Una noticia circuló en los últimos días, veloz y multitudinariamente, a través del WhatsApp: “Procesaron a cinco personas por formar parte de una organización criminal dedicada a falsificar pruebas en juicios por crímenes de lesa humanidad y expedientes ligados a reclamos por leyes reparatorias”.
Muchos familiares y amigos de militares, policías y civiles presos en los juicios llamados de lesa humanidad difundieron la noticia como un rayo esperanzador, ilusionados con que este sea el comienzo de una seria investigación que ilumine el tergiversado relato que se ha impuesto en la Argentina sobre los trágicos hechos sucedidos en los años 70.
De un sereno y desapasionado análisis de la noticia, vemos que estos hechos fueron denunciados el año 2015, aunque por aquella época casi nadie habló del tema. Porque el auto de procesamiento recién fue dictado hace apenas pocos días, explica la explosión de la noticia. Adentrándonos en la confusa y rebuscada trama de los acontecimientos, advertimos que la denuncia fue hecha por algunos integrantes de un organismo de derechos humanos y que sugestivamente la Secretaria de Derechos Humanos de la Nación se ha constituido como querellante en la causa; como que la noticia fue difundida principalmente por la agencia noticiosa del mismo gobierno nacional.
Llama la atención que tras casi ocho años de silencio e inactividad judicial, de pronto el auto de procesamiento de esta gente es dictado cuando en el país se cuestiona justamente que desde la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y el Ministerio de Justicia de la Nación se han falseado historias, pruebas y adulterado documentos públicos para facilitar una multimillonaria estafa con los desaparecidos, cuestionándose fundamente la famosa cifra de los 30.000; controversia que puso de manifiesto el periodista José D´angelo en sus libros “Mentirás tus muertos” y “La estafa con los desaparecidos. Mentiras ymillones”. De hecho D´angelo presentó una denuncia penal en Juzgado Federal de Comodoro Py, en noviembre de 2019, la cual duerme el sueño de los justos.
En la misma línea presentó una denuncia penal Jovina Luna, hermana del asesinado conscripto Hermindo Luna en el intento de copamiento del Regimiento de Infantería de Monte 29 de Formosa el 5 de Octubre de 1975, también en el 2019; por el pago de indemnizaciones a terroristas Montoneros que murieron en dicho ataque. La denuncia fue vertiginosamente desestimada por el juez federal candidato a Procurador General de la Nación por el actual gobierno y hace algunos meses la Cámara Federal ordenó investigar. Al igual que la de D’angelo sigue sin moverse
Asimismo existen decenas de denuncias por falso testimonio y adulteración de pruebas en los “juicios de lesa”, presentadas por abogados defensores o los propios imputados, desde hace años, que fueron presurosamente rechazadas o simplemente cajoneadas por los Juzgados Federales y Tribunales Orales a lo largo de todo el país. Como el caso del falso testimonio de Víctor Martínez en la causa Monseñor Ponce de León en la Justicia rosarina, que desde hace dos años espera fecha de juicio, sin que la Secretaria de Derechos Humanos de la Nación haya intervenido ni siquiera para enterarse de la causa o la denuncia presentada por falso testimonio contra dos “testigos” por el propio Claudio Kussman en la causa donde se lo juzga en Bahía Blanca, que sigue durmiendo en los despachos oficiales.
En este contexto no resulta menor la ardua labor que vienen desarrollando desde hace bastante tiempo organizaciones como la Unión de Promociones (UP) o AfaVitA (Asociación de Familiares y Amigos de Víctimas del Terrorismo en Argentina) en pos de que se sepa la “verdadera verdad”; a la que se suma las expresiones y el trabajo de la candidata a Vicepresidenta de la Nación del peluca anarco liberal en su reclamo por el reconocimiento de las negadas víctimas del terrorismo como las declaraciones de cada vez más candidatos de la principal oposición, quienes se suman a ese reclamo y añaden el cese de las arbitrariedades en los “juicios de lesa”.
Sin dejar de mencionar el caso Maldonado, una grotesco que habla por sí solo.
