“Siendo mediocre, a fuerza de saber humillarse se alcanza todo”.
Pierre Auguste Caron de Beaumarchais
Sergio Massa sabe que Patricia Bullrich es su peor enemigo y, para esmerilarla, no duda en recurrir a los muchos recursos estatales, como ha sido la intervención de su ONG, ordenada por su lacayo, Ricardo Nissen, respaldado por el inefable Martín Soria, Ministro de in-Justicia. Pero su última intervención verbal contra la Piba causó fuerte escozor en las filas de la “generación diezmada” ya que, como un insulto, la acusó (es falso) de haber integrado Montoneros. El desplazado Eduardo Wado de Pedro había sido escogido para competir por Cristina Fernández precisamente por ser hijo de dos asesinos de esa agrupación, que murieron combatiendo en la guerra civil que asoló nuestro país entre los 60’s y los 90’s, provocada por la sanguinaria actuación de terroristas adoctrinados, armados y financiados por Cuba, Argelia, Vietnam, China y Líbano; o sea, el Aceitoso tocó una dramática cuerda en la guitarra que templó el kirchnerismo desde 2003.
La pantomima que protagonizó el Gobierno el 9 de Julio resultó vomitiva. Asistimos a una nueva payasada de los integrantes de ese triunvirato compuesto por un don nadie que tardíamente se calzó las botas, por una envejecida reina que ve el poder escurrírsele entre los dedos y sólo aspira a la resistencia, y por el personaje más inescrupuloso de cuantos ha producido esta tierra, tan fecunda para engendrarlos como proclive a ser sometida por estos crápulas. No sólo usaron una obra pública para hacer ilegal campaña política, sino que, sin ponerse colorados, “inauguraron” un tramo no terminado de un gasoducto, abriendo una falsa canilla. Realmente, dan vergüenza ajena, aunque debería ser de todos nosotros ya que, por acción de unos y omisión de otros, el kirchnerismo conserva un volumen electoral inexplicable pero no desdeñable.
Esta semana, pese a ello, sufrió dos derrotas estruendosas. No logró cerrar el anunciado acuerdo con el FMI lo cual nos pone al borde del precipicio, ni consiguió reunir al Senado para prolongar hasta los 80 años la estadía de Ana María Figueroa, tan creyente de su relato, en la Cámara Federal de Casación y, además, designar a un montón de jueces adeptos, como pretendía la emperatriz del Calafate.
La perenne pulsión por el poder del peronismo obliga a sus más encumbrados actores a tragar muchos sapos. Hoy, cuando necesita de la solidaridad de otros integrantes de esa estafa monumental llamada “Patria Grande”, bajo cuya carpa se acomodan el Foro de São Paulo, el Grupo de Puebla y demás vociferantes del “Socialismo del Siglo XXI”, no duda en apoyar sin fisuras a las dictaduras más sangrientas de la región, amparándose cínicamente en el principio de no intervención en los asuntos internos de otros países. Pretende que olvidemos, impulsados por su tan eficiente aparato de propaganda, que esos aliados fueron actores principales en los recientes dramas terroristas de Perú y Bolivia, como antes lo hicieron en Chile, Colombia y Ecuador.
¿O no vimos sus largas manos en los disturbios que destruyeron Lima, Santiago, Quito, Bogotá o La Paz? ¿Quién, sino ellos mismos, llevaron a la cárcel a Jeanine Añéz Chávez después de los ataques de los cocaleros de Evo Morales? ¿Quiénes suspendieron al Paraguay como miembro del Mercosur porque se oponía al ingreso de Venezuela y así lo lograron? ¿Quiénes usan la teoría del lawfare para proteger a Luiz Inácio Lula da Silva, Cristina Fernández, Pedro Castillo y Rafael Correa? ¿Quiénes callan, cómplices, ante los asesinatos, las torturas, la expulsión de sus propios ciudadanos más allá de sus fronteras y las proscripciones de adversarios de Daniel Ortega, Nicolás Maduro o Miguel Díaz-Canel? ¿Quiénes se asocian internacionalmente con los regímenes sanguinarios de Rusia, China e Irán, capaces de exterminar a sus enemigos, aún en el exterior? ¿Quiénes, mientras montan movimientos feministas para destruir desde adentro a las sociedades, callan cuando se impide a Corina Machado participar en las elecciones venezolanas o cuando el poder mata a mujeres que saben demasiado en el Chaco, en Tucumán, en Caracas o en La Habana? ¿Quiénes han amasado inmensas fortunas, han saqueado los recursos naturales y llevado a sus sociedades al infierno de la pobreza y la marginalidad?
