El Presidente argentino ha visitado distintos países europeos y al Vaticano, con el objeto que se postergue el pago del saldo de la deuda que mantiene con el Club de Paris y se apoyen las gestiones para reestructurar la deuda de 47.000 millones de dólares aproximadamente con el Fondo Monetario Internacional. Con ese propósito visitó España, Italia y Francia que son acreedoras de la Argentina, Portugal y el Vaticano, pero no cumplió ninguna de las estrategias de un negociador hábil: Jugó el rol de un impotente mendicante que viene a pedir limosna y no el representante de una nación capacitada por la naturaleza y las aptitudes de la mayoría de sus hijos para pagar dichas deudas. No tuvo en cuenta los más elementales principios de quién encara una negociación: Ofrecer algo a cambio que pueda interesar a la otra parte, tener serios conocimientos de la situación de aquellos a quienes quiere convencer y una gran imaginación y talento para incorporar algunos ases en su baraja. Este viaje turístico fue contraproducente porque exhibió que la Argentina no confía en sus propias fuerzas.
Quisiera ratificar algo dicho por el autor de esta nota muchas veces: La situación argentina tiene arreglo y un futuro venturoso, pero, como va, termina en quiebra. Nos podría salvar asumir la filosofía de las políticas que transformaron en la segunda mitad del siglo XIX un inmenso desierto con fronteras ni siquiera bien establecidas, en una nación respetable y respetada al extremo que en 1939 el producto bruto interno argentino era igual al de toda América del Sud sumada. La parte industrial de ese producto duplicaba a la agrícola ganadera aunque siete años atrás estaban a la par. En buena medida ese portentoso crecimiento que fascino al mundo civilizado se basaba, en lo económico, en una red ferroviaria particularmente eficiente que era la más extensa de América del Sud .Esta se había construido sustentándose en la credibilidad que inspiraban sus gobernantes al capital extranjero porque nacional había muy poco. Afortunadamente la Constitución de 1853/60 preveía, en su artículo 67, inciso 16, otorgar concesiones “…temporales y recompensas de estímulo” que implicaban que los contratistas ponían los fondos y construían las obras y la Nación Argentina les entregaba en pago tierras al lado de la vía. Se pactaba una ganancia para el concesionario así como la ulterior prestación del servicio. Cualquiera se da cuenta que en aquella época los terrenos que se entregaban no valían nada…hasta que aparecían los rieles. Los ferrocarriles respondían admirablemente al concepto alberdiano de “gobernar es poblar.” Por eso y para facilitar la producción los ferrocarriles tenían que abrir una estación cada 25 km que fueron origen de muchos pueblos. Existe otro aspecto que ocurrió y volverá a ocurrir si se actúa con seriedad: Cayeron los precios notablemente. Para traer un barril de licor de Mendoza a Buenos Aires, se requerían 20 días de carreta pero solamente 15 horas de tren. Las obras de construcción de ferrocarriles y el aumento del comercio crearon una impresionante demanda de empleos, lo que ocasionó elevada suba de salarios al extremo que los barcos extranjeros tenían el problema que cuando sus tripulaciones se enteraban de lo que se pagaba aquí , muchos se quedaban y las naves volvían a sus puertos de origen como podían.
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¿Cuál es la idea que gobernaba la construcción de ferrocarriles?: Utilizar los medios que la naturaleza ofrecía pródigamente en nuestra inmensa geografía. Si se quiere bajar la inflación, es preciso sin dejar de pensar en otras alternativas y las aptitudes creadoras de nuestros compatriotas, reducir los gastos de transporte utilizando o creando vías fluviales, que son el medio de comunicación más barato y desde luego terminar con los gastos públicos innecesarios. Esto abatirá los precios que pagan los consumidores, nuestros confiscatorios impuestos y agrandará los mercados. Debemos hacer lo mismo que hicieron nuestros mayores: Apelar al capital extranjero, unido o no al capital privado nacional, por el sistema de concesiones. Nuestro presidente debió viajar con un proyecto de tratado con las cuatro naciones que visitó para explicar a sus interlocutores la notoria cantidad y dimensión de las obras públicas que podemos realizar aquí y que las vamos a recibir igual que a otras naciones del mundo, en calidad de socios para superar hermanados las consecuencias de esta enfermedad que todos padecemos. Nosotros, igual que los demás habitantes del planeta, necesitamos fuentes de trabajo genuinas y debemos ofrecer lo que tenemos en calidad de pares y no arrodillados para recibir limosnas. Las obras que pueden hacerse en el territorio argentino tienen un monto tal que los 2240 millones de dólares que le debemos al Club de París o los 47.000 millones al F.M.I. pierden todo significado. Nuestro Presidente debió brindar otra idea que vale más que la deuda externa argentina porque abarca a todo el género humano. En la publicación de una muy respetable institución científica argentina “IntraMed”, titulada “Vitamina D y Covid 19” aparecida en Google del 12 de febrero de 2021 se desarrolla en 19 páginas la posibilidad de cubrir las deficiencias de vitamina D para enfrentar al Covid 19 y dice : “ La evidencia que vincula la deficiencia de Vitamina D con la gravedad de COVID 19 es circunstancial pero considerable: vínculos con el origen étnico, la obesidad, la institucionalización, latitud y exposición ultra violeta; aumento del daño pulmonar en modelos experimentales; asociaciones con la gravedad de COVID 19 en pacientes hospitalizados. “ No dice que se han presentado pruebas irrefutables sobre la vinculación entre la deficiencia en la cantidad de vitamina D que tienen los afectados y el Covid 19, pero la nutrida información que brinda exhibe que existe tal vinculación. El pueblo argentino debería ser enterado de este trabajo.
