En mi primera carta abierta (1) de fecha 29/07/2917 (no respondida) cuando la cantidad de prisioneros muertos en cautiverio eran 417, no 430 como en la actualidad mis expresiones fueron formales. Hoy vuelvo a dirigirme a usted y lo haré con el vocabulario soez y real que se emplea en un frente de guerra, para usted como militar o en un tiroteo para mí como policía. Por ello le digo: Debemos dejarnos de pelotudear, hablando, escribiendo o rezando, como hasta hoy. Nosotros no somos ni filósofos historiadores, ni escritores y tampoco sacerdotes. Elegimos ser carne de cañón, de una sociedad con grandes sectores de gente hija de puta quizás porque nos gustaba la adrenalina. Que lo califiquemos de vocación es otro cantar. De no ser así hubiéramos sido bancarios o cualquier otra cosa. Mi ventaja como policía es que siempre mamé el egoísmo y el desagradecimiento de la gente, incluyendo la de los jefes militares que tuvimos en la Institución. Estos como los políticos de cuarta de hoy, no sabían un carajo de seguridad, ni de la calle, ni de nada y mucho menos le interesaba la vida del “vigi” (2) o simplemente su bienestar. Para la mayoría, por su ignorancia, los policías son “malandras no confiables”. Durante mucho tiempo desconocí por qué ante tanta desventajas uno no aflojó y siguió adelante, ahora me doy cuenta que quizás por pelotudo. Pero todo eso es pasado, el presente es que por un montón de cobardes de mierda que usaron el uniforme solo para levantar “señoras” o pasarla bien, estamos dejando que nos hagan pelota (matando) uno a uno, en forma totalmente indigna. Mientras, arrastramos en esta mierda a nuestros seres queridos, nadie nos escucha porque no nos respetan en lo más mínimo. Se joden en nosotros, se ríen de nosotros y por lo bajo dicen que somos unos cobardones. Si la Constitución está de nuestro lado, si estos jueces malparidos con el código y las leyes se limpian el culo y nos están ejecutando ilegalmente digámosle ¡BASTA HIJOS DE PUTA! EXIJAMOS SIMPLEMENTE RESPETO. Lo mismo corre para los políticos que nos afanan (roban) y se acomodan a través del tiempo. Hay que llamar a las cosas por su nombre, acá no hay jerarquías, ni títulos nobiliarios, solo hay pelotas o no las hay. Si estas existen hay, que demostrarlo una vez más. Que todos los presos, sean generales, almirantes, jefes de Instituciones policiales o lo que hayan sido, salgan de donde están y que den la cara. Que respalden a quienes mandaron al frente. Todos por lo bajo decimos que son unos cobardes, ahora de frente gritémoslo. Y TODOS EXIJAMOS JUSTICIA DE VERDAD. Así, por años estamos siendo unos inútiles cobardes, que sobrecargamos las tareas de nuestras familias y nuestras mujeres que también son adultos mayores y la estamos arrastrando a la muerte. Demos el ejemplo y exijamos a quienes callan y actúan cobardemente que dejen de hacerlo. De este gobierno de porquería no se puede esperar un carajo, nos toman por pelotudos porque actuamos como pelotudos, ¿o no se lo votó reiteradamente solo por ser los menos malos? ¿O porque iba a terminar con el “curro de los derechos humanos” o porque no podía haber jueces militantes? Pasaron más de dos años, noventa presos muertos y solo escuchan y tratan de conformar a como dé lugar, a quienes nos quieren muertos como animales. Los políticos, a pesar de que no los votan, saben que les pueden hacer algo de quilombo (3), no como nosotros que somos mansos y disciplinados corderos. Usted es uno de los prisioneros con más honor y valor, hoy juntemos el de todos y solamente demostremos ser DIGNOS HOMBRES.
Escribe CLAUDIO KUSSMAN.
