Independientemente de la ineptitud o mala leche de la que, de diferentes maneras, han hecho gala durante años, siempre volvemos a la misma pregunta, ¿Qué es hoy el peronismo?; no el utópico, el del 17 de octubre, sino el real, el que hoy detenta el poder, el que sigue cantando la “marchita” y que combate al capital….ajeno.
Hoy, en verdad, el peronismo es una élite que, si bien vive del conurbano y de cuanto bolsón de pobreza e ignorancia haya en el país, años de pertenencia a Puerto Madero y Countries repartidos por toda la república les ha pegado los tics de una clase que dicen despreciar pero que admiran. Esto les ha hecho perder cualquier sentido de la realidad general y creen que la realidad de ellos como élite adinerada y con poder es endosable a cualquier conglomerado urbano pauperizado.
Es de suponer que el desbarajuste que se vivió en el país en la mañana del día quince de la cuarentena, donde miles de jubilados en situación de riesgo, ansiosos por conseguir las migajas con que el estado nacional y popular los premia por cuarenta años de trabajo haya descolocado al presidente, de ahí su frase: “Cobrar una jubilación no puede convertirse en un riesgo para la salud”. Pero el presidente, entre tantas cosas que desconoce de la Argentina real, ignora que hay en ella ámbitos donde no cobrar en tiempo unos míseros pesos es un riesgo real para la salud. Esta realidad le resulta inentendible, tanto al presidente como a los que fueron responsables del desquicio jubilatorio- Pesce y Vanoli- quizás porque creen que cualquier habitante del conurbano- sus votos cautivos que le dicen- lleva una “signature” de grafito en su billetera.
Esa mañana, para que el fandango se distribuyera bien, a los jubilados- muchos no habían cobrado el mes anterior- se le sumaron los beneficiarios de la AUH ( Asignación Universal por Hijo) y de planes varios lo que generaron desórdenes de todo tipo que dieron por tierra con lo que hasta ahora se había logrado con la cuarentena. Considerando que por indicación de sus asesores el presidente se desgañitó durante días llamando a la cuarentena ya que según los expertos la única solución era el aislamiento que da ésta, el viernes pasado el virus se hizo un festín pantagruélico a costa de muchedumbres de pobres, festín que recién dentro de unos días nos dará una idea del alcance de tanta desaprensión.
Ni siquiera podemos hablar de maldad por lo sucedido, el embrollo fue simplemente una muestra de distraída insensibilidad por parte de quienes dirigen el Banco Central y la Anses, entes a los que le sobra experiencia sobre cómo se organiza un pago de jubilados. Reiterémoslo, desde Puerto Madero la óptica de las cosas, cuanto más graves son, difieren mucho de cómo las ve un habitante de La Matanza. Si quisiéramos hacer un paragón histórico sobre lo que hicieron Pesce y Vanoli con los jubilados, pero también con los mal alimentados beneficiarios de la AUH y los planes, bien podríamos asimilarlo a la respuesta de María Antonieta cuando le dijeron que el reclamo del pueblo era por la falta de pan: “Qu’ils mangent de la brioche” (que coman pasteles)
Aunque me importa poco el peronismo, más allá de atribuirle a las taras que heredó del fascismo y a algunas mañas criollas- relato épico, asimilar cualquier causa a un conflicto con malos y buenos, capitalismo de amigos, etc.- las causa de la decadencia argentina, lo grave es que hoy ni siquiera son consecuentes con aquellos que dicen defender. Su idiosincrasia es otra, quizás sus dirigentes políticos o sindicales- algunos- tengan el mismo tono de piel de sus fanáticos, pero al igual que el COVID 19 el lugar “social” y geográfico al que a fuerza de rapiña han accedido, los ha hecho mutar.
Hoy el peronismo se encuentra en una situación inédita, no tiene el oro que atoraba los pasillos del banco Central en 1947, ni la soja a US$ 600 de 2004, arrastra un deuda descomunal y ya estamos en “default”, pero ellos, los dirigentes actuales de ese peronismo desteñido pero aún sinvergüenza creen que- con cantar la “marchita”, insultar a un empresario y perorar sobre la distribución de una riqueza que no existe- han solucionado cualquier problema desconociendo que en esos bolsones de pobreza e ignorancia, sin cuya existencia a ellos no los votarían ni los perros, la gente se maneja según los cánones de la economía negra, informal que le llaman, economía donde el boliviano del “mercadito” del barrio te puede fiar pero jamás te aceptará una tarjeta de débito.