Todo ello puso en alerta a los organismos de derechos y a los grupos progres, los cuales están aterrados ante la sola posibilidad que la sociedad cuestione y rechace el inventado relato que impusieron desde hace décadas, estando los mismos en una más que incómoda situación, dado que su momento les dieron todo su apoyo a los ahora procesados, le facilitaron la llegada al periódico oficial para que publique sus historias, los hicieron compartir actos y reuniones con las Madres putativas de todos los argentinos y con el Encuentro Memoria Verdad y Justicia, le dieron una nueva identidad, validaron el presunto manuscrito que una detenida hizo fuera del pais (que ahora tildan de apócrifo) para justificar indemnizaciones y hasta condenas, incluso celebraron la creación de la organización HIJOS Paraguay.
El silencio de “les muchaches” es atronador, solo atinaron a volver reclamar la sanción de una ley penal que castigue a lo que ellos llaman negacionismo.
La pregunta que sobrevuela obviamente es, cuantas falsificaciones hay realmente de presuntos desaparecidos que cobraron jugosas indemnizaciones por tal carácter cuando en realidad no lo fueron. Y lo peor, cuantas falsificaciones de pruebas hay en los “juicios de lesa”. Por ahora nunca lo sabremos. Obviamente, los jueces siguen bailando al ritmo de los derechos humanos.
Los ajedrecistas suelen decir que el peón, la pieza de menor valor, es el alma del ajedrez y que en ocasiones no se debe titubear en sacrificarlo para abrir columnas y diagonales para las propias piezas, en pos de una acción ofensiva contra el rival. En nuestra humilde opinión, quizás equivocada, es lo que hicieron desde la Secretaria de Derechos Humanos de la Nación, siendo la difusión e intervención del caso una verdadera evaluación y control de daños. Solo falta que digan que son infiltrados de grupos de extrema derecha o que son integrante de la Banda de los Copitos.
Entonces, si realmente como dice la Secretaria de Derechos Humanos de la Nación solo buscar la transparencia y la autodepuración en este tema, exijamos que se constituya como querellante en todas las causas que existen en el país sobre estafa, falsos testimonios y adulteración de pruebas, urgiendo que las mismas sean debidamente investigas hasta el final. Si no, siguiendo el argot ajedrista, caeremos en una nueva celada, otro engaño más, que solo busca el provecho de seguir manteniendo la mentira viva.
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Por Dr. Gonzalo Miño.
Una noticia circuló en los últimos días, veloz y multitudinariamente, a través del WhatsApp: “Procesaron a cinco personas por formar parte de una organización criminal dedicada a falsificar pruebas en juicios por crímenes de lesa humanidad y expedientes ligados a reclamos por leyes reparatorias”.
Muchos familiares y amigos de militares, policías y civiles presos en los juicios llamados de lesa humanidad difundieron la noticia como un rayo esperanzador, ilusionados con que este sea el comienzo de una seria investigación que ilumine el tergiversado relato que se ha impuesto en la Argentina sobre los trágicos hechos sucedidos en los años 70.
De un sereno y desapasionado análisis de la noticia, vemos que estos hechos fueron denunciados el año 2015, aunque por aquella época casi nadie habló del tema. Porque el auto de procesamiento recién fue dictado hace apenas pocos días, explica la explosión de la noticia. Adentrándonos en la confusa y rebuscada trama de los acontecimientos, advertimos que la denuncia fue hecha por algunos integrantes de un organismo de derechos humanos y que sugestivamente la Secretaria de Derechos Humanos de la Nación se ha constituido como querellante en la causa; como que la noticia fue difundida principalmente por la agencia noticiosa del mismo gobierno nacional.
Llama la atención que tras casi ocho años de silencio e inactividad judicial, de pronto el auto de procesamiento de esta gente es dictado cuando en el país se cuestiona justamente que desde la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y el Ministerio de Justicia de la Nación se han falseado historias, pruebas y adulterado documentos públicos para facilitar una multimillonaria estafa con los desaparecidos, cuestionándose fundamente la famosa cifra de los 30.000; controversia que puso de manifiesto el periodista José D´angelo en sus libros “Mentirás tus muertos” y “La estafa con los desaparecidos. Mentiras y millones”. De hecho D´angelo presentó una denuncia penal en Juzgado Federal de Comodoro Py, en noviembre de 2019, la cual duerme el sueño de los justos.
