Escribo estas líneas en memoria de HECTOR RAUL ACUÑA (a) “el oso,” Inspector Mayor del Servicio Penitenciario de la Provincia de Buenos Aires, quien se encontraba alojado en la Unidad 31 de Ezeiza. Este temperamental hombre de 76 años de edad, boxeador, quien hace muy pocos meses contrajo matrimonio, acaba de fallecer luego de sufrir una descompensación cardíaca, sobre las 13 horas de hoy. Trasladado al mentiroso Hospital Penitenciario Federal, distante a unos 2.000 metros, ante la gravedad de su estado y la falta de medios como así la carencia de una ambulancia con unidad de terapia intensiva, fue llevado al Hospital Interzonal de Ezeiza. Este como todos sabemos no tiene servicio de Hemodinamia con lo cual el destino de ACUÑA quedó sellado.
No es el primero de los prisioneros adultos mayores que hace este recorrido y seguramente no será el último. Como muchos otros cautivos a esta hora decimos que en paz descanse, ACUÑA, sabemos que definitivamente es libre.
A los malditos responsables o irresponsables políticos, funcionarios judiciales y del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, (para algunos) les deseamos lo peor y que pronto ardan en el averno como realmente se merecen. Golpear, abandonar y ensañarse con el caído como hacen ustedes, por si solo define lo que son.
Escribo estas líneas en memoria de HECTOR RAUL ACUÑA (a) “el oso,” Inspector Mayor del Servicio Penitenciario de la Provincia de Buenos Aires, quien se encontraba alojado en la Unidad 31 de Ezeiza. Este temperamental hombre de 76 años de edad, boxeador, quien hace muy pocos
meses contrajo matrimonio, acaba de fallecer luego de sufrir una descompensación cardíaca, sobre las 13 horas de hoy. Trasladado al mentiroso Hospital Penitenciario Federal, distante a unos 2.000 metros, ante la gravedad de su estado y la falta de medios como así la carencia de una ambulancia con unidad de terapia intensiva, fue llevado al Hospital Interzonal de Ezeiza. Este como todos sabemos no tiene servicio de Hemodinamia con lo cual el destino de ACUÑA quedó sellado.
No es el primero de los prisioneros adultos mayores que hace este recorrido y seguramente no será el último. Como muchos otros cautivos a esta hora decimos que en paz descanse, ACUÑA, sabemos que definitivamente es libre.
A los malditos responsables o irresponsables políticos, funcionarios judiciales y del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, (para algunos) les deseamos lo peor y que pronto ardan en el averno como realmente se merecen. Golpear, abandonar y ensañarse con el caído como hacen ustedes, por si solo define lo que son.
Claudio Kussman.
Interno L.U.P 345.349
Servicio Penitenciario Federal
Junio 24, 2018
PrisioneroEnArgentina.com
Junio 24, 2018