“Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha:Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo… porque estuve preso y me visitaste. 

S.Mateo 25:31-37

Quienes estuvieron y están injustamente presos, por el solo hecho de haber enfrentado al terrorismo cosmopolita y ateo, darán su testimonio. 

Usted Coronel, los ha visitado en los distintos penales del país.

Sus heroicas acciones en Malvinas, o en la defensa de la guarnición del Ejército de Azul; quedan opacadas por su cristiano gesto de visitar a quienes estaban presos e injustamente perseguidos. 

Más aún, porque lo hacía sabiendo que ponía en riesgo su carrera militar.

Hoy, los perseguidos por los hijos putativos del odio, lloran la muerte del valeroso militar, Coronel Horacio Guglielmone.

Pero también lloran al hombre, Horacio Guglielmone, que con caridad cristiana, frecuentaba las cárceles para visitarlos.

Las personas de bien, lloran la muerte del Coronel Horacio Guglielmone, porque ha partido a la Casa del Padre, un hombre de elevados valores cristianos, cívicos y militares.

Coronel Horacio Guglielmone

Q.E.P.D.