En las publicaciones del autor en Facebook de Enero y Abril de este año, tituladas respectivamente : “El sol y el deporte nos pueden defender del COVID 19 “ y “El sol, una fuente natural que favorece la producción de Vitamina D , fundamental en la producción de anticuerpos”, se dio por demostrada la influencia del sol y la vitamina D para corregir las deficiencias que pudiera haber de esta última en el sistema inmunológico de la población y de esta manera combatir al Covid19, sustentándose en otros fundados pareceres. Estos muestran que el sol es el principal “fabricante” de vitamina D y que la deficiencia de ésta, debilita al sistema inmunológico que defiende a los seres humanos del Covid 19. Un estadista debe tener el valor y el talento necesarios para tomar intrincadas decisiones y acertar. Aquí no hubo tal cosa. Es inadmisible que el gobierno haya guardado completo silencio ante las afirmaciones científicas de IntraMed y otros especialistas. Se debió comunicar a la población que posiblemente si se corrigiera la deficiencia de vitamina D cuando esta exista en el sistema inmunológico como en muchas ocasiones existe entre nosotros, podría reducirse sustancialmente el desastre que asola a nuestra patria , informar de esta idea a nuestros acreedores y favorecerlos con ella. Se habrían convencido que no estaban tratando con mendigos sino con gente inteligente decidida a terminar con tanta muerte y tanta pobreza…y que pueden pagarles perfectamente.
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Por JUAN JOSÉ GUARESTI (nieto)
EL PRESIDENTE ARGENTINO EN EUROPA
[ezcol_1half]El Presidente argentino ha visitado distintos países europeos y al Vaticano, con el objeto que se postergue el pago del saldo de la deuda que mantiene con el Club de Paris y se apoyen las gestiones para reestructurar la deuda de 47.000 millones de dólares aproximadamente con el Fondo Monetario Internacional. Con ese propósito visitó España, Italia y Francia que son acreedoras de la Argentina, Portugal y el Vaticano, pero no cumplió ninguna de las estrategias de un negociador hábil: Jugó el rol de un impotente mendicante que viene a pedir limosna y no el representante de una nación capacitada por la naturaleza y las aptitudes de la mayoría de sus hijos para pagar dichas deudas. No tuvo en cuenta los más elementales principios de quién encara una negociación: Ofrecer algo a cambio que pueda interesar a la otra parte, tener serios conocimientos de la situación de aquellos a quienes quiere convencer y una gran imaginación y talento para incorporar algunos ases en su baraja. Este viaje turístico fue contraproducente porque exhibió que la Argentina no confía en sus propias fuerzas.
Quisiera ratificar algo dicho por el autor de esta nota muchas veces: La situación argentina tiene arreglo y un futuro venturoso, pero, como va, termina en quiebra. Nos podría salvar asumir la filosofía de las políticas que transformaron en la segunda mitad del siglo XIX un inmenso desierto con fronteras ni siquiera bien establecidas, en una nación respetable y respetada al extremo que en 1939 el producto bruto interno argentino era igual al de toda América del Sud sumada. La parte industrial de ese producto duplicaba a la agrícola ganadera aunque siete años atrás estaban a la par. En buena medida ese portentoso crecimiento que fascino al mundo civilizado se basaba, en lo económico, en una red ferroviaria particularmente eficiente que era la más extensa de América del Sud .Esta se había construido sustentándose en la credibilidad que inspiraban sus gobernantes al capital extranjero porque nacional había muy poco. Afortunadamente la Constitución de 1853/60 preveía, en su artículo 67, inciso 16, otorgar concesiones “…temporales y recompensas de estímulo” que implicaban que los contratistas ponían los fondos y construían las obras y la Nación Argentina les entregaba en pago tierras al lado de la vía. Se pactaba una ganancia para el concesionario así como la ulterior prestación del servicio. Cualquiera se da cuenta que en aquella época los terrenos que se entregaban no valían nada…hasta que aparecían los rieles. Los ferrocarriles respondían admirablemente al concepto alberdiano de “gobernar es poblar.” Por eso y para facilitar la producción los ferrocarriles tenían que abrir una estación cada 25 km que fueron origen de muchos pueblos. Existe otro aspecto que ocurrió y volverá a ocurrir si se actúa con seriedad: Cayeron los precios notablemente. Para traer un barril de licor de Mendoza a Buenos Aires, se requerían 20 días de carreta pero solamente 15 horas de tren. Las obras de construcción de ferrocarriles y el aumento del comercio crearon una impresionante demanda de empleos, lo que ocasionó elevada suba de salarios al extremo que los barcos extranjeros tenían el problema que cuando sus tripulaciones se enteraban de lo que se pagaba aquí , muchos se quedaban y las naves volvían a sus puertos de origen como podían.
