. Los testigos informaron haber escuchado chirridos y aleteos como si fueran las alas de un pájaro grande. Los testigos oculares que afirmaron haber visto realmente a la criatura, generalmente la describieron como un animal desconocido de unos tres o cuatro pies de altura, de color gris, cabeza de gran tamaño con grandes ojos ovalados y una boca llena de dientes intimidadores. Otra característica común en el reporte del chupacabra es el “olor a sulfuro” que emite la criatura. Algunas descripciones ofrecidas por testigos parecían implicar que la bestia era un ser parecido a una gárgola o un demonio de Tasmania con alas palmeadas.
La ola de asesinatos inexplicables se centró primero en Orocovis, en el interior montañoso de Puerto Rico, donde se encontraron casi a diario durante dos meses restos mutilados de ovejas, vacas, cabras, perros, gallinas y otros animales. En una gran cantidad de denuncias que involucran cabras mutiladas, las personas afirmaron que la criatura había literalmente “succionado el interior de sus víctimas a través de las cuencas de los ojos”, dejando solo cadáveres de piel y huesos. Como a la extraña bestia le faltaba un nombre, los lugareños la apodaron “la chupacabras” o “el chupacabras”.
Varios ciudadanos prominentes y creíbles de la isla se presentaron con avistamientos de una entidad que “medía cinco pies de altura, con poderosas patas traseras como un canguro, grandes ojos rasgados y una cresta de aletas o espinas que le recorren la espalda”. Un hombre afirmó haber perseguido a la cosa, atrapándola brevemente el tiempo suficiente para mirar en su boca y ver largos colmillos antes de que se liberara y desapareciera por una calle. Los informes de Chupacabras se volvieron tan frecuentes que las autoridades ya no podían ignorarlos. La policía dirigió grupos de búsqueda buscando lo que estaba matando a tantos animales. El alcalde de Canóvanas, José Soto, un ex investigador de la policía, incluso lanzó su propia búsqueda fallida para tratar de capturar un chupacabras. Las autoridades, a falta de otra explicación, culparon de las muertes de animales a los perros salvajes mientras comenzaban a circular rumores de que el chupacabras era una especie de mutación resultante de un experimento secreto del gobierno, o aún más extraño, algo con una conexión extraterrestre. Para 1996, el chupacabras había ganado atención internacional en la prensa y se estaba extendiendo como un folclore recién descubierto en toda América Latina, incluso entre la gran población hispana de Florida.
El primer informe sugerido sobre chupacabras que pude encontrar en Florida apareció en un periódico de marzo de 1996 sobre avistamientos en la localidad de Sweetwater. Como hay cuatro “Sweetwaters” en el estado, hay que explicar que la mencionada es una comunidad mayoritariamente hispana ubicada en la Ruta 41 al oeste del centro de Miami. El primer reporte se hizo el 10 de marzo, cuando una mujer dijo que una “cosa inhumana” había atravesado su propiedad. Esto fue seguido por dos informes más sobre un extraño animal que mató a dos cabras y veintisiete pollos. Eso fue suficiente para que la pelota empezara a rodar hacia la histeria del chupacabras.
El 23 de julio de 1996, las noticias de la noche en la mayoría de las estaciones de televisión de Florida publicaron una historia sobre una extraña bestia que mataba a las mascotas de las personas en el sur de Florida y que dejaba un “olor a sulfuro”. Aunque nunca se mencionó el nombre en la TV, comenzaron a circular rumores por los barrios hispanos de que se trataba de la obra de un chupacabras. Un hombre dijo: “Es lo mismo que llamamos el chupacabras en Puerto Rico”. En un incidente, se culpó a la bestia diabólica de clavar sus garras en un automóvil de lujo, dejando profundos rasguños en la pintura. Los agentes del orden público del condado de Dade colocaron trampas con la esperanza de atrapar a la criatura, pero dado que no hay informes de seguimiento.
En Tampa, dos hombres informaron que un chupacabras había matado a algunos pollos y afirmaron haber visto a la criatura en dos noches diferentes. Existe una clara conexión cultural con los incidentes del chupacabra en Florida, ya que supuestamente todos ocurrieron en áreas predominantemente hispanas. Solo quedan tres explicaciones para el chupacabras en Florida; la primera es que fueron importados del Caribe, quizás en un carguero, la segunda, es mero folklore, o la tercera, el infame “Jersey Devil” (El Diablo de Jersey, un famoso mito del estado de New Jersey) se jubiló y se ha retirado al sur de la Florida.
