En un ejemplo de lo lejos que se vivió el “miedo rojo” en Estados Unidos, la señora de Thomas J. White de la Comisión de Libros de Texto de Indiana pidió que se eliminen las referencias al libro Robin Hood de los libros de texto utilizados por las escuelas estatales en marzo de 1953. La Sra. White (de quién nunca se supo su nombre de pila) afirmó que ahora había “una directiva comunista en educación para enfatizar la historia de Robin Hood porque robó a los ricos y se la dio a los pobres. Esa es la línea comunista. Es solo una mancha de la ley y el orden y cualquier cosa que interrumpa la ley y el orden es su carne “.
El señor y la señora White
Continuó atacando a los cuáqueros porque “no creen en las guerras”. Esta filosofía, argumentó, le hizo el juego a los comunistas. Aunque más tarde afirmó que nunca abogó por la eliminación de los textos que mencionan la historia de los libros de texto escolares, continuó afirmando que el tema de “tomar de los ricos y dar a los pobres” era la “política favorita de los comunistas”. Reaccionando a las críticas a su postura, respondió: “Como estoy tratando de sacar a los escritores comunistas de los libros de texto, mi nombre es barro. Evidentemente estoy extrayendo sangre o no harían tal problema “. La respuesta a los cargos de la Sra. White fue mixta.
El gobernador de Indiana, George Craig, salió en defensa de los cuáqueros, pero se alejó de involucrarse en el tema de los libros de texto. El superintendente de educación del estado llegó a releer el libro antes de decidir que no debería prohibirse. Sin embargo, sintió que “los comunistas se han puesto manos a la obra torciendo el significado de la leyenda de Robin Hood”. El superintendente de escuelas de Indianápolis tampoco quiso que se prohibiera el libro, alegando que no podía encontrar nada particularmente subversivo en la historia.
En la Unión Soviética, los comentaristas tuvieron un día de campo con la historia. Uno bromeó diciendo que “la inscripción de Robin Hood en el Partido Comunista solo puede hacer reír a la gente sensata”. El sheriff actual de Nottingham estaba consternado y gritaba: “Robin Hood no era comunista”.
Tan tonto como parece el episodio en retrospectiva, los ataques a la libertad de expresión durante el Red Scare en los Estados Unidos resultaron en la prohibición de una serie de libros en las bibliotecas públicas y escuelas durante las décadas de 1950 y 1960 debido a su contenido supuestamente subversivo. Libros tan conocidos como The Grapes of Wrath de John Steinbeck y Johnny Got His Gun, de Dalton Trumbo, se sacaban a menudo de los estantes. Las películas de Hollywood también sintieron la presión de ajustarse a temas e historias más adecuadamente “totalmente estadounidenses”, y algunos criticaron la música rock and roll como de inspiración comunista.
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En un ejemplo de lo lejos que se vivió el “miedo rojo” en Estados Unidos, la señora de Thomas J. White de la Comisión de Libros de Texto de Indiana pidió que se eliminen las referencias al libro Robin Hood de los libros de texto utilizados por las escuelas estatales en marzo de 1953. La Sra. White (de quién nunca se supo su nombre de pila) afirmó que ahora había “una directiva comunista en educación para enfatizar la historia de Robin Hood porque robó a los ricos y se la dio a los pobres. Esa es la línea comunista. Es solo una mancha de la ley y el orden y cualquier cosa que interrumpa la ley y el orden es su carne “.
Continuó atacando a los cuáqueros porque “no creen en las guerras”. Esta filosofía, argumentó, le hizo el juego a los comunistas. Aunque más tarde afirmó que nunca abogó por la eliminación de los textos que mencionan la historia de los libros de texto escolares, continuó afirmando que el tema de “tomar de los ricos y dar a los pobres” era la “política favorita de los comunistas”. Reaccionando a las críticas a su postura, respondió: “Como estoy tratando de sacar a los escritores comunistas de los libros de texto, mi nombre es barro. Evidentemente estoy extrayendo sangre o no harían tal problema “. La respuesta a los cargos de la Sra. White fue mixta.
El gobernador de Indiana, George Craig, salió en defensa de los cuáqueros, pero se alejó de involucrarse en el tema de los libros de texto. El superintendente de educación del estado llegó a releer el libro antes de decidir que no debería prohibirse. Sin embargo, sintió que “los comunistas se han puesto manos a la obra torciendo el significado de la leyenda de Robin Hood”. El superintendente de escuelas de
Indianápolis tampoco quiso que se prohibiera el libro, alegando que no podía encontrar nada particularmente subversivo en la historia.
En la Unión Soviética, los comentaristas tuvieron un día de campo con la historia. Uno bromeó diciendo que “la inscripción de Robin Hood en el Partido Comunista solo puede hacer reír a la gente sensata”. El sheriff actual de Nottingham estaba consternado y gritaba: “Robin Hood no era comunista”.
Tan tonto como parece el episodio en retrospectiva, los ataques a la libertad de expresión durante el Red Scare en los Estados Unidos resultaron en la prohibición de una serie de libros en las bibliotecas públicas y escuelas durante las décadas de 1950 y 1960 debido a su contenido supuestamente subversivo. Libros tan conocidos como The Grapes of Wrath de John Steinbeck y Johnny Got His Gun, de Dalton Trumbo, se sacaban a menudo de los estantes. Las películas de Hollywood también sintieron la presión de ajustarse a temas e historias más adecuadamente “totalmente estadounidenses”, y algunos criticaron la música rock and roll como de inspiración comunista.
PrisioneroEnArgentina.com
Noviembre 13, 2020