SEGUNDA CARTA ABIERTA A EMILIO NANI
Respetable EMILIO NANI:
En mi primera carta abierta (1) de fecha 29/07/2917 (no respondida) cuando la cantidad de prisioneros muertos en cautiverio eran 417, no 430 como en la actualidad mis expresiones fueron formales. Hoy vuelvo a dirigirme a usted y lo haré con el vocabulario soez y real que se emplea en un frente de guerra, para usted como militar o en un tiroteo para mí como policía. Por ello le digo: Debemos dejarnos de pelotudear, hablando, escribiendo o rezando, como hasta hoy. Nosotros no somos ni filósofos historiadores, ni escritores y tampoco sacerdotes. Elegimos ser carne de cañón, de una sociedad con grandes sectores de gente hija de puta quizás porque nos gustaba la adrenalina. Que lo califiquemos de vocación es otro cantar. De no ser así hubiéramos sido bancarios o cualquier otra cosa. Mi ventaja como policía es que siempre mamé el egoísmo y el desagradecimiento de la gente, incluyendo la de los jefes militares que tuvimos en la Institución. Estos como los políticos de cuarta de hoy, no sabían un carajo de seguridad, ni de la calle, ni de nada y mucho menos le interesaba la vida del “vigi” (2) o simplemente su bienestar. Para la mayoría, por su ignorancia, los policías son “malandras no confiables”. Durante mucho tiempo desconocí por qué ante tanta desventajas uno no aflojó y siguió adelante, ahora me doy cuenta que quizás por pelotudo. Pero todo eso es pasado, el presente es que por un montón de cobardes de mierda que usaron el uniforme solo para levantar “señoras” o pasarla bien, estamos dejando que nos hagan pelota (matando) uno a uno, en forma totalmente indigna. Mientras, arrastramos en esta mierda a nuestros seres queridos, nadie nos escucha porque no nos respetan en lo más mínimo. Se joden en nosotros, se ríen de nosotros y por lo bajo dicen que somos unos cobardones. Si la Constitución está de nuestro lado, si estos jueces malparidos con el código y las leyes se limpian el culo y nos están ejecutando ilegalmente digámosle ¡BASTA HIJOS DE PUTA! EXIJAMOS SIMPLEMENTE RESPETO. Lo mismo corre para los políticos que nos afanan (roban) y se acomodan a través del tiempo. Hay que llamar a las cosas por su nombre, acá no hay jerarquías, ni títulos nobiliarios, solo hay pelotas o no las hay. Si estas existen hay, que demostrarlo una vez más. Que todos los presos, sean generales, almirantes, jefes de Instituciones policiales o lo que hayan sido, salgan de donde están y que den la cara. Que respalden a quienes mandaron al frente. Todos por lo bajo decimos que son unos cobardes, ahora de frente gritémoslo. Y TODOS EXIJAMOS JUSTICIA DE VERDAD. Así, por años estamos siendo unos inútiles cobardes, que sobrecargamos las tareas de nuestras familias y nuestras mujeres que también son adultos mayores y la estamos arrastrando a la muerte. Demos el ejemplo y exijamos a quienes callan y actúan cobardemente que dejen de hacerlo. De este gobierno de porquería no se puede esperar un carajo, nos toman por pelotudos porque actuamos como pelotudos, ¿o no se lo votó reiteradamente solo por ser los menos malos? ¿O porque iba a terminar con el “curro de los derechos humanos” o porque no podía haber jueces militantes? Pasaron más de dos años, noventa presos muertos y solo escuchan y tratan de conformar a como dé lugar, a quienes nos quieren muertos como animales. Los políticos, a pesar de que no los votan, saben que les pueden hacer algo de quilombo (3), no como nosotros que somos mansos y disciplinados corderos. Usted es uno de los prisioneros con más honor y valor, hoy juntemos el de todos y solamente demostremos ser DIGNOS HOMBRES.
Con afecto
Claudio Kussman
Claudio@PrisioneroEnArgentina.com
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 27, 2018
* Jergas y modismos: Perder el tiempo
2) Hombre policía.
3) En lunfardo: hacer lio.
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 27, 2018
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