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Esta extraña criatura es una importación a Florida en las últimas décadas. De hecho, el chupacabras hizo su debut en la lista de cosas extrañas del mundo en 1975 después de una serie de matanzas de animales de granja en Puerto Rico. Los aldeanos rurales se presentaron con afirmaciones de que una criatura no identificada estaba matando a sus animales en las primeras horas de la mañana mordiéndoles el cuello. Fuera lo que fuera, dejaba extrañas heridas punzantes en sus víctimas que no eran consistentes con ninguna especie conocida. Los testigos informaron haber escuchado chirridos y aleteos como si fueran las alas de un pájaro grande. Los testigos oculares que afirmaron haber visto realmente a la criatura, generalmente la describieron como un animal desconocido de unos tres o cuatro pies de altura, de color gris, cabeza de gran tamaño con grandes ojos ovalados y una boca llena de dientes intimidadores. Otra característica común en el reporte del chupacabra es el “olor a sulfuro” que emite la criatura. Algunas descripciones ofrecidas por testigos parecían implicar que la bestia era un ser parecido a una gárgola o un demonio de Tasmania con alas palmeadas.
La ola de asesinatos inexplicables se centró primero en Orocovis, en el interior montañoso de Puerto Rico, donde se encontraron casi a diario durante dos meses restos mutilados de ovejas, vacas, cabras, perros, gallinas y otros animales. En una gran cantidad de denuncias que involucran cabras mutiladas, las personas afirmaron que la criatura había literalmente “succionado el interior de sus víctimas a través de las cuencas de los ojos”, dejando solo cadáveres de piel y huesos. Como a la extraña bestia le faltaba un nombre, los lugareños la apodaron “la chupacabras” o “el
chupacabras”.
Varios ciudadanos prominentes y creíbles de la isla se presentaron con avistamientos de una entidad que “medía cinco pies de altura, con poderosas patas traseras como un canguro, grandes ojos rasgados y una cresta de aletas o espinas que le recorren la espalda”. Un hombre afirmó haber perseguido a la cosa, atrapándola brevemente el tiempo suficiente para mirar en su boca y ver largos colmillos antes de que se liberara y desapareciera por una calle. Los informes de Chupacabras se volvieron tan frecuentes que las autoridades ya no podían ignorarlos. La policía dirigió grupos de búsqueda buscando lo que estaba matando a tantos animales. El alcalde de Canóvanas, José Soto, un ex investigador de la policía, incluso lanzó su propia búsqueda fallida para tratar de capturar un chupacabras. Las autoridades, a falta de otra explicación, culparon de las muertes de animales a los perros salvajes mientras comenzaban a circular rumores de que el chupacabras era una especie de mutación resultante de un experimento secreto del gobierno, o aún más extraño, algo con una conexión extraterrestre. Para 1996, el chupacabras había ganado atención internacional en la prensa y se estaba extendiendo como un folclore recién descubierto en toda América Latina, incluso entre la gran población hispana de Florida.
El primer informe sugerido sobre chupacabras que pude encontrar en Florida apareció en un periódico de marzo de 1996 sobre avistamientos en la localidad de Sweetwater. Como hay cuatro “Sweetwaters” en el estado, hay que explicar que la mencionada es una comunidad mayoritariamente hispana ubicada en la Ruta 41 al oeste del centro de Miami. El primer reporte se hizo el 10 de marzo, cuando una mujer dijo que una “cosa inhumana” había atravesado su propiedad. Esto fue seguido por dos informes más sobre un extraño animal que mató a dos cabras y veintisiete pollos. Eso fue suficiente para que la pelota empezara a rodar hacia la histeria del chupacabras.
El 23 de julio de 1996, las noticias de la noche en la mayoría de las estaciones de televisión de Florida publicaron una historia sobre una extraña bestia que mataba a las mascotas de las personas en el sur de Florida y que dejaba un “olor a sulfuro”. Aunque nunca se mencionó el nombre en la TV, comenzaron a circular rumores por los barrios hispanos de que se trataba de la obra de un chupacabras. Un hombre dijo: “Es lo mismo que llamamos el chupacabras en Puerto Rico”. En un incidente, se culpó a la bestia diabólica de clavar sus garras en un automóvil de lujo, dejando profundos rasguños en la pintura. Los agentes del orden público del condado de Dade colocaron trampas con la esperanza de atrapar a la criatura, pero dado que no hay informes de seguimiento.
En Tampa, dos hombres informaron que un chupacabras había matado a algunos pollos y afirmaron haber visto a la criatura en dos noches diferentes. Existe una clara conexión cultural con los incidentes del chupacabra en Florida, ya que supuestamente todos ocurrieron en áreas predominantemente hispanas. Solo quedan tres explicaciones para el chupacabras en Florida; la primera es que fueron importados del Caribe, quizás en un carguero, la segunda, es mero folklore, o la tercera, el infame “Jersey Devil” (El Diablo de Jersey, un famoso mito del estado de New Jersey) se jubiló y se ha retirado al sur de la Florida.
PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 18, 202