En la misma línea presentó una denuncia penal Jovina Luna, hermana del asesinado conscripto Hermindo Luna en el intento de copamiento del Regimiento de Infantería de Monte 29 de Formosa el 5 de Octubre de 1975, también en el 2019; por el pago de indemnizaciones a terroristas Montoneros que murieron en dicho ataque. La denuncia fue vertiginosamente desestimada por el juez federal candidato a Procurador General de la Nación por el actual gobierno y hace algunos meses la Cámara Federal ordenó investigar. Al igual que la de D’angelo sigue sin moverse
Asimismo existen decenas de denuncias por falso testimonio y adulteración de pruebas en los “juicios de lesa”, presentadas por abogados defensores o los propios imputados, desde hace años, que fueron presurosamente rechazadas o simplemente cajoneadas por los Juzgados Federales y Tribunales Orales a lo largo de todo el país. Como el caso del falso testimonio de Víctor Martínez en la causa Monseñor Ponce de León en la Justicia rosarina, que desde hace dos años espera fecha de juicio, sin que la Secretaria de Derechos Humanos de la Nación haya intervenido ni siquiera para enterarse de la causa o la denuncia presentada por falso testimonio contra dos “testigos” por el propio Claudio Kussman en la causa donde se lo juzga en Bahía Blanca, que sigue durmiendo en los despachos oficiales.
En este contexto no resulta menor la ardua labor que vienen desarrollando desde hace bastante tiempo organizaciones como la Unión de Promociones (UP) o AfaVitA (Asociación de Familiares y Amigos de Víctimas del Terrorismo en Argentina) en pos de que se sepa la “verdadera verdad”; a la que se suma las expresiones y el trabajo de la candidata a Vicepresidenta de la Nación del peluca anarco liberal en su reclamo por el reconocimiento de las negadas víctimas del terrorismo como las declaraciones de cada vez más candidatos de la principal oposición, quienes se suman a ese reclamo y añaden el cese de las arbitrariedades en los “juicios de lesa”.
Sin dejar de mencionar el caso Maldonado, una grotesco que habla por sí solo.
Todo ello puso en alerta a los organismos de derechos y a los grupos progres, los cuales están aterrados ante la sola posibilidad que la sociedad cuestione y rechace el inventado relato que impusieron desde hace décadas, estando los mismos en una más que incómoda situación, dado que su momento les dieron todo su apoyo a los ahora procesados, le facilitaron la llegada al periódico oficial para que publique sus historias, los hicieron compartir actos y reuniones con las Madres putativas de todos los argentinos y con el Encuentro Memoria Verdad y Justicia, le dieron una nueva identidad, validaron el presunto manuscrito que una detenida hizo fuera del pais (que ahora tildan de apócrifo) para justificar indemnizaciones y hasta condenas, incluso celebraron la creación de la organización HIJOS Paraguay.
El silencio de “les muchaches” es atronador, solo atinaron a volver reclamar la sanción de una ley penal que castigue a lo que ellos llaman negacionismo.
La pregunta que sobrevuela obviamente es, cuantas falsificaciones hay realmente de presuntos desaparecidos que cobraron jugosas indemnizaciones por tal carácter cuando en realidad no lo fueron. Y lo peor, cuantas falsificaciones de pruebas hay en los “juicios de lesa”. Por ahora nunca lo sabremos. Obviamente, los jueces siguen bailando al ritmo de los derechos humanos.
Los ajedrecistas suelen decir que el peón, la pieza de menor valor, es el alma del ajedrez y que en ocasiones no se debe titubear en sacrificarlo para abrir columnas y diagonales para las propias piezas, en pos de una acción ofensiva contra el rival. En nuestra humilde opinión, quizás equivocada, es lo que hicieron desde la Secretaria de Derechos Humanos de la Nación, siendo la difusión e intervención del caso una verdadera evaluación y control de daños. Solo falta que digan que son infiltrados de grupos de extrema derecha o que son integrante de la Banda de los Copitos.
Entonces, si realmente como dice la Secretaria de Derechos Humanos de la Nación solo buscar la transparencia y la autodepuración en este tema, exijamos que se constituya como querellante en todas las causas que existen en el país sobre estafa, falsos testimonios y adulteración de pruebas, urgiendo que las mismas sean debidamente investigas hasta el final. Si no, siguiendo el argot ajedrista, caeremos en una nueva celada, otro engaño más, que solo busca el provecho de seguir manteniendo la mentira viva.
[ezcol_1half] [/ezcol_1half] [ezcol_1half_end] [/ezcol_1half_end]PrisioneroEnArgentina.com
Julio 3, 2023