Pero no hay impostura que dure eternamente, y los mitos ya no son vendidos tan fácilmente a la ciudadanía latinoamericana que, en todas partes, como sucede en Italia o España, comienza a despertar y obliga a sus políticos –ha pasado con Gabriel Boric y Gustavo Petro a privilegiar sus compromisos éticos sobre el alineamiento automático con los canallas dictadores de la región.
Por falta de espacio en ésta, en otra nota hablaré de los otros muchos diezmos que recibe el Aceitoso, esos que le han permitido ser tan rico. Por hoy, sólo me resta afirmar que Sergio Massa y su feliz cónyuge/socia Malena Galmarini, si llegaran al poder, convertirán a Néstor y Cristina Kirchner en aprendices del saqueo y del autoritarismo; sin duda, serán mucho peores que sus maestros.
Faltan 29 días para que se sustancien las PASO, que, no lo dudo, llevarán a la oposición al gobierno. Las terribles circunstancias socio-económicas que atraviesa la Argentina obligarán a actuar de forma bien distinta al gradualismo, y la resistencia en la calle, fogoneada por el peronismo y su aliado estratégico, el trotskismo, será inevitable; es por eso que, cuando votemos, deberemos pensar muy bien quién creemos que tiene el simple coraje de imponer la ley, toda ella, para controlarla y reducirla.
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por Enrique Guillermo Avogadro
“Siendo mediocre, a fuerza de saber humillarse se alcanza todo”.
Pierre Auguste Caron de Beaumarchais
Sergio Massa sabe que Patricia Bullrich es su peor enemigo y, para esmerilarla, no duda en recurrir a los muchos recursos estatales, como ha sido la intervención de su ONG, ordenada por su lacayo, Ricardo Nissen, respaldado por el inefable Martín Soria, Ministro de in-Justicia. Pero su última intervención verbal contra la Piba causó fuerte escozor en las filas de la “generación diezmada” ya que, como un insulto, la acusó (es falso) de haber integrado Montoneros. El desplazado Eduardo Wado de Pedro había sido escogido para competir por Cristina Fernández precisamente por ser hijo de dos asesinos de esa agrupación, que murieron combatiendo en la guerra civil que asoló nuestro país entre los 60’s y los 90’s, provocada por la sanguinaria actuación de terroristas adoctrinados, armados y financiados por Cuba, Argelia, Vietnam, China y Líbano; o sea, el Aceitoso tocó una dramática cuerda en la guitarra que templó el kirchnerismo desde 2003.
La pantomima que protagonizó el Gobierno el 9 de Julio resultó vomitiva. Asistimos a una nueva payasada de los integrantes de ese triunvirato compuesto por un don nadie que tardíamente se calzó las botas, por una envejecida reina que ve el poder escurrírsele entre los dedos y sólo aspira a la resistencia, y por el personaje más inescrupuloso de cuantos ha producido esta tierra, tan fecunda para engendrarlos como proclive a ser sometida por estos crápulas. No sólo usaron una obra pública para hacer ilegal campaña política, sino que, sin ponerse colorados, “inauguraron” un tramo no terminado de un gasoducto, abriendo una falsa canilla. Realmente, dan vergüenza ajena, aunque debería ser de todos nosotros ya que, por acción de unos y omisión de otros, el kirchnerismo conserva un volumen electoral inexplicable pero no desdeñable.