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Por JOSÉ LUIS MILIA
LOS SUFRIENTES JUBILADOS
Independientemente de la ineptitud o mala leche de la que, de diferentes maneras, han hecho gala durante años, siempre volvemos a la misma pregunta, ¿Qué es hoy el peronismo?; no el utópico, el del 17 de octubre, sino el real, el que hoy detenta el poder, el que sigue cantando la “marchita” y que combate al capital….ajeno.
Hoy, en verdad, el peronismo es una élite que, si bien vive del conurbano y de cuanto bolsón de pobreza e ignorancia haya en el país, años de pertenencia a Puerto Madero y Countries repartidos por toda la república les ha pegado los tics de una clase que dicen despreciar pero que admiran. Esto les ha hecho perder cualquier sentido de la realidad general y creen que la realidad de ellos como élite adinerada y con poder es endosable a cualquier conglomerado urbano pauperizado.
Es de suponer que el desbarajuste que se vivió en el país en la mañana del día quince de la cuarentena, donde miles de jubilados en situación de riesgo, ansiosos por conseguir las migajas con que el estado nacional y popular los premia por cuarenta años de trabajo haya descolocado al presidente, de ahí su frase: “Cobrar una jubilación no puede convertirse en un riesgo para la salud”. Pero el presidente, entre tantas cosas que desconoce de la Argentina real, ignora que hay en ella ámbitos donde no cobrar en tiempo unos míseros pesos es un riesgo real para la salud. Esta realidad le resulta inentendible, tanto al presidente como a los que fueron responsables del desquicio jubilatorio- Pesce y Vanoli- quizás porque creen que cualquier habitante del conurbano- sus votos cautivos que le dicen- lleva una “signature” de grafito en su billetera.
Esa mañana, para que el fandango se distribuyera bien, a los jubilados- muchos no habían cobrado el mes anterior- se le sumaron los beneficiarios de la AUH ( Asignación Universal por Hijo) y de planes varios lo que generaron desórdenes de todo tipo que dieron por tierra con lo que hasta ahora se había logrado con la cuarentena. Considerando que por indicación de sus asesores el presidente se desgañitó durante días llamando a la cuarentena ya que según los expertos la única solución era el aislamiento que da ésta, el viernes pasado el virus se hizo un festín pantagruélico a costa de muchedumbres de pobres, festín que recién dentro de unos días nos dará una idea del alcance de tanta desaprensión.
Ni siquiera podemos hablar de maldad por lo sucedido, el embrollo fue simplemente una muestra de distraída insensibilidad por parte de quienes dirigen el Banco Central y la Anses, entes a los que le sobra experiencia sobre cómo se organiza un pago de jubilados. Reiterémoslo, desde Puerto Madero la óptica de las cosas, cuanto más graves son, difieren mucho de cómo las ve un habitante de La Matanza. Si quisiéramos hacer un paragón histórico sobre lo que hicieron Pesce y Vanoli con los jubilados, pero también con los mal alimentados beneficiarios de la AUH y los planes, bien podríamos asimilarlo a la respuesta de María Antonieta cuando le dijeron que el reclamo del pueblo era por la falta de pan: “Qu’ils mangent de la brioche” (que coman pasteles)
Aunque me importa poco el peronismo, más allá de atribuirle a las taras que heredó del fascismo y a algunas mañas criollas- relato épico, asimilar cualquier causa a un conflicto con malos y buenos, capitalismo de amigos, etc.- las causa de la decadencia argentina, lo grave es que hoy ni siquiera son consecuentes con aquellos que dicen defender. Su idiosincrasia es otra, quizás sus dirigentes políticos o sindicales- algunos- tengan el mismo tono de piel de sus fanáticos, pero al igual que el COVID 19 el lugar “social” y geográfico al que a fuerza de rapiña han accedido, los ha hecho mutar.
Hoy el peronismo se encuentra en una situación inédita, no tiene el oro que atoraba los pasillos del banco Central en 1947, ni la soja a US$ 600 de 2004, arrastra un deuda descomunal y ya estamos en “default”, pero ellos, los dirigentes actuales de ese peronismo desteñido pero aún sinvergüenza creen que- con cantar la “marchita”, insultar a un empresario y perorar sobre la distribución de una riqueza que no existe- han solucionado cualquier problema desconociendo que en esos bolsones de pobreza e ignorancia, sin cuya existencia a ellos no los votarían ni los perros, la gente se maneja según los cánones de la economía negra, informal que le llaman, economía donde el boliviano del “mercadito” del barrio te puede fiar pero jamás te aceptará una tarjeta de débito.
Pehuajó (zona rural) 08/04/2020
JOSE LUIS MILIA
josemilia_686@hotmail.com
Non nobis, Domine, non nobis. Sed Nomini tuo da gloriam.
PrisioneroEnArgentina.com
Abril 9, 2020