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¿Cuál es la idea que gobernaba la construcción de ferrocarriles?: Utilizar los medios que la naturaleza ofrecía pródigamente en nuestra inmensa geografía. Si se quiere bajar la inflación, es preciso sin dejar de pensar en otras alternativas y las aptitudes creadoras de nuestros compatriotas, reducir los gastos de transporte utilizando o creando vías fluviales, que son el medio de comunicación más barato y desde luego terminar con los gastos públicos innecesarios. Esto abatirá los precios que pagan los consumidores, nuestros confiscatorios impuestos y agrandará los mercados. Debemos hacer lo mismo que hicieron nuestros mayores: Apelar al capital extranjero, unido o no al capital privado nacional, por el sistema de concesiones. Nuestro presidente debió viajar con un proyecto de tratado con las cuatro naciones que visitó para explicar a sus interlocutores la notoria cantidad y dimensión de las obras públicas que podemos realizar aquí y que las vamos a recibir igual que a otras naciones del mundo, en calidad de socios para superar hermanados las consecuencias de esta enfermedad que todos padecemos. Nosotros, igual que los demás habitantes del planeta, necesitamos fuentes de trabajo genuinas y debemos ofrecer lo que tenemos en calidad de pares y no arrodillados para recibir limosnas. Las obras que pueden hacerse en el territorio argentino tienen un monto tal que los 2240 millones de dólares que le debemos al Club de París o los 47.000 millones al F.M.I. pierden todo significado. Nuestro Presidente debió brindar otra idea que vale más que la deuda externa argentina porque abarca a todo el género humano. En la publicación de una muy respetable institución científica argentina “IntraMed”, titulada “Vitamina D y Covid 19” aparecida en Google del 12 de febrero de 2021 se desarrolla en 19 páginas la posibilidad de cubrir las deficiencias de vitamina D para enfrentar al Covid 19 y dice : “ La evidencia que vincula la deficiencia de Vitamina D con la gravedad de COVID 19 es circunstancial pero considerable: vínculos con el origen étnico, la obesidad, la institucionalización, latitud y exposición ultra violeta; aumento del daño pulmonar en modelos experimentales; asociaciones con la gravedad de COVID 19 en pacientes hospitalizados. “ No dice que se han presentado pruebas irrefutables sobre la vinculación entre la deficiencia en la cantidad de vitamina D que tienen los afectados y el Covid 19, pero la nutrida información que brinda exhibe que existe tal vinculación. El pueblo argentino debería ser enterado de este trabajo.
En las publicaciones del autor en Facebook de Enero y Abril de este año, tituladas respectivamente : “El sol y el deporte nos pueden defender del COVID 19 “ y “El sol, una fuente natural que favorece la producción de Vitamina D , fundamental en la producción de anticuerpos”, se dio por demostrada la influencia del sol y la vitamina D para corregir las deficiencias que pudiera haber de esta última en el sistema inmunológico de la población y de esta manera combatir al Covid19, sustentándose en otros fundados pareceres. Estos muestran que el sol es el principal “fabricante” de vitamina D y que la deficiencia de ésta, debilita al sistema inmunológico que defiende a los seres humanos del Covid 19. Un estadista debe tener el valor y el talento necesarios para tomar intrincadas decisiones y acertar. Aquí no hubo tal cosa. Es inadmisible que el gobierno haya guardado completo silencio ante las afirmaciones científicas de IntraMed y otros especialistas. Se debió comunicar a la población que posiblemente si se corrigiera la deficiencia de vitamina D cuando esta exista en el sistema inmunológico como en muchas ocasiones existe entre nosotros, podría reducirse sustancialmente el desastre que asola a nuestra patria , informar de esta idea a nuestros acreedores y favorecerlos con ella. Se habrían convencido que no estaban tratando con mendigos sino con gente inteligente decidida a terminar con tanta muerte y tanta pobreza…y que pueden pagarles perfectamente.
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 28, 2021