Esta semana, pese a ello, sufrió dos derrotas estruendosas. No logró cerrar el anunciado acuerdo con el FMI lo cual nos pone al borde del precipicio, ni consiguió reunir al Senado para prolongar hasta los 80 años la estadía de Ana María Figueroa, tan creyente de su relato, en la Cámara Federal de Casación y, además, designar a un montón de jueces adeptos, como pretendía la emperatriz del Calafate.
La perenne pulsión por el poder del peronismo obliga a sus más encumbrados actores a tragar muchos sapos. Hoy, cuando necesita de la solidaridad de otros integrantes de esa estafa monumental llamada “Patria Grande”, bajo cuya carpa se acomodan el Foro de São Paulo, el Grupo de Puebla y demás vociferantes del “Socialismo del Siglo XXI”, no duda en apoyar sin fisuras a las dictaduras más sangrientas de la región, amparándose cínicamente en el principio de no intervención en los asuntos internos de otros países. Pretende que olvidemos, impulsados por su tan eficiente aparato de propaganda, que esos aliados fueron actores principales en los recientes dramas terroristas de Perú y Bolivia, como antes lo hicieron en Chile, Colombia y Ecuador.
¿O no vimos sus largas manos en los disturbios que destruyeron Lima, Santiago, Quito, Bogotá o La Paz? ¿Quién, sino ellos mismos, llevaron a la cárcel a Jeanine Añéz Chávez después de los ataques de los cocaleros de Evo Morales? ¿Quiénes suspendieron al Paraguay como miembro del Mercosur porque se oponía al ingreso de Venezuela y así lo lograron? ¿Quiénes usan la teoría del lawfare para proteger a Luiz Inácio Lula da Silva, Cristina Fernández, Pedro Castillo y Rafael Correa? ¿Quiénes callan, cómplices, ante los asesinatos, las torturas, la expulsión de sus propios ciudadanos más allá de sus fronteras y las proscripciones de adversarios de Daniel Ortega, Nicolás Maduro o Miguel Díaz-Canel? ¿Quiénes se asocian internacionalmente con los regímenes sanguinarios de Rusia, China e Irán, capaces de exterminar a sus enemigos, aún en el exterior? ¿Quiénes, mientras montan movimientos feministas para destruir desde adentro a las sociedades, callan cuando se impide a Corina Machado participar en las elecciones venezolanas o cuando el poder mata a mujeres que saben demasiado en el Chaco, en Tucumán, en Caracas o en La Habana? ¿Quiénes han amasado inmensas fortunas, han saqueado los recursos naturales y llevado a sus sociedades al infierno de la pobreza y la marginalidad?
Pero no hay impostura que dure eternamente, y los mitos ya no son vendidos tan fácilmente a la ciudadanía latinoamericana que, en todas partes, como sucede en Italia o España, comienza a despertar y obliga a sus políticos –ha pasado con Gabriel Boric y Gustavo Petro a privilegiar sus compromisos éticos sobre el alineamiento automático con los canallas dictadores de la región.
Por falta de espacio en ésta, en otra nota hablaré de los otros muchos diezmos que recibe el Aceitoso, esos que le han permitido ser tan rico. Por hoy, sólo me resta afirmar que Sergio Massa y su feliz cónyuge/socia Malena Galmarini, si llegaran al poder, convertirán a Néstor y Cristina Kirchner en aprendices del saqueo y del autoritarismo; sin duda, serán mucho peores que sus maestros.
Faltan 29 días para que se sustancien las PASO, que, no lo dudo, llevarán a la oposición al gobierno. Las terribles circunstancias socio-económicas que atraviesa la Argentina obligarán a actuar de forma bien distinta al gradualismo, y la resistencia en la calle, fogoneada por el peronismo y su aliado estratégico, el trotskismo, será inevitable; es por eso que, cuando votemos, deberemos pensar muy bien quién creemos que tiene el simple coraje de imponer la ley, toda ella, para controlarla y reducirla.
Bs.As., 15 Jul 